Nuevo sistema anti-apagones desde julio para pagar con móvil o tarjeta en buses interurbanos de Madrid
El verano es época de tránsito. Los viajes en meses estivales o las escapadas al pueblo huyendo del calor el fin de semana son ya un clásico. Sobre todo en grandes metrópolis como Madrid, que se vacían en esos meses. Y desde julio de este año, llegar a otros puntos de la región será algo más sencillo: la Comunidad de Madrid acaba de presentar el nuevo sistema digital que permite el pago con tarjeta en los autobuses interurbanos. Son los de color verde, que hasta ahora solo aceptaban dinero en efectivo o canjeado mediante abonos de transporte. Pero esto cambiará desde el martes.
El consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructura, Jorge Rodrigo, se ha desplazado a Leganés este viernes por la mañana para estrenar el aparato ya instalado, subir a uno de los autobuses de la línea 480 y volver a bordo hasta Madrid, con parada en el intercambiador de Plaza Elíptica. El dispositivo para validar los tickets permite abonarlos, asimismo, con el teléfono o un reloj inteligente de forma universal para todos los operadores o líneas. Este era uno de los compromisos de la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, para este año y ya lo anunció a finales del verano pasado.
La flota del transporte público en autobús que conecta Madrid con sus pueblos dispondrá ahora de pago contactless, que podrá efectuarse tanto con una tarjeta de crédito como desde cualquier dispositivo móvil u online. Por su parte, Metro también trabaja para que se pueda pagar con tarjeta en sus tornos a partir del próximo año.
Los impulsores de este nuevo sistema para los interurbanos prometen una ventaja colateral que responderá a uno de los problemas que se evidenciaron en los últimos meses: la transacción funcionará incluso en caso de apagón. “Es un diseño que garantiza la continuidad del servicio ante cualquier circunstancia, incluso después de un cero energético. Durante el apagón eléctrico [del 28 de abril] conseguimos que el 98% de los pagos con este sistema en el país se ejecutaran sin problema”, asegura un alto cargo de la empresa que ha modernizado con este sistema el 70% de la flota de buses verdes, unos 1.600 vehículos según sus cálculos. El resto corrieron a cargo de otras compañías.
Antonio Blanco es jefe de desarrollo de negocio en GMV para España, Portugal, Marruecos. Ha trabajado directamente en la implantación del servicio digitalizado para el pago con tarjeta que entra en vigor el 1 de julio. Era una exigencia de la Comunidad de Madrid a las concesionarias que estas, a su vez, encargaron a empresas privadas. GMV ofrece servicios tecnológico a diferentes sectores. Entre ellos, la integración de sistemas inteligentes en el transporte.
Cómo funciona el nuevo pago contactless: sin abono ni registro
El método es sencillo: bastará con acercar la tarjeta de crédito o cualquier otro dispositivo vinculado a los validadores instalados en cada vehículo, siempre que sea compatible con el sistema internacionalizado de pago EMV: es decir, con Europay, Mastercard y Visa. No hará falta hacerse antes con abonos recargables (el 82% de usuarios los usa) ni registrarse en plataformas o sistemas web, aunque coexistirá con el resto de médicos actuales.
Pero, ¿cómo se asegura el pago en caso de apagón o poca cobertura, si alguien no lleva efectivo? Blanco lo explica: “Hemos diseñado un método que funciona en zonas con conectividad limitada, como túneles o algunas áreas rurales, a través de una lógica embarcada”. Es decir, que los pasajeros podrán validar sus billetes incluso si no hay conexión en tiempo real gracias a que el sistema tiene una fuente de inteligencia propia que guarda el movimiento y, cuando recupera la red, lo ejecuta. “Este comportamiento garantiza la resiliencia del servicio frente a cortes de red o fallos eléctricos, y aporta fiabilidad al transporte público.”, añade el responsable de GMV.
Estas funcionalidades se popularizaron en Londres hace años, y ahora comienzan a arraigarse en España. “Lo hemos instalado en ciudades como Mallorca, Pamplona, Salamanca, Almería o Gijón. En Madrid no había nada parecido para los interurbanos, así que trabajamos a contrarreloj para llegar a las fechas”, expone Blanco en conversación con este periódico. Desarrollarlo ha supuesto un desarrollo técnico “exigente”, en sus palabras, sobre todo por el hardware embarcado (los componentes físicos) o la configuración de un software (sistema informático) compatible con el pago con tarjeta.
La validadora utilizada es una TV100, un dispositivo creado directamente en GMV para procesor los pagos de Europay, Mastercard o Visa en diferentes contextos, sobre todo si hay escasez eléctrica alrededor. “Va a hacer más eficiente este nicho que quedaba en el transporte público, sobre todo desde el punto de vista de el usuario: no hará falta bajar de vehículo si no tienes efectivo y eso facilita el tránsito a los usuarios esporádicos, turistas que desconocen cuál es el mejor abono para adquirir o personas con movilidad reducida, que tengan dificultades para desplazarse si pierden el autobús”, considera el responsable en GMV.
Este no será el último cambio en la movilidad pública con el que arrancará el mes. El 30 de junio se cierran las ayudas actuales y se reconfigurará el sistema de descuentos en el Consorcio Regional de Transportes de Madrid. Con los nuevos cambios sube el precio en caso todos los abonos al rebajarse la financiación subvencionada un 20%. Con el abono joven, la rebaja se quedará en un 50%. Aún así, el coste para el viajero sigue siendo sensiblemente inferor al de antes de estallar la guerra en Ucrania, que impulsó a otros países a activar medidas de ahorro.
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