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Un proyecto para frenar la “decadencia” del Museo Arqueológico de Granada, la demanda que exige el personal a la Junta

El Museo Arqueológico de Granada no acaba de recuperar su importancia, según investigadores y trabajadores

Álvaro López

Granada —
11 de enero de 2024 20:14 h

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El Museo Arqueológico de Granada vuelve a ser noticia. Casi seis años después de su reapertura por unas obras que llegaron a parecer inacabables, el espacio museístico, que recoge 120 piezas de un alto valor histórico, se ha quedado sin director. La delegación de Cultura de la Junta de Andalucía ha cesado a Manuel Ramos, lo que ha generado una reacción adversa por parte del personal y los investigadores asociados al centro al entender que con este paso se camina hacia la “decadencia” del museo. Sin embargo, el delegado del ramo, Fernando Egea, sostiene que el relevo del director se enmarca en un plan para darle un “impulso importante” a la institución.

Ramos, que será relevado oficialmente cuando Cultura asigne a su sustituto, ya no será el máximo responsable del Museo Arqueológico de Granada, pese a contar con el respaldo de quienes trabajan en él de forma directa o indirecta. Cultura esgrimió falta de confianza en el exdirector por haber dejado desatendida la “gestión” del espacio museístico en temas relacionados con los presupuestos y la gestión del personal. Un argumento diametralmente distinto al que ponen encima de la mesa trabajadores y amigos del Arqueológico, que exigen a la Junta que lleve a cabo un proyecto que revitalice el museo.

En concreto, tras haber recogido medio millar de firmas para exigir al delegado de Cultura que se vuelque en el futuro del museo, han convocado una concentración a las puertas del Arqueológico para el sábado 13 de enero con el fin de visibilizar el descontento que tiene el personal y los investigadores asociados por las decisiones que está adoptando Cultura con el centro. Según afirman, la destitución de Manuel Ramos es un golpe para la institución porque el director saliente, que apenas llevaba un año en el cargo, estaba “revitalizando” y sacando del “letargo” al museo.

Público reducido

Con casi 150 años de historia y situado en una de las zonas más privilegiadas de Granada como es la Casa de Castril en la Carrera del Darro, la trayectoria reciente del Museo Arqueológico está marcada por los problemas que afectan a su exposición. Fue clausurado temporalmente en 2010 por problemas en la estructura del histórico edificio que lo alberga, pero no reabrió hasta 2018. Entonces, lo hizo sin tener todas las salas disponibles ni un proyecto museográfico definido, según denuncian quienes desde esa fecha piden a Cultura que reoriente el futuro del museo.

Pese a la “dejadez” que dibujan desde el personal del centro, lo cierto es que la ubicación del museo hace que las visitas sean habituales, estando a pocos metros del Paseo de los Tristes. Eso sí, el ambiente en las seis salas que están abiertas es muy tranquilo porque apenas se concentran unos pocos turistas en cada turno. Quienes acuden sin expectativas reconocen la belleza del edificio, aunque señalan que la exposición fija es “pequeña” y quienes conocían la situación de la institución antes de su cierre en 2010 critican que haya menos salas y menos piezas accesibles al público que entonces.

Según las cifras de visitantes que aporta la Junta de Andalucía, entre enero y noviembre de 2023 pasaron por las instalaciones del Museo Arqueológico casi 90.000 personas, una cifra mayor de la acumulada en todo 2022 cuando los visitantes se quedaron en algo más de 86.000. Aunque si se comparan esos datos con los del Museo Arqueológico de Córdoba, el centro cordobés ronda las 250.000 visitas cada año. Además, en 2023 incluso se llegó a celebrar un festival floral en octubre que congregó a 30.000 personas.

Un proyecto para dotar al museo

Gonzalo Aranda, catedrático de Arqueología de la Universidad de Granada (UGR) y uno de los investigadores asociados a la institución granadina, lamenta la “decadencia” que está viviendo el centro desde su reapertura. “Falta un proyecto museográfico que parecía que podía ser impulsado por el anterior director, pero que ahora no sabemos cuándo se realizará”, señala. En ese sentido, como investigador que trabaja obteniendo piezas arqueológicas que deberían exponerse en el museo, critica que “no haya espacio suficiente ni un plan para recoger las muestras que los diferentes equipos asociados van datando”. Para Aranda es “incongruente” que Granada quiera ser Capital Europea de la Cultura en 2031 mientras “abandona” uno de sus museos más importantes.

Como no hay proyecto, según los críticos con la gestión de la Junta, tampoco hay personal suficiente ni un debate que resuelva la cuestión de si el actual inmueble es el ideal para albergar la exposición que podría tener el Museo Arqueológico. Faltan trabajadores en puestos clave como el de asesor técnico de conservación, el de titulado superior en museística o administrativo.

Por otro lado, la exposición actual cuenta con 120 piezas de un valor histórico incalculable ya que abarcan desde el paleolítico hasta la dominación árabe de Granada. Pero podrían ser muchas más. “Tenemos muchos restos arqueológicos que están guardados esperando a ser expuestos porque no se sabe qué hacer con ellos”, asegura Aranda.

Además, quienes claman por un nuevo rumbo para el museo han elaborado un manifiesto que pone de relieve sus necesidades: “Necesita de unos almacenes capaces de albergar en condiciones de óptima conservación los materiales arqueológicos y de recepcionar los miles de restos arqueológicos que desatiende por falta de espacio. Necesita laboratorios para los investigadores y para la conservación y restauración de piezas. Necesita de un programa estable de difusión y divulgación. Necesita de servicios para atender a los visitantes, climatización de las salas, accesibilidad, biblioteca, salón de actos y una sala de exposiciones temporales”.

Con las cartas encima de la mesa y la presión creciente por las decisiones adoptadas –o la falta de ellas–, el delegado de Cultura de la Junta de Andalucía en Granada, Fernando Egea, explica que el cese del director del museo se ha llevado a cabo con la ambición de darle un “impulso importante” al centro. Entiende que el responsable saliente, Manuel Ramos, no estaba dentro de la dinámica de poner en marcha el proyecto museológico y arquitectónico que se busca.

Por otro lado, Egea afirma que el Ministerio de Cultura, que es propietario del edificio que alberga al museo, ha dado la espalda al mismo: “En los últimos 30 años el Museo Arqueológico no ha tenido un compromiso, ni una ayuda, ni una inversión del ministerio”. Dice que se llegaron a ofrecer dos millones de euros dentro del Plan Alhambra para ampliarlo, pero que desde el Gobierno central se rechazó dicha posibilidad. “Lo que necesitamos ahora es impulsar de nuevo el Museo Arqueológico. Volver a abrir las salas que no están abiertas y seguir explorando las posibilidades de ampliaciones y de mejora”, sentencia Egea.

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