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Normalidad y comprensión en el primer día de movilizaciones de Bizkaibus

Gorka Ascorbebeitia

Durango —

Alrededor de las 8:10 de la mañana de hoy, en la parada de la plaza Magdalena de Durango una veintena de personas esperaba al autobús que diariamente sale 5 minutos más tarde en dirección a Bilbao. Al colectivo, formado en su mayoría por trabajadores y estudiantes, le esperaba una desagradable sorpresa al constatar que el autobús de las 8:15 no iba a llegar. Entre alguna que otra cara larga y puntuales aspavientos, la sensación general ha sido de comprensión por las movilizaciones de los profesionales de Bizkaibus. “Al final, los trabajadores estamos todos en el mismo barco”, ha resumido Miguel, a la espera de que llegara el siguiente autobús de servicios mínimos para poder acudir a la oficina de la capital vizcaína donde trabaja.

“Había oído que iba a haber huelga, pero ni me acordaba de que era hoy”, comentaba Miguel entre furtivas miradas al reloj. Habitualmente coge el autobús de las 8:00, pero hoy por la mañana ha tenido que atender a su hijo pequeño y ha optado por el que sale un cuarto de hora más tarde sin darse cuenta de que los paros iban a afectarle de lleno. “Si es necesario llevaré el coche, pero tendré que ir hasta Sarriko a aparcar y luego cogeré el metro”, explicaba. Al final, el siguiente autobús de servicios mínimos ha llegado a las 8:30 proveniente de Arrasate, por lo que tampoco se ha visto demasiado perjudicado.

La única molestia ha sido que el gran número de personas que se han concentrado en la parada ha propiciado que alrededor de una docena de ellas tuvieran que viajar en pie. “La verdad es que a estas horas suele ser bastante normal que alguien vaya en pie, los de Iurreta -siguiente parada del autobús- no cogen asiento nunca”, se quejaba Miguel. “¡Ya podían poner más refuerzos en las horas punta!”, añadía.

Algo parecido les ha ocurrido a Aitor y Alba, ambos estudiantes, él universitario en la facultad de Sarriko y ella de un ciclo formativo de estética en el Casco Viejo. También tenían intención de coger el de las 8:15, pero han tenido que esperar un cuarto de hora adicional que irremediablemente les ha dejado abocados a llegar tarde. A pesar de ello, una vez más la comprensión por las movilizaciones ha sido la primera reacción. “Voy a llamar ahora al centro y no creo que me digan nada si es por una huelga”, aseguraba Alba. “Podría perderme microeconomía, pero tampoco creo que pase nada”, añadía Aitor antes de saber que los servicios mínimos estaban a punto de llegar.

En una situación algo peor han quedado Pedro, Garikoitz y Bittor, profesores del Instituto Fray Juan de Zumarraga que hoy habían planeado una salida a Bilbao para ver el Ayuntamiento y el Sifón de la Universidad de Deusto junto a sus 17 alumnos de 3º y 4 de la ESO. No son usuarios habituales del autobús y la huelga les ha pillado por sorpresa. Alrededor de las 8:20 se han empezado a reunir en la parada, pero no han podido coger el de y media porque todavía les faltaba algún alumno. Tras constatar que el de las 8:45 no ha llegado, han decidido optar por usar el tren, han reunido a todos sus alumnos y se han encaminado hacia la estación de Ezkurdi.

También a Iñaki y Joserra, trabajadores de EITB en Bilbao, les ha pillado la huelga por sorpresa aunque en su caso, sí que son usuarios habituales del autobús. Tras esperar cerca de un cuarto de hora en la parada, se han reunido con otra compañera y han optado por usar su vehículo propio, al tener acceso al parking de la sede de la radio televisión vasca. Su reacción ante la desagradable sorpresa también ha sido de comprensión. “El día que nos veamos en una situación parecida, nosotros también haremos lo mismo”, apuntaba Iñaki.

Los paros, convocados de forma unánime por todos los sindicatos de Bizkaibus, continuarán esta tarde de 18:00 a 20:00, salvo que los trabajadores de Bizkaibus alcancen un acuerdo con la Diputación. Este jueves, 26 de septiembre, las movilizaciones arreciarán con una jornada de huelga. A partir de la semana que viene, sus planes pasan por realizar otro día de huelga semanal hasta llegar a la paralización total del servicio del 21 al 27 de octubre.

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