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La Policía desaloja un concierto en Granada por exceso de aforo: “Había gente que parecían zombies”

Una imagen de la sala, anoche

Néstor Cenizo

“El calor era terrible, no se podía llegar a la barra o el cuarto de baño. El grupo se disculpó y dijo que les obligaban a irse. Abrieron puertas. Al salir nos encontramos a la policía nacional y una ambulancia”. Gerardo Martínez hace este relato de lo que ocurrió en la noche de este viernes en la Sala Prince, en el Realejo de Granada, durante el concierto de La Raíz. El espectáculo se canceló precipitadamente antes de terminar, poco después de que apareciera la Policía. Las quejas se han sucedido en las redes sociales y Facua ha pedido que se investigue el posible exceso de aforo, que el responsable de la sala niega.

Los asistentes al concierto con los que ha contactado eldiario.es/andalucia coinciden en describir una sensación de agobio, un calor excesivo y falta de ventilación. “Había gente que chorreaba y vi varios chicos ayudando a chicas a salir”, explica Gerardo Martínez por teléfono. El muchacho tiene 26 años y acudió al concierto desde Málaga. Se colocó “en mitad” de la sala y pronto se sintió agobiado. El público se acumulaba en las escaleras para evitar del centro de la sala pero llegó un momento en que el movimiento era imposible. Según su relato, el vaho se condensaba en el techo y los chavales estaban empapados en sudor.

La descripción de Paula Rivera es similar a la de Gerardo. Explica que no se podía mover y que “era imposible caerte, porque no había hueco. No era fácil respirar”. “El suelo estaba empapado, como si hubiese llovido. Lo primero que hicimos fue comprar dos litros de agua”, completa Gerardo. “Yo estaba absolutamente quieto y estaba chorreando. Había gente que parecía zombies”, cuenta José Javier Mejías, otro asistente.

El concierto, programado a partir de las 22.00, se canceló antes de terminar, en torno a las 23.00, por la llegada de la Policía, que desalojó ordenadamente la sala. La policía deberá determinar si hubo exceso de aforo y riesgo para la seguridad de los asistentes al concierto. Sala Prince anunció el 5 de mayo que las entradas para el concierto de La Raíz, un grupo valenciano de ska y mestizaje, se habían agotado. Según informa AhoraGranada citando a la concejala de Seguridad Ciudadana, Raquel Ruz, la sala casi quintuplicaba el aforo teóricamente concedido de 250 personas, lo que podría motivar su clausura. En la sala habría 1.150 personas. “Estábamos como sardinas en lata. Ahí no caben 1.000 personas”, opina Javier, que dice haber visto a un agente con un contador.

Sin embargo, Rafael López, responsable de la sala, asegura que el aforo es de 1.006 personas y que se vendieron 700 entradas. López avanza que ya ha solicitado a la empresa vendedora el registro de venta.

Admite que hacía “bastante calor”, achacable a un problema con el aire acondicionado recién instalado. “Hacíamos aportación y extracción de aire, que es lo que obliga la ley”, resalta. Respecto al agobio, lo imputa a que “a este tipo de público le gusta estar en el meollo. Había 700 criaturas en el mismo espacio y no se querían mover”. La planta de arriba estaría libre, según López, aunque los asistentes resaltan que hasta las escaleras estaban atestadas. Según López, el grupo tocó dos canciones más desde que fueron avisados y dejaron otras dos de su repertorio. “Terminaron sólo diez minutos antes de lo previsto. La gente salió por su propio pie”, concluye.

A la salida, un grupo numeroso de asistentes decidieron rellenar una hoja de reclamaciones y tuvieron que hacerlo de uno en uno. Esto provocó el enfrentamiento con vigilantes de seguridad de la discoteca. Paula Rivera asegura que una empleada de la sala se mofó (“Dentro ya se está fresquito”) y los ánimos se caldearon. Uno de los chicos asegura que, después de interponerse entre unas chicas y miembros de seguridad, un vigilante le agarró del cuello y le zarandeó. Ha interpuesto una denuncia, acompañada de un parte de lesiones. El chaval tiene el cuello enrojecido

Un local muy popular y polémico

En noviembre del año pasado la concejalía del Medio Ambiente paralizó la reapertura del local por la falta de licencia para aumentar el aforo inicialmente concedido. De una capacidad para alrededor de 200 personas la sala quería pasar a 1.000, previa reforma. Los inspectores paralizaron la apertura porque las obras no se ajustaban a lo declarado. El 6 de enero, sin embargo, la sala abrió. Desde entonces algunos vecinos protestan por el ruido que genera y han colocado pancartas en los alrededores. Según Rafael López, los vecinos están “en pie de guerra” y la presencia policial es constante.

Bajo la etiqueta #EstafaSalaPrince, una retahíla de comentarios denuncian lo ocurrido ayer. “Anoche, del agobio, blanca como la pared y a punto de desplomarme en el suelo por las pésimas instalaciones”, explica @CarmenNavarroL. “Ahogados como poco!! @laraizband sin poder acabar el concierto, una vergüenza!”, resume @MLuciaFerrer. Según @irenepoulain, “no se cabía en el concierto de @laraizband, gente mareada, concierto interrumpido a la mitad por las pésimas condiciones”. Los comentarios vertidos en las redes sociales, muchos de ellos justo después del desalojo, insisten en describir una sensación de grave peligro.

Facua Granada ha pedido que se investigue el desalojo y La Raíz ha emitido un comunicado en su cuenta de Facebook titulado “Sala Prince. Nunca más”, en el que se muestran “dolidos” por el trato al público y explican que se les forzó a continuar en varias ocasiones.

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