La 'lepenización' de algunos barrios que el PP andaluz no quería ver: Vox supera a los de Casado en las zonas más humildes
“Vox no es Le Pen”. El mensaje lo daba lejos de los micrófonos un alto responsable del PP andaluz justo después de las elecciones andaluzas, cuando se veían obligados a contar con sus doce apoyos en forma de diputados para lograr la investidura de Juan Manuel Moreno y arrebatar al PSOE la Junta después de 36 años ininterrumpidos en el Gobierno. Los populares negaban que Vox pudiera irrumpir con fuerza entre los estratos sociales bajos o medios-bajos de la sociedad, con altos índices de paro, como lo hizo el Frente Nacional en Francia, con un mensaje proteccionista y de rechazo al foráneo, al que “nos viene a quitar el trabajo”, según los argumentos de la extrema derecha europea.
Pero un vistazo a los resultados del domingo y la voz de sociólogos expertos apuntan a que quizás el PP se podría equivocar al subestimar las opciones de la extrema derecha española en los barrios más humildes, donde ha logrado penetrar al calor del hartazgo, la consolidación de las desigualdades sociales y un 15M ilusionante pero que, para muchos ciudadanos, no ha supuestos grandes cambios.
Las clases menos pudientes y con menor nivel educativo han ido votando cada vez más a los partidos de derecha en España, y eso también ha provocado el auge de Vox en nuestro país. El desencanto, la tan traída desafección política y el hecho de ser un partido nuevo han podido provocar que miles de electores hayan puesto sus esperanzas en el lado más a la derecha de la derecha ante una desigualdad enraizada que rompe con todo, incluso con ciertas lógicas. “Los discursos de corte populista como el de Vox han calado siempre, y en todos los países, en las clases bajas”, dicen los expertos con los que ha hablado eldiario.es Andalucía.
¿O cómo se explica que los de Santiago Abascal superen a los de Pablo Casado en varios distritos de Sevilla con barrios que siempre están en las listas del INE entre los más pobres de España, como Este-Alcosa-Torreblanca o Cerro-Amate, o con un alto índice de inmigrantes como Macarena Norte, pasando de menos de un centenar de papeletas en junio de 2016 a varios miles de ellas menos de tres años después (entre el 9% y el 18% de los votos en cada distrito de la capital hispalense)?
Vox supera al PP como cuarta fuerza en zonas más humildes de Sevilla como Este-Alcosa-Torreblanca (6.805 votos, 11.22 % del total) o Cerro-Amate (4.163 de los votos, 9.27% del total). La extrema derecha, en cualquier caso, también cala en barrios conservadores como Los Remedios, donde es segunda fuerza tras el PP, nada menos que con el 23,44% de los votos.
¿O por qué en Algeciras o en La Línea, de habitual voto popular y socialista, respectivamente, Vox ha sacado más votos que el PP después de años de dificultades económicas, de mucha inmigración y de problemas de narcotráfico que parecen insalvables? En Carretera de Cádiz, barrio obrero que ocupa gran parte de la zona oeste de Málaga capital, tenemos otro ejemplo: 5.837 votos para Vox, apenas unos cuantos detrás del PP.
Con los números en la mano, los distritos en los que la fuerza de extrema derecha supera a los populares son tres de los cuatro con menor renta per cápita de Sevilla, y en los que el arraigo o sentimiento de pertenencia a un partido por motivos ideológicos a lo largo de una vida tienen menor fuerza. “En esos distritos se intuye un trasvase de votos tanto desde PP como desde Unidas Podemos hacia Vox, además de los llamados 'abstencionistas crónicos' que hayan decidido ir a votar en esta cita electoral”, apunta Esperanza Estévez, socióloga y técnico de investigación social en Universidad de Granada.
Presión migratoria
“Los votantes de la derecha en la capital se han mantenido estables entre las dos citas electorales generales de 2016 y 2019. Por tanto, observamos que el grupo de votantes del bloque de derechas es similar, y que las cifras de votantes que pierde el PP son muy parecidas a las que recibe la suma de Vox y Cs, lo que nos induce a pensar que el incremento de estas opciones viene dado con claridad de la fuga de votantes populares”, indica Rafael Camacho, politólogo e investigador de Novagob.lab.
El que Vox tenga más presencia relativa en el bloque de la derecha en los distritos con menor renta “puede deberse a que sean distritos con alta presencia de inmigrantes de clase económica baja”, dice Estévez. “En zonas en las que la presión migratoria es alta, el apoyo a Vox está siendo particularmente importante. Sirvan como ejemplo los municipios de El Ejido, Balanegra o Níjar, poblaciones del mar de plástico almeriense, o Torre Pacheco en Murcia, con una alta presencia de inmigrantes relacionados con el trabajo en las explotaciones agrarias, y en las que Vox ha sido la fuerza más votada en las generales del pasado domingo. Por otra parte, los discursos de corte populista como el de Vox han calado siempre, y en todos los países, en las clases bajas”, añade.
Manuel Trujillo, coordinador de la Unidad Estadística del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA-CSIC), apunta que “los barrios con menos ingresos vuelven a dar la victoria a la izquierda…pero miran a Cs y Vox”. En su análisis concluye que “la diferencia de participación entre los distritos con más y menos ingresos vuelve a los niveles de 2016, que es muy elevada, pero mucho menor que en 2018”. Eso, según el experto, “permite que la izquierda vuelva a ganar a la derecha en Sevilla, ya que los distritos con menos ingresos votan mucho más a la izquierda que a la derecha”. La participación ha subido con creces respecto a las andaluzas, añade, y “de hecho ha aumentado más en los distritos con menos renta, especialmente y precisamente en Macarena Norte y Este-Alcosa-Torreblanca”.
Vox, el original y la copia
Trujillo aclara en todo caso que “dentro de que los distritos con menos ingresos votan mucho más a la izquierda, esa diferencia ha disminuido levemente, ya que ha aumentado un poco el voto a la derecha en esos distritos respecto a 2016”, si bien no quiere dejar de decir que una de las regularidades electorales es que en los distritos con menos renta se vota más a la izquierda. “En los barrios con menos ingresos el reducido voto a la derecha es acaparado por Vox y Cs, que aumenta dentro de lo escaso que es su voto, dominado por la abstención y la izquierda”, añade.
En los distritos con menos renta aumenta más la derecha, mientras que en los distritos con más renta aumenta más la izquierda, apunta. “El incremento global en los partidos del bloque de derecha de diciembre a ahora ha sido del 5%. El PP ha incrementado su voto en un 1,7%, Cs en un 1,1% y Vox ha tenido el mayor incremento, un 2,2%. El PP ha centrado su incremento en los distritos con mayores rentas, siendo muy pequeño en los distritos de menor renta. Al contrario ha sucedido con Cs, que ha tenido un incremento superior a su media en los barrios con menor renta. Vox, finalmente, ha tenido también un incremento mayor en los barrios con menor renta, pero de forma menos acusada”, concluye.
Entre otras de las causas del aumento de Vox, tanto Estévez como Camacho apuntan que la formación de Abascal ha llevado el liderazgo en algunos asuntos (relativos sobre todo a la “ideología de género”) al “forzar a otros partidos, particularmente el PP y en menor medida Cs, a posicionarse en estas cuestiones y entrar en su frame, en su marco de discusión. Al lograrlo, han llevado la voz cantante y el resto han ido a su rebufo”.
Cuando se dan situaciones de este tipo, los electores, entre el original y la copia, suelen decantarse por el original de lo extremo, que representa en este caso Vox, explica Estévez. “Así podemos observar la notable caída del PP en distritos como Los Remedios, con una pérdida del 30% de votos y donde Vox ha tenido un espectacular 23% de sufragios. En menor medida, aunque nada despreciable, se repite esta tendencia en Nervión (PP pierde un 23% y Vox sube un 16%), Bellavista-La Palmera (PP pierde un 20% y Vox gana un 17%) o Casco Antiguo (PP pierde un 21% y Vox gana un 15%).