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Piden a la CHS un informe sobre el riesgo del fracking para la cuenca del Segura

En Cantabria se archivaron los sondeos de fracking este año

Erena Calvo

La Plataforma Cuenca del Segura Libre de Fracking (PCSLF) se ha dirigido por escrito a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) para reclamar que informe sobre el riesgo de la utilización de la fracturación hidráulica (fracking) para las aguas subterráneas y superficiales de los acuíferos que podrían verse afectados.

En su escrito solicitan también que se pronuncie sobre el grado de incompatibilidad o afección que el uso de agua en estas actividades tendría sobre otros usos prioritarios, como el abastecimiento humano y el regadío.

El fracking, recuerdan en un comunicado, “precisa de un consumo muy elevado de agua que necesariamente se haría a costa de otros consumos”.

En la cuenca del Segura existen actualmente, tras la extinción de “Aries 1”, tres permisos de prospección vigentes (“Aries 2”, “Leo” y “Escorpio”), y un cuarto permiso está pendiente de ser aprobado (“Acuario”).

Al menos una de las titulares de tres de estos permisos, Oil and Gas Capital, ha manifestado su interés en explorar yacimientos de hidrocarburos no convencionales, y por tanto en utilizar “la peligrosa y controvertida técnica del fracking”, continúa la plataforma.

“Hemos registrado un escrito para que se haga un estudio de impacto del fracking en toda la cuenca del Segura porque en el norte de la Región hay algunas cuadrículas que afectan a Murcia, Albacete y Alicante; el problema es que la mayoría están ubicados sobre acuíferos y es un riesgo que se contaminen las aguas subterráneas y en superficie”, explica José Antonio Herrera, miembro de la Plataforma Cuenca del Segura Libre de Fracking.

Los permisos datan de 2009 y 2013, “y desde entonces la CHS no ha informado al respecto”. La Confederación, por su parte, ha informado de que en cuanto tengan en sus manos la petición la estudiarán. A este respecto, José Antonio Herrera afirma que la CHS “no puede mirar para otro lado”.

Opacidad

Desde la plataforma critican la “opacidad y falta de información” que hay sobre los permisos del fracking. A finales de 2016, la empresa titular de la cuadrícula Leo pidió autorización para arrancar los trabajos de prospección sísmica para determinar cual sería la ubicación idónea para iniciar los trabajos. “Parece que sí que va adelante, que sigue avanzando”, señala José Antonio Herrera.

Uno de los principales riesgos de esta técnica, que implica perforaciones que pueden alcanzar hasta los 4.000 metros de profundidad, es el de que puedan contaminarse los acuíferos y también aguas superficiales en las comarcas afectadas, según la plataforma.

Un riesgo que “ha quedado ampliamente documentado en informes como el publicado por el Parlamento Europeo en 2011, entre otros”.

Desde la plataforma lamentan que la CHS todavía no haya informado sobre los riesgos del fracking para las aguas de la cuenca, y eso que -recuerdan- “la práctica totalidad de los permisos de prospección están situados sobre acuíferos como el Sinclinal de Calasparra, Molar, Ascoy-Sopalmo o Anticlinal de Socovos, entre otros”.

En el caso del Sinclinal, el acuífero está conectado con el río Segura, “por lo que una eventual contaminación de este acuífero pondría en riesgo también los caudales del Segura desde la Vega Alta”, según la plataforma.

Ahora, señala José Antonio Herrera, el Ministerio de Medio Ambiente tiene que decidir si aprueba la autorización ambiental a la empresa para iniciar las prospecciones, “pero todavía sigue sin resolverse”.

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