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El mayor sindicato de la Ertzaintza: “Corre grave riesgo también la seguridad pública para el partido del Olympique”

Protesta sindical de ertzainas ante el Parlamento, vigilada por la Ertzaintza

Iker Rioja Andueza

La ya clásica protesta de los sindicatos de la Ertzaintza en la puerta del Parlamento en los momentos previos al pleno semanal, que languidecía en los últimos meses, se ha desbordado este jueves ante la convocatoria, encabezada por la central mayoritaria, Erne, para exigir un nuevo modelo policial y denunciar la “precariedad” y la “falta de previsión” en operativos especiales como el de la pasada semana para hacer frente a los ultras del Athletic de Bilbao y del Spartak de Moscú y en el que falleció el agente antidisturbios Inocencio Alonso, de 51 años y natural de Ermua. Varios centenares de ertzainas se han movilizado a primera hora para desplazarse hasta la puerta de la Cámara e incluso han desbordado el tímido cordón policial establecido por varias dotaciones uniformadas de la propia Ertzaintza. El momento de mayor tensión se ha producido con la llegada a la sede del parque de la Florida de la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, que ha comparecido arropada por el lehendakari, Iñigo Urkullu, y por todos los consejeros del Gobierno del PNV -no los del PSE-EE-, en el que los manifestantes han tratado de cercar a la comitiva gubernamental con gritos y peticiones de dimisión ante la pasividad del dispositivo policial.

La convocatoria se ha iniciado a las 8.30 de la mañana y junto al legislativo se ha concentrado un importante número de agentes de la Ertzaintza, de varios sindicatos además de Erne (Sipe y ELA también llamaban a la convocatoria y Esan, la organización de la víctima, había dado libertad a sus afiliados para acudir). Incluso el SUP de la Policía Nacional ha apoyado la protesta. Roberto Seijo, líder de Erne, ha destacado ante los periodistas la importancia de denunciar las carencias en el modelo policial de la Ertzaintza. De lo contrario, ha razonado, “corre grave riesgo también la seguridad pública para el partido del Olympique”, el siguiente compromiso europeo del Athletic en San Mamés. Desde hace varios días, Seijo ha venido recordando que los altercados han sido continuos en las participaciones del equipo rojiblanco en la UEFA Europa League sin que la dirección política de la Ertzaintza haya establecido medidas.

Seijo ha confirmado también la medida de protesta adelantada por eldiarionorte.es: una “semana de la salud” consistente en una huelga encubierta a través de bajas médicas en Brigada Móvil. El líder sindical ha explicado que esta iniciativa consistirá en animar a los agentes que no se vean “en condiciones” de ir a trabajar a que acudan al médico y pidan la baja. Se pondrá en marcha si el Gobierno no atiende a las demandas de la plantilla antes del 9 de marzo y afectaría al dispositivo de seguridad previsto para el día del Olympique. Otra clave es qué harán los antidisturbios que sí estén de servicio ese día y si realizarán algún tipo de protesta encubierta. “Los únicos que salimos heridos y muertos somos nosotros”, ha añadido Seijo, citando 22 lesionados desde 2012, sobre la situación que vive el cuerpo.

El cabreo en las bases de la Ertzaintza es importante y así ha quedado de manifiesto en la concentración. Incluso los compañeros uniformados de los manifestantes asentían o sonreían con los cánticos de protesta, entre los que se incluían reiteradas peticiones de dimisión para el director del cuerpo, Gervasio Gabirondo, y para la consejera Beltrán de Heredia. La organización ha informado que ha movilizado siete autobuses llenos.

Mediada la protesta y cuando estaba a punto de iniciarse el pleno parlamentario, los presentes han decidido acercarse físicamente al Parlamento desde su posición inicial al otro lado de la calle de Becerro de Bengoa, algo que no está permitido en las protestas ordinarias que se autorizan junto a la Cámara. Ello ha motivado el corte de la carretera y que varias unidades de Tuvisa, el servicio público de autobuses de Vitoria, no hayan podido seguir su ruta. Otros autocares han tenido que cruzar la zona sobre las vías del tranvía. El cordón policial sólo ha permitido el acceso al lugar de una furgoneta de la Brigada Móvil mientras el resto de vehículos quedaban atascados.

En los accesos al Parlamento los representantes del PNV se han llevado la mayor bronca. También ha sido muy abucheada -e incluso ha recibido insultos esporádicos- la aforada de EH Bildu Jone Goirizelaia. Además de dirigente de la izquierda abertzale, Goirizelaia ejerce de abogada de la familia de Íñigo Cabacas, el aficionado del Athletic que falleció en una carga con pelotas de goma precisamente también después de un partido europeo celebrado en 2012 en el viejo San Mamés.

Los últimos en llegar han sido los miembros del Gobierno. En una decisión meditada, el lehendakari ha decidido no dejar sola a Beltrán de Heredia. Con cara de circunstancias, a pie y sin detenerse, la titular de Seguridad, en medio de un griterío ensordecedor, ha entrado a la Cámara acompañado del propio Urkullu y de todos los consejeros. Un grupo de escoltas de paisano, también ertzainas, les acompañaban.

En ese momento, los manifestantes han empujado la línea y el cordón de agentes uniformados nada ha hecho para contenerles. “Sabíamos que no iban a actuar contra nosotros”, ha explicado uno de ellos a este periódico, subrayando el malestar muy generalizado en el cuerpo. Erne, por su parte, valora de manera “correcta” el trabajo de los compañeros. Sin embargo, varios informadores y fotógrafos acreditados sí han denunciado haber recibido “empujones” de los ertzainas y que se les ha impedido tomar imágenes o presenciar la protesta con normalidad. Tras la entrada del gabinete de Urkullu, algunos uniformados han felicitado a sus compañeros al otro lado del cordón y han empezado a disolverse.

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