Astander negocia con Brittany Ferries la puesta a punto de sus buques
Astilleros de Santander (Astander) negocia con Brittany Ferries un contrato para la adaptación de sus buques a la normativa europea de emisión de gases. Debido a esta reglamentación, los barcos que naveguen por aguas europeas, en las rutas delimitadas entre Brest (Francia) y el Báltico, tienen que tener unas emisiones de azufre inferiores al 0,1%. Y para alcanzar estos niveles, la naviera inglesa ha optado por instalar en sus embarcaciones unos dispositivos que laven los gases de escape.
Según ha podido saber eldiario.es, el astillero cántabro está muy cerca de cerrar un acuerdo con la compañía británica. Fuentes cercanas al sector apuntan a este mismo mes de abril para que ambas empresas hagan público dicho convenio, una vez pasadas las vacaciones de Semana Santa.
El taller naval ubicado en el municipio de Astillero ya ha instalado recientemente este sistema de lavado en tres barcos de la firma anglosajona: en el Normandie, entregado en diciembre del año pasado; en el Barfleur, finalizado en los últimos días de marzo, y en el Cap Finisterre, de 204 metros de eslora y 25 de manga, en el que están trabajando actualmente y prevén entregar el próximo mes de mayo.
Además de estas reformas, que conllevan un tiempo de trabajo de entre diez y doce semanas por cada nave, desde hace aproximadamente dos años la plantilla cántabra viene realizando labores de mantenimiento en los ferries que realizan las rutas de la compañía anglosajona entre los puertos del norte de España y los del sur de Inglaterra, como Portsmouth y Plymouth. Cada nave hace una parada técnica en la que se revisa su estado y se le realiza una puesta a punto durante unos quince días al año.
Astander ha negociado hasta ahora 'contrato a contrato' estos trabajos de adaptación de los ferries a las nuevas reglas de la Unión Europea. Sin embargo, la compañía británica estudia redactar un convenio más amplio, que incluya las labores para varias de sus naves. Un contrato muy suculento para un sector como el de los astilleros, en el que existe una competencia muy fuerte. Entre otros motivos, por la mano de obra barata que ofertan los astilleros situados en los países de Europa del Este, donde el salario es inferior al de España.
De materializarse el contrato, estas tareas garantizarían a Astander una carga de trabajo para todo lo que resta de año y comienzos de 2016. Sería una “excelente noticia” para los 92 empleados que forman la plantilla, a los que se suman más de tres centenares a través de las subcontratas. En los últimos tiempos, los trabajadores han estado sometidos a un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) aunque la actividad en el taller se está recuperando. Desde mediados del año pasado, los dos diques han estado con una ocupación casi total.
Astander es un astillero con más de cien años de historia, que dispone de dos diques secos, pudiendo albergar navíos de hasta 230 metros de eslora y 32 de manga. Está dedicado a la reparación de buques y también a su transformación, un valor añadido que le hace diferenciarse de otros talleres navales.
Así, por ejemplo, el año pasado reconvirtió el barco de un armador canadiense utilizado como aprovisionamiento en plataformas petrolíferas en un buque-factoría marisquero, que permite desarrollar todo el proceso: desde la captura del pescado hasta su envasado, congelación y preparado para poder ponerlo a la venta. Estas tareas se prolongaron durante cerca de medio año y se realizaron de forma simultánea a las reparaciones previstas en otras embarcaciones.