Un colegio rural de Albacete, ganador de los premios nacionales de innovación educativa
Este era el momento en el que se daba al CEIP Antón Díaz de El Bonillo como ganador. Había quedado el primero en las votaciones y, finalmente, se ha llevado el premio. Ha ganado el I Premio de Innovación Educativa con su aula ‘Wearable Methodology’ en la categoría de ‘Diseños de espacios de aprendizaje’. Es un aula en la que no hay pupitres, muy diferente de esos espacios convencionales donde se imparten las clases. Tanto es así que tienen césped en el suelo y algo parecido a varias casetas.
Pero lo que es verdaderamente innovador es su dinámica de aprendizaje. Sin libros, ni lápices, tampoco pizarras. Se utilizan objetos inteligentes, que son objetos que llevan incorporado un chip. Los alumnos disponen de unas pulseras weareables (portables). Están agrupados en equipos y cada equipo, al que le corresponde una pulsera, tiene que buscar la solución entre los objetos inteligentes que se reparten por el aula. El chip incorporado se pasa por la pulsera que les va dando la solución al ejercicio.
Es una dinámica de aprendizaje que, tal y como describe la coordinadora del proyecto, Lola Haya, persigue que se conecte con el entorno y relacionando los conceptos y fomentando la cooperación, saliendo de la normalidad de las clases en las que el docente explica y ellos permanecen sentado en el pupitre y con un escaso nivel de interactuación.
¿Qué se consigue con esta novedosa metodología? Motivación. Y es que “rompe los esquemas del aula tradicional, los niños pueden interactuar con los compañeros” lo que los hace llegar al aula Wearable más motivados. Pero además, esta forma de aprendizaje fomenta el trabajo cooperativo ya que “entre todos tienen que llegar a la solución”, algo que no sucede en la metodología tradicional.
Competición en toda España
El CEIP Antón Díaz competía con centros educativos de otros puntos de España, la mayoría privados, y al final ha conseguido llevar el premio por el diseño de este aula. Algo que hace diferente al centro educativo que ya de por sí tiene sus peculiaridades: se trata de un colegio rural, es decir, en un municipio con poca población y en el que apenas cuentan con 160 alumnos.
El aula wearable forma parte de un proyecto más amplio, el ERASMUS+ “Wearable Methodology” que se está desarrollando entre cuatro socios europeos, dos en España, el colegio Antón Díaz de El Bonillo (Albacete) y la Universidad de Castilla La Mancha, concretamente el Instituto de Investigación de Informática Ia3 de Albacete, además, el colegio St. Kliment Ohridski de Bulgaria y el colegio Petar Zoranić Nin de Croacia.
Los tres colegios pertenecen a zonas rurales y escolarizan a alumnos con necesidades educativas especiales. “Todos compartimos las mismas inquietudes innovadoras y transformadoras en educación y la necesidad de adaptar las metodologías de enseñanza-aprendizaje a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación”. Además les sirve para intercambiar experiencias y buscar, entre todos, nuevas fórmulas que les ayuden a mejorar el rendimiento de los alumnos. , así como a adquirir las competencias básicas, especialmente la competencia en lengua extranjera (inglés).