La futura Ley de Emprendimiento echa a rodar con el reto de ganar en contenido en su tramitación parlamentaria
“No veo a la oposición preguntarme por la Ley de Emprendimiento”, manifestaba recientemente la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en el marco de su participación en Encuentro SER donde en reiteradas ocasiones lamentó que los demás partidos no se interesaban por lo que estaba haciendo su ejecutivo. Este miércoles, el proyecto de ley ha logrado iniciar su tramitación parlamentaria tras rechazar el PSOE y C's la enmienda a la totalidad presentada por IU, y en la que el PP y Podemos han optado por la abstención.
El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, ha defendido un texto que “coordinará las políticas de la Junta de Andalucía para garantizar el derecho de las personas a poner en marcha un proyecto empresarial en igualdad de oportunidades” y ha destacado que la propuesta de partida incluye “una cartera de 15 servicios”.
Frente a las críticas de que sólo recopila lo que ya existe y lo hace ley, el consejero también ha replicado. Se ha centrado en destacar que “Andalucía será la primera comunidad autónoma con un sistema público integral para emprender”. En realidad, ha destacado “novedades” como “los servicios dirigidos a conectar emprendedores e investigación”, el respaldo para que éstos “tengan acceso a financiación” o el “asesoramiento para jóvenes y mujeres” o el “emprendimiento de nuevas oportunidades”, para personas que han tenido experiencias fallidas previas.
Desde IU, José Antonio Castro ha insistido en pedir que el texto fuera devuelto a Consejo de Gobierno por su “falta de sentido, indefinición del objeto y graves errores de diagnóstico”. En su opinión, “hay que recoger medidas concretas y no sólo el derecho a emprender”. Sin embargo, IU entiende que esta propuesta “configura un modelo que va en contra de leyes que vinculan la obligación de los gobiernos a la creación de empleo y el derecho de la ciudadanía al trabajo, no al emprendimiento, que en sí mismo no es un derecho, sino una opción”.
Podemos se ha abstenido “para no evitar que se debata” pero entiende que el nuevo modelo productivo que necesita la comunidad autónoma “depende de una reindustrialización y no de que la gente pueda idear un empleo en su casa”, en palabras del diputado David Moscoso. “El emprendimiento es más un espejismo que una solución”, apostilla su compañera de bancada Esperanza Gómez.
“Decepción” también en las filas del PP, cuyo diputado Jaime Raynaud ha recordado que hace “seis años” que se promete esta ley, pero ha llegado con un texto “vacío de contenido”, “descafeinado” y que ni siquiera contempla “una línea que se refiera a la financiación de la ley”, presentada como la LAFE (Ley Andaluza de Fomento del Emprendimiento).
Tampoco el sector parece muy convencido. El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Andalucía (ATA), Rafael Amor, critica en declaraciones recogidas por Europa Press que el texto “se base sólo en un reconocimiento del derecho a emprender”, y no contemple “medidas concretas”. Y citaba como ejemplos una mejora en la tarifa plana a 24 meses, la deducción en la cuota íntegra autonómica del IRPF, la exención del impuesto de sucesiones y donaciones en el caso de herencias destinadas a emprender figuran... “Esta ley debe tener el propósito de ser igual de ambiciosa o si cabe aún más, que la Ley estatal de Medidas Urgentes para los Autónomos que contiene más de 20 medidas concretas y que ha sido aprobada por unanimidad”, sostiene.
“Sí hay propuestas que son novedosas y se han negociado con la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), donde está ATA, y la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE)”, valora el portavoz de C's, Juan Marín. En todo caso, reconoce que se han comprometido con ATA a tener en cuenta sus peticiones durante la tramitación parlamentaria. “Hoy entra en el Parlamento de Andalucía la Ley de Emprendimiento, el punto 1 del pacto de investidura en su apartado económico. Lo que se firma con C's, se cumple”, insiste.