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Esperanza Gómez, un puente entre Errejón y Teresa Rodríguez que ninguno de los dos va a cruzar

Esperanza Gómez y Teresa Rodríguez, en el Parlamento andaluz, en una imagen de archivo.

Daniel Cela

La designación de Esperanza Gómez como cabeza de cartel de Más País por la provincia de Sevilla es un galimatías político difícil de explicar. Gómez era senadora de Adelante Andalucía por designación autonómica, fue elegida para ese puesto por Teresa Rodríguez, líder de Podemos Andalucía, que en las elecciones andaluzas del 2 de diciembre concurrió con otra marca: Adelante Andalucía, la confluencia entre la formación morada, IU y dos grupos andalucistas. Ahora Gómez se ha unido al proyecto político de Íñigo Errejón, una escisión de Unidas Podemos, y para ello ha roto con Rodríguez. Pero ha roto sólo a medias. Y aquí está el lío.

La senadora abandona Podemos Andalucía, donde ocupaba un puesto en el Consejo Ciudadano, pero mantiene su vínculo con Adelante. Es más, no tiene intención de dejar de representar a esta coalición electoral en el Senado, a no ser que le obliguen a hacerlo (aunque la Cámara Alta esté disuelta, mantiene sus funciones porque forma parte de la Diputación Permanente). El divorcio de Gómez de Podemos Andalucía no ha sido sorpresa para nadie. La formación morada en esta comunidad está capitalizada por la corriente Anticapitalista, que representa Teresa Rodríguez, y la posición política de la senadora siempre ha sido discrepante con la jefa, en el fondo y en las formas.

Gómez y la también ex diputada andaluza Carmen Lizarraga eran los máximos exponentes del errejonismo en Andalucía, sin siquiera conocer personalmente al entonces secretario político de Podemos. Compartían una visión de partido más transversal, capaz de entenderse con el PSOE andaluz, y esa era una puerta cerrada con siete llaves por Rodríguez. En 2016, las errejonistas presentaron una candidatura alternativa a la secretaria general de Podemos Andalucía, y perdieron. Luego la gaditana supo recuperarlas e integrarlas en su nuevo proyecto, Adelante Andalucía, una confluencia de partidos que reivindicaba a Pablo Iglesias más autonomía política, orgánica y financiera para los territorios. “Que Andalucía tenga más voz en Madrid”, incluido contar con grupo propio en el Congreso de los Diputados.

En ese andalucismo, se encontraron las errejonistas con Teresa Rodríguez. Así es como la gaditana envió a Gómez al Senado. Y el portazo de Iglesias al proyecto de la líder andaluza de presentarse bajo la marca Adelante el próximo 10 de noviembre -para evitar la división entre pablistas y errejonistas- es lo que ha empujado a la senadora a unirse a Más País. Rodríguez lo lamenta a medias, porque es un portazo a su partido -Podemos Andalucía-, pero un reconocimiento de su proyecto político, que pasa indudablemente por la marca Adelante. En la próxima asamblea ciudadana, aplazada por las elecciones generales hasta principios de 2020, se verá si Rodríguez culmina esa transición formalizando una escisión de Unidas Podemos para refundarse como Adelante. Para ello, tendrá que convencer a su principal socio, IU Andalucía, que hasta la fecha ha sido reacio al modelo confederal que propone la gaditana, y no se ha separado del esquema federalista de Unidas Podemos. El líder regional de IU, Toni Valero, fue el primero en acusar de “transfuguismo político” el salto de Gómez a Más País, que calificó de “éticamente reprochable” durante una entrevista en 7 Televisión.

Esperanza Gómez es una rara avis en un momento político marciano. Representa un puente entre Teresa Rodríguez e Íñigo Errejón, pero es un puente que ninguno de los dos va a transitar, porque ni la gaditana se mueve hacia la socialdemocracia, ni el madrileño transita hacia el anticapitalismo. Por eso es difícil imaginar que la designación de Gómez como número uno de Más País por Sevilla tenga a Rodríguez como mediadora. El perfil político de la gaditana distorsionaría el mensaje de Errejón de cara al 10N. Es verdad que el ex número dos de Podemos tiene una idea menos centralizada de partido que Iglesias, más próxima a repartir el centro de decisión con los territorios, como demanda la líder andaluza. Pero su candidatura en Más País nace de la fractura visceral entre Podemos y el PSOE, Errejón quiere ser pragmático y posibilista para desbloquear la legislatura, y Rodríguez está convencida de que pactar con los socialistas es “un peligro”.

Aunque en este momento político marciano, el enemigo de mi enemigo se haya convertido en mi amigo, todo sigue siendo raro para el ciudadano. En Andalucía, pese a la promesa de Errejón, ya hay dos papeletas compitiendo por el mismo espacio político de Unidas Podemos, y la gaditana puede entonar un “os lo advertí”. Ahora ella hará campaña por Iglesias, que le ha negado la autonomía de Adelante y no ha colocado a ninguno de sus afines en las listas a las generales, y se enfrentará en las urnas a Gómez, que aún representa su proyecto en el Senado. Una candidata con el pie derecho en un partido y el pie izquierdo en el partido rival.

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