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La sociedad del primo de Aguirre planea comprar más bloques en Madrid entre protestas vecinales: “No van a echarnos”

Vecinos de Galileo 22 y miembros del Sindicato de Inquilinas en la protesta en la sede de la sociedad inmobiliaria Elix en Madrid.

Guillermo Hormigo

Madrid —
15 de enero de 2024 22:44 h

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Ante un nuevo golpe, una reacción. Con esa filosofía, el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid y vecinos del bloque Galileo 22 de Chamberí se han organizado para escenificar su indignación ante “los responsables directos de que cientos de personas vivan con miedo a ser desahuciadas”. Así, decenas de manifestantes han acudido este lunes 15 de enero a la sede de la gestora inmobiliaria Elix para trasladar sus demandas a los directivos de la compañía. Todo ello durante la jornada en la que la junta de accionistas iba a votar la adquisición de tres nuevos bloques en Madrid y un cuarto de Barcelona con los que “reforzar sus intereses especulativos”, según afirman fuentes del Sindicato.

Las personas concentradas han entregado pasquines a quienes abandonaban y accedían a la sede de la gestora, situada en la calle Serrrano. “Hoy la junta general a la que acudís decidirá iniciar el procedimiento para desahuciar a más de 200 inquilinas que actualmente viven tranquilamente”, podía leerse en estos panfletos, que incluían un mensaje muy directo: “No vamos a permitir que sigáis destrozando Madrid”. Un grupo de manifestantes ha accedido incluso al interior del edificio, donde han tenido una interlocución con trabajadores de Elix, aunque no con los integrantes de la propia junta directiva. La empresa modificó a última hora la fecha de dicha cita, trasladándola al 13 de febrero. Al menos eso recoge ahora su web, de la que ha desaparecido cualquier rastro de la convocatoria previa.

Desde el Sindicato de Inquilinas, en una información recopilada a través de la propia página de la compañía, ubican los nuevos pisos que Elix estudia adquirir en tres puntos distintos de la ciudad: la calle Tribulete 7 de Lavapiés, Boldano 5 en Ciudad Lineal y Salvia 1 (Tetuán). Así lo recogía el propio orden del día ahora eliminado, según afirman y según detalla un documento al que este medio ha tenido acceso. La votación también habría servido para dar luz verde a la compra de un cuarto inmueble en Barcelona.

Elix es una de las compañías que integra la sociedad Elix Rental Housing Socimi II, junto a la empresa AltamarCAM Partners. Una entidad esta última presidida por Claudio Aguirre, primo segundo de la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre. La sociedad ya posee un bloque en Canillejas y otro en el número 22 de la calle Galileo, en el distrito de Chamberí. Es aquí donde ha empezado a maniobrar, aunque se ha encontrado con una importante resistencia vecinal.

Hogares rotos vía burofax

“Llevo 84 años viviendo en la que es mi casa y de la noche a la mañana nos tenemos que ir”, lamenta al borde de las lágrimas Carmen, nacida en un piso sobre el que ahora pesa la amenaza del desahucio. A su caso se suma el de otras 18 familias en el bloque, que han visto como sus alquileres (de entre 600 y 900 euros) han pasado a manos de un nuevo propietario que desea echarles en cuanto venzan sus contratos. “No van a echarnos”, sentencia otro joven, hijo de un matrimonio que también reside en el 22 de Galileo y todavía la considera su casa aunque ahora se haya independizado.

La acción de Sindicato y residentes afectados buscaba, precisamente, establecer las bases para una negociación colectiva entre la sociedad inmobiliaria y los inquilinos. “Nos llegó un burofax de repente diciéndonos que teníamos que irnos sin más explicaciones. Yo hacía justo un mes que acaba de reformar el cuarto de baño”, cuenta Carmen a modo de anécdota para ilustrar lo repentino del proceso. Si nada cambia, deberán dejar sus hogares el 1 de abril.

“Es muy habitual esta estrategia del burofax, que mandan a cada residente en momentos diferentes para dificultar que se asocien y formen lazos con los que luchar”, cuenta un abogado del Sindicato de Inquilinas. En el caso de los tres nuevos bloques amenazados en Madrid, donde Elix aún no ha establecido comunicación con los actuales habitantes, el Sindicato ya ha contactado con varios de ellos para ponerles en contexto y animarles a organizarse.

“Agunos vecinos ya nos han mencionado que han visto a agentes inmobiliarios en traje por el edificio, un primer síntoma del proyecto especulativo”, añade este letrado, que expone la problemática general de los alquileres con una sencilla comparación: “Igual que se limita la entrada de ciertos vehículos al centro para reducir la contaminación, se debería controlar el precio de la vivienda en muchas zonas para evitar que se dispare por determinados intereses especulativos”.

Dialogar para negociar

Aunque la acción ha transcurrido con normalidad, se han vivido algunos momentos de tensión cuando ha aparecido la portera del edificio en el portal, que ha amenazado con llamar a la policía. Finalmente, el diálogo ha evitado cualquier conflicto. Lo mismo ha sucedido unas plantas más arriba, en la que los manifestantes que han llegado a la sede de Elix han conversado con hasta tres empleados de la gestora inmobiliaria. Aunque ninguno forma parte de la junta directiva, dos de ellos ostentan cargos de responsabilidad: su director financiero, José Luis Villa y la directora general corporativa, Lucía Arespacochaga.

Minutos más tarde, cuando esta comitiva se ha reunido con el resto del grupo en el portal, han comunicado a sus compañeros la novedad que les ha trasladado Arespacochaga. “Nos darán el contacto de la empresa mediadora antes de este viernes para iniciar la negociación colectiva”, según ha trasladado también a Somos Madrid una de las integrantes del Sindicato de Inquilinos.

No las tienen todas consigo, la desconfianza siempre está presente si hay que establecerla con quien desea que dejes tu casa. Pero al menos pueden sentir que han logrado una pequeña y breve victoria en el mismo momento y el mismo lugar donde, sin ellos, quizásolo se habría sellado una nueva amenaza a la posibilidad de vivir con dignidad en Madrid.

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