Los terremotos de Granada provocan daños en un centenar de viviendas de la zona de los epicentros
La serie de terremotos que han agitado Granada en las últimas horas han provocado daños en, al menos, un centenar de viviendas próximas a los epicentros localizados próximos al municipio de Santa Fe. El primer seísmo de 4,5 mbLg, que es el de mayor magnitud ocurrido en la provincia desde 1984, tuvo lugar a las once y media de la noche del jueves y ocurrió en la localidad de Cijuela a una profundidad superficial de alrededor de 5 kilómetros, lo que provocó los daños que se han reportado ahora.
Según el alcalde cijueleño, Juan Antonio Bellido, los primeros análisis apuntan a que entre 90 y 100 casas han sufrido algún tipo de desperfecto por culpa del terremoto. “Ya hemos hecho un comunicado a la población para que se pongan en contacto directo con el fondo de compensación de seguros”. En principio, no hay daños estructurales que comprometan las edificaciones, pero sí hay grietas en tabiquería y juntas de tabiques que han aparecido por culpa de este movimiento telúrico al que hasta ahora le han seguido ocho más. Lo mismo que ha ocurrido en Chauchina, otra localidad próxima, según ha podido contrastar este medio.
La primera réplica tuvo lugar apenas dos minutos después del primer seísmo de 4,5 mbLg. En este caso, y como ocurrió el pasado mes de enero, el epicentro fue Santa Fe y la magnitud registrada alcanzó 3,1 mbLg. Como fue muy próximo en el tiempo con el anterior terremoto y Santa Fe está muy cerca de Cijuela, este movimiento del suelo preocupó aún más a la población de la localidad santaferina. Sin embargo, el Ayuntamiento de Santa Fe solo ha registrado la caída de unos ladrillos del muro de una vivienda deshabitada. Los arcos y la iglesia que se dañaron en invierno durante el anterior enjambre sísmico no presentan nuevos contratiempos.
Tras el susto inicial que provocaron estos dos primeros terremotos, la provincia de Granada ha tenido varias réplicas en la misma zona. Según datos del Instituto Geográfico Nacional, durante la noche ha habido una treinta de pequeños seísmos en el mismo lugar, aunque solo cinco de ellos han sido perceptibles, con magnitudes que han rondado los 2 mbLg. Pocas horas después, sobre las dos y media de la tarde, Santa Fe ha vuelto a ser el epicentro de otros dos movimientos telúricos de similar magnitud, aunque sin que ninguno haya causado daños en las viviendas y edificios del entorno.
Esta serie de terremotos llega casi siete meses después de que el pasado invierno hubiese un enjambre sísmico que provocó más de mil en tan solo una semana. Una cifra muy destacada ya que en todo 2020 hubo algo más de esa cantidad en toda Andalucía. Aunque aún es pronto para saber si Granada está de nuevo ante otra serie de seísmos en enjambre, hay indicios que no descartan esa posibilidad. De hecho, algunos geólogos y expertos sostienen que podría ser el mismo enjambre que no se ha detenido aún, dado que los tiempos geológicos son mucho más extensos que la medición humana que puede hacerse en meses.
Fenómeno habitual en Granada
Granada no es ajena a los terremotos y suele vivir episodios de este tipo cada cierto tiempo, aunque la provincia no era testigo de un seísmo tan notable desde hacía 37 años. Fue tan relevante que vecinos de diversos municipios de Málaga, Jaén, Córdoba e incluso Sevilla aseguran haberlo notado. Los granadinos, por su parte, recuerdan cómo en el verano de 1979 se vivió una situación similar con varios terremotos que rondaron los 3 y los 4 mbLg de magnitud. Aunque, sin duda, el último enjambre sísmico del pasado invierno es el que más estrés ha provocado entre los ciudadanos. Algunos de ellos aseguran estar sufriendo episodios de estrés tras haber vivido el ocurrido en Cijuela en la noche del jueves y sentirse incapaces de hacer nada al respecto.
Los geólogos y expertos consultados por elDiario.es Andalucía aclaran que las fallas en las que se están produciendo estos corrimientos de tierra son “relativamente pequeñas” por lo que no deberían producirse terremotos de magnitudes excesivamente grandes. No obstante, en la provincia de Granada sí ha habido algunos que han superado los 6 mbLg de magnitud. Sin ir más lejos, en 2010 tuvo lugar uno en Nigüelas de 6,2 mbLg que fue imperceptible para la población porque ocurrió a más de 600 kilómetros de profundidad.
Esa es otra de las claves que explican por qué algunos seísmos son más intensos que otros pese a que la magnitud del movimiento sea mayor. A mayor profundidad, menos efecto tienen sobre la corteza terrestre y, por lo tanto, menos incidencia en la vida humana. Por otra parte, el suelo sobre el que se asienta una ciudad o en el que se produce un terremoto, también es esencial para explicar por qué se percibe más o menos. En el caso de Granada capital y su área metropolitana, se percibe más porque el terreno es más inestable al ser una vega sedimentaria, según aclaran los expertos. De ahí que las ondas sísmicas puedan durar más tiempo en el suelo, alargando la sensación del movimiento telúrico.
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