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Juego de Tronos en la Andalucía del siglo XVII: la conjura separatista de Medina Sidonia

La popular serie de HBO se rodará en Andalucía

Carmen Reina

La caída en desgracia de la Casa de Medina Sidonia a finales

del siglo XVII, después de cuatrocientos años de preponderancia social en

Andalucía, fue la consecuencia inmediata del descubrimiento de su conjura desde

el sur contra la monarquía de Felipe IV. Un castigo a la medida de la conspiración

frustrada que ahora ha podido ser probada tras una década de investigación del

historiador Luis Salas Almela y que pone sobre la mesa la conjura del IX

Duque de Medina Sidonia, Gaspar Alonso Pérez de Guzmán, contra la monarquía

hispánica para salvaguardar sus intereses comerciales internacionales.

Corría el año 1641 y la monarquía de Felipe IV se hundía en

mil y un problemas. El rey estaba acosado por los catalanes, levantados en

armas contra la corona y buscando aliados en Francia. Portugal también se había

rebelado y luchaba por su propio territorio. Y en plena Guerra de los 30 años, Felipe

IV es alertado: uno de sus súbditos más relevantes y clave para el equilibrio

territorial y político de la época estaba tramando un plan contra él. Un plan

que, de llevarse a cabo con éxito, podría suponer el final de la dinastía de

los Austrias.

La

conspiración venía de la mano del IX Duque de Medina Sidonia, casa nobiliaria

con una influencia enorme en la corte que planeaba separar Andalucía del camino

de la monarquía. Se trataría de una especie de golpe de estado en el sur que

serviría para garantizar los intereses comerciales del duque con Europa y las Indias, algo con lo que también estaban de acuerdo importantes mercaderes de Andalucía que veían con buenos ojos centrarse en

el comercio y desligarse de las guerras de los Austrias.

La conjura

del duque de Medina Sidonia fue, así, un plan real, pero quedó frustrado y nunca

se llegó a ejecutar. “La conspiración existió y se llevó a cabo con un grado de

secreto muy alto como era lo propio“, cuenta a eldiario.es/andalucia el

historiador en el libro 'La conspiración del Noveno Duque de Medina Sidonia (1641). Un aristócrata en la crisis del Imperio Español',

sobre esta conjura hasta ahora siempre

negada.

Su trabajo de investigación le ha llevado a dar con documentos de agentes

que explícitamente intervenían en la trama, como el cuaderno de bitácoras de un

general de la Armada Holandesa que estaba llamado a colaborar con el Duque de

Medina Sidonia en su golpe y desembarcar en Cádiz a sus órdenes.

Documentos y

un pormenorizado análisis e interpretación de las claves históricas de entonces

que han arrojado luz sobre esta conspiración.

Conjura en Andalucía y apoyos en el extranjero

Conjura en Andalucía y apoyos en el extranjero

“Existen

dudas sobre los nombres de todos los conspiradores porque nadie los señalaba

con el dedo directamente“, cuenta el profesor Salas Almela sobre su trabajo de

diez años de investigación que ha desarrollado “sobre el contexto y las pruebas

existentes para concluir que efectivamente la conjura existió“.

Un trabajo

desarrollado con “documentación muy dispersa” en el Archivo de la Casa Ducal de Medina Sidonia y otros archivos

españoles y europeos que ha permitido sacar a la luz este “juego de tronos” del

siglo XVII, un juego de conspiraciones y también de espías e informadores que fueron

los que alertaron a Felipe IV sobre esta conjura desde el sur.

En ese

sentido, Salas Almela demuestra en su estudio que la sublevación de Andalucía

en 1641 pudo haber causado el colapso definitivo de la monarquía Hispánica. Así

lo atestiguan los planes de los conjurados y los apoyos con los que contaban tanto

en Andalucía como entre las potencias extranjeras, unos planes que se vieron

frustrados –según relata este profesor- al desvelarse la conjura y hacer posible

que así sobreviviera el gobierno del debilitado Felipe IV.

Sobrevivir,

aunque a partir de entonces, en el plano sociopolítico todo cambió. La Casa de

Medina Sidonia cayó en desgracia por su intento de golpe contra la monarquía y

esto contribuyó también a la caída del poder del Conde-Duque de Olivares. A

la vez,

el propio

Felipe IV, ocupado ante la conspiración, vio cómo perdía toda oportunidad de

responder adecuadamente a la rebelión de Portugal que, finalmente, alcanzó su

independencia definitiva como nación.

Justo ahí se dio la primera pista de la

desobediencia del Duque de Medina Sidonia hacia el rey: aquél nunca participó

para defender a la corona en Portugal. Ahora, q

ueda en el aire saber qué hubiera ocurrido de haber

tenido éxito el plan contra la monarquía. “Felipe IV se hubiera visto obligado a

negociar y conceder algo a los conspiradores“, piensa este profesor. Pero eso,

desde luego, ya hubiera sido otra Historia.

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