La culpa de la caída de árboles la tienen... los árboles
La culpa la tienen las plantas. El Ayuntamiento de Madrid propone hacer “podas más intensas” de los árboles de la ciudad como solución a los tres meses de accidentes con caídas de ramas y ejemplares que ha vivido la capital. A pesar de que considera que su labor ha sido “la adecuada”, Madrid quiere dar la sensación de que toma medidas porque “no hay tranquilidad vecinal”. Y ha anunciado una “revisión completa del arbolado” aunque ya estaba prevista en los contratos con los que privatizó este servicio hace un año.
Madrid también considera que las empresas a las que tiene adjudicado el mantenimiento del arbolado cumplen: “La arboricultura es la necesaria”, sentenció el responsable del área Diego Sanjuanbenito al explicar el último incidente que mató a un hombre de 72 años en la ciudad. La contratista de esa zona es FCC. Pero más allá de respuestas apresuradas, ¿puede estar pasando algo con el patrimonio verde de Madrid?
“A partir de que hay víctimas, todo el mundo se pone nervioso”, cuentan a eldiario.es fuentes de los jardineros municipales. De hecho, Sanjuanbenito se apoyó en el furor talador para argumentar que los árboles están cuidados: de 2013 a 2014 las empresas pasaron de talar 615 ejemplares a 2.064 (un 236% más). La poda pasó de afectar a 8.611 a 13.927 árboles, un 62% más. Sin embargo, técnicos municipales de zonas verdes analizan que los posibles problemas de los árboles vienen por estas prácticas “cortoplacistas”.
Las podas solucionan cuestiones espaciales –como que tapen ventanas o señales de tráfico– pero a costa de hacer cortes de mucho diámetro. Pero, con el tiempo, “la inserción de la madera nueva en el tronco es más débil, lo que mina la estructura general del árbol”, cuentan. Además, esos cortes de gran diámetro son ventanas abiertas para infecciones que luego quedan ocultas al crecer la rama. De hecho, el Ayuntamiento insistió en que la rama que mató al hombre de Vallecas “no presentaba síntomas externos. Era imposible detectar la pudrición”.
Ese ejemplar enfermo era un olmo. Una especie de árbol con gran porte que crece rápido, como los plátanos. “Haber elegido esas especies hace 15, 20 o más años era inadecuado”, reflexionan los expertos. “Se sabe que van a crecer mucho y que no van a caber, pero son fáciles”. Y luego abundan: “Los chopos, por ejemplo, viven 30 o 40 años. Después son árboles decrépitos. Habría que quitarlos”.
Cuando comenzó la retahíla de desplomes en el mes de junio, el ingeniero forestal Rafael Ceballos contó a eldiario.es que los árboles estaban experimentando un cambio en sus raíces por el exceso de riego: “Se hacen más superficiales y no dan sustento”, analizó. ¿Por qué ese riego? La respuesta que dan los jardineros es la obsesión por las praderas. “Lo que se quiere es tener césped. Así que los ejemplares ven su riego multiplicado por 10, por 20 o por 30 y aunque parece que están sanos y fuertes, su base es menor y se derrumban”. El Gobierno local expone que “el volumen de caídas es muy similar a años anteriores” y afirma que las reclamaciones de vecinos sobre ramas que causan algún daño a 1 de septiembre estaba en 230 frente a las 277 de 2013.
Falta un plan integral
La asociación Ecologistas en Acción ve la necesidad de hacer un Plan del Arbolado. “No se eliminará el problema del todo porque los árboles son seres vivos, pero sí se controlará mejor”. Diego Sanjuanbenito anunció este martes como una medida, ante la “alarma social”, que se hará un “nuevo inventario” de árboles de Madrid (dijo que hay unos dos millones). Sin embargo, acto seguido, la directora general de Zonas Verdes, Marta Alonso, expuso que “se ha dado orden a las empresas concesionarias ya que es una obligación incluida en el contrato”.
El contrato al que se refiere es el megaconcurso integral de Limpieza y Mantemiento en el que se incluyó el cuidado de zonas verdes. Es un contrato de más de 2.000 milllones para ocho años: seis lotes ganados por OHL, FCC, CESPA (Ferrovial) y Valoriza (Sacyr). “El número de inspecciones lo fija el pliego y lo están cumpliendo” defendió la directora general para justificar que no haya expedientes sobre la calidad del servicio privatizado.
Tres de estas empresas (Valoriza, FCC y OHL) están inmersas en un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE). Son las mismas que protagonizaron la huelga de limpieza en Madrid el año pasado por la reducción de sus plantillas. “Se sabía que los pliegos estaban hechos a la baja, las contratistas hicieron rebajas de entre el 13 y el 29% para ganar las subastas y ahora reducen el número de trabajadores. Es lógico que el servicio se resienta”, analizan fuentes sindicales.
