El polémico palacio de Ustáriz, vendido a los Botín
El palacio del Marqués de Ustáriz (o del conde de Villagonzalo) ha cambiado de manos. Su actual propietario, el testaferro encarcelado por la operación Malaya, Juan Antonio Roca, lo ha vendido a una sociedad controlada por uno de los hijos de Emilio Botín.
El precio de la operación, según publica el diario El Mundo, se ha fijado en 19,1 millones, lejos de los 22 que pedía el delincuente pero algo más del precio en el que estaba tasado (18,7 millones). La entidad compradora es Peña Cabarga S.L., que administra Francisco Javier Botín Sanz de Sautuola O'Shea, que también preside la Fundación Botín.
La operación inmobiliaria ha contado con el beneplácito de la Audiencia de Málaga, que gestiona el pago de las indemnizaciones de los condenados en Marbella por la trama inmobiliaria conocida como caso Saqueo. De esta forma, el Ayuntamiento de Marbella recibirá 5,8 millones de euros de la venta.
El palacio recibe también el nombre del conde de Villagonzalo, al igual que el cercano de la plaza Santa Bárbara. Sin embargo, poco tiene que ver con el edificio que alberga mercadillos y eventos de todo tipo en los últimos meses. Situado al final de la calle San Mateo, a un paso del metro Alonso Martínez, su estado roza la ruina y sus jardines, que gozan del máximo nivel de protección, no presentan mejor aspecto.
Un edificio del XVIII parcialmente derribado
La manzana que ocupa el palacio está protegida en su totalidad, al datar del año 1748, fruto de los diseños del arquitecto José Pérez. Pese a esta protección en 2011 fue derribada parte de su estructura, aduciendo estado de ruina y con la intención de construir allí aparcamientos y un hotel que contravenía la normativa y toda lógica de conservación del patrimonio. Desde entonces la zona está llena de andamios y de escombros.
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Se desconoce cuáles son las intenciones de la nueva propiedad, aunque vista la rebaja en la protección que consiguió el Banco Santander para el rascacielos de Plaza de España por parte del Ayuntamiento, cualquier acción inmobiliaria sobre un terreno protegido en su totalidad (incluidas las partes derribadas) es posible.
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