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Vinagre para las picaduras de medusa, ¿tratamiento efectivo o remedio popular sin fundamento?

En la imagen, una 'carabela portuguesa' en la playa del Puerto de Tazacorte. En la imagen, una 'carabela portuguesa' en la playa del Puerto de Tazacorte. Parece una medusa, pero es un hidrozoo.

Esther Samper

El progresivo aumento del número de medusas en las costas españolas durante los últimos años ha hecho que cada vez sea más cotidiano encontrarse a estos seres gelatinosos al darse un chapuzón. Ante este panorama, las posibilidades de recibir picaduras también se incrementan y es recomendable saber cómo actuar si ocurriera tal desafortunado evento. Aunque los socorristas están formados para atender correctamente estos casos, no están presentes en todas las playas ni están en todo momento. Así pues, hay ocasiones en los que los primeros auxilios para estas picaduras recaen entre la gente de a pie. Por desgracia, en nuestra cultura popular persisten tanto los tratamientos efectivos como aquellos remedios sin ningún beneficio.

Entre los tratamientos que son útiles encontramos la utilización de pinzas, guantes o tarjeta de crédito para quitar los tentáculos, el agua salada para limpiar la piel y el bicarbonato de sodio al 50 % o la solución saturada de sulfato magnésico en soluciones de agua salada. Para aliviar los síntomas podemos recurrir tanto a analgésicos como pomadas con corticoides o antihistamínicos. Por contra, se siguen usando sustancias con mucha frecuencia que no solo no han demostrado ningún beneficio, sino que empeoran las picaduras de medusa aún más. Como ejemplos tenemos el agua dulce, el alcohol, el hielo o la orina. Lo que tienen en común estos elementos es que activan las “agujas” de las células (los cnidocitos) presentes en los tentáculos que contienen el veneno, provocando su liberación y aumentando el dolor, la inflamación y otros efectos dañinos en la picadura.

¿Y qué ocurre con el popular vinagre (ácido acético) al 4-5 % que se puede encontrar en cualquier despensa y es popular como tratamiento contra las picaduras de medusa aplicado durante mínimo 30 segundos? Este débil ácido destaca por generar controversia tanto entre científicos como en sanitarios. Por ejemplo, hace dos años biólogos del CSIC desaconsejaban usar el vinagre para las picaduras de medusa porque podía resultar contraproducente. Sin embargo, instituciones como la Asociación Americana del Corazón, la Cruz Roja Americana y la Cruz Roja Española recomiendan el vinagre para este mismo fin. Si buscamos por Internet artículos sobre los beneficios o perjuicios del ácido acético encontramos tanto aquellos que lo recomiendan como aquellos que lo desaconsejan. Entonces, ¿es recomendable el vinagre para las picaduras de medusa o es otro remedio de la abuela al que sumar a la lista? Como veremos a continuación, la respuesta no es precisamente sencilla y existe cierto vacío de conocimientos al respecto.

Los diferentes estudios que han analizado la utilidad del vinagre para el tratamiento de picaduras de medusa han observado que, en líneas generales, este líquido es útil para desactivar y destruir a los cnidocitos por su pH bajo (ácido), lo que lleva a prevenir la liberación de más veneno en el interior de la piel. Sin embargo, hay un gran “pero” al respecto. Este efecto observado no es 100 % universal para todas las especies de medusas. Por ejemplo, algunos estudios in vitro con importantes limitaciones metodológicas han observado que el tratamiento con vinagre podría ser contraproducente para tratar lesiones por cubomedusas, medusas tropicales muy venenosas de forma cuadrada presentes en países como Australia. Aunque el ácido acético sí que previene que los cnidocitos que todavía no se han activado liberen más veneno (que suponen más del 70 % de las células presentes en la picadura), sí que provoca que estas células ya activas (entre el 10 y 25 %) liberen todavía más veneno (hasta un 50 % más), pudiendo incrementar la gravedad de la picadura. No obstante, a pesar de dichos estudios, el Consejo de Reanimación Australiano sigue recomendando el vinagre como tratamiento general frente a medusas, salvo excepciones, ya que el peso científico de estos estudios es limitado.

¿Y en España? ¿Qué pasa con el vinagre? En el Mediterráneo existe una especie de medusa, la Pelagia Noctiluca, cuya picadura puede empeorar por el tratamiento con vinagre. No obstante, el vinagre resulta de utilidad para otras medusas comunes en las costas españolas. El problema sucede cuando se desconoce la especie de medusa que ha provocado la picadura, ya que el vinagre podría ser o no de utilidad según la especie. Como explica el Ministerio de Sanidad en “¿Es el vinagre efectivo en una picadura?”:

“Tan sólo en algunas especies, pero no en todas. Resulta especialmente indicado para picaduras de Physalia physalis (carabela portuguesa) pero está contraindicado para picaduras de otras especies. Si no conocemos con seguridad la especie que nos ha picado, habría que evitar su utilización. Además, el vinagre evitaría el disparo de células que están aún en la piel, pero no puede hacer nada frente al veneno que ya ha penetrado en nuestro cuerpo.”

En resumen, el vinagre es útil en la mayoría de los casos de picaduras de medusas en España, pero no es un remedio de eficacia universal. Si conocemos la especie y si el vinagre resulta útil en estos casos, adelante, pero si lo desconocemos nos arriesgamos a empeorar la situación en determinados casos. Por eso, ante la duda, quitar los tentáculos con pinzas, guantes o una tarjeta de crédito y limpiar con abundante agua salada la zona de la picadura es un valor seguro.

Aunque resulte sorprendente, aun hoy en día nuestro conocimiento científico sobre la utilidad del vinagre para cada especie de medusa es limitado y de ahí la controversia existente. Los estudios in vitro en el laboratorio presentan importantes limitaciones y sus resultados podrían no darse en una situación real ante una picadura de medusa. Por ejemplo, algunos experimentos se limitan a ver la activación de los cnidocitos en tentáculos aislados de ciertas especies de medusas en superficies de vidrio (portaobjetos) bajo el microscopio. Podría ser que tras la activación de estos cnidocitos no fueran funcionalmente capaces de atravesar la piel o puede que el veneno ya se hubiera inactivado por el efecto del vinagre. Pese a las aparentes certezas de la cultura popular sobre el vinagre para el tratamiento de las picaduras de medusa, la ciencia presenta sus dudas.

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