El yihadismo, “una amenaza autóctona”
“La operación de esta noche certifica lo que ya sabíamos: tenemos presencia del yihadismo aquí. Esta es una realidad con la que debemos convivir y que tenemos que combatir”, afirmó el conseller de Interior Ramon Espadaler en la rueda de prensa para explicar la operación policial de la madrugada pasada. “El yihadismo ya no es un fenómeno importado, es una amenaza autóctona”, explica a Catalunya Plural el periodista Antonio Baquero, experto en terrorismo internacional. “Tienes la amenaza de los que han regresado de Síria o de Iraq porque estos tienen experiencia militar, pero tienes también la amenaza de los que están aquí”, añade.
El “punto de inflexión importante” respecto a operaciones anteriores es que la célula desarticulada era “abiertamente vinculada con DAESH (Estado Islámico), era completa y estructurada”, remarcaba el conseller. Otro punto que se ha destacado es que de los once detenidos, cinco son de nacionalidad española, cuatro de ellos conversos, que no tenían vinculación con países árabes en sus orígenes. Jordi Moreras, antropólogo social y profesor de la URV, explica en declaraciones a Catalunya Plural que hay muchos catalanes que se ha hecho musulmanes en las últimas décadas y su camino ha ido a favor de la paz. “De conversiones siempre ha habido, lo que estamos observando es el hecho de que hay una entrada al islam fundamentalista”, aclara.
“El radicalismo ofrece una ideología, no es cuestión de religión, porque el yihadismo no habla de religión”, explica Moreras con la voluntad de hacer entender que los españoles detenidos la madrugada anterior por los Mossos por formar parte de una célula yihadista no son españoles conversos al islam, sino españoles conversos al yihadismo, una opción ideológica.
Lo que se ha de entender, enfatiza Moreras, es que se trata de un combate ideológico: “no es cuestión de depuración religiosa”. I dice que el arraigo de ciudadanos a este movimiento se parece al de aquellos ciudadanos que se unen a grupos de ultraderecha.
Cinco españoles entre los detenidos
Entre los detenidos había un menor de 17 años y una mujer. Referente a la nacionalidad, entre los once habría cinco personas de nacionalidad marroquí, cinco españoles y un paraguayano. Se habrían dedicado a captar jóvenes para radicalizarlos. De estos jóvenes uno de ellos continua en Iraq y tres fueron detenidos el mes de diciembre pasado cuando viajaban a Siria.
“Vivimos en un proceso en el que algunas de las personas se sienten desarraigadas, desvinculadas, sienten que no forman parte de la realidad en la que vivimos; por las mentidas, la corrupción…”, señala Moreras como una de las causas que podría empujar a los ciudadanos a unirse a esta corriente ideológica. Hasta ahora se había apuntado siempre la mala integración de los hijos de inmigrantes como la principal problemática pero Moreras asegura que “no estamos hablando de segundas generaciones mal integradas, sino de gente de nuestra población que no está integrada”. “El desarraigo no es solo cuestión de hijos de padres inmigrantes. Es una cuestión de búsqueda de identidad. El proceso de desarraigo es patrimonio de nuestros jóvenes, no es algo solo de los inmigrantes”, enfatiza.
El yihadismo podría ser para algunos ciudadanos, como para los detenidos, la “respuesta a un modelo de sociedad a la cual quieren desvincularse”, explica el antropólogo. Es, por tanto, una ideología que “de alguna forma triunfa” también aquí, añade. “El verdadero problema, no es la radicalización sino el desarraigo que viven los jóvenes” enfatiza. La solución, para Moreras, empieza por darse cuenta que un problema, el del desarraigo, que “creíamos que solo afectaba a los jóvenes inmigrantes, también afecta a los jóvenes de origen y nacionalidad española”.
El motivo de este desarraigo, apunta Morera, podría ser el hecho de que algunos de estos jóvenes no han tenido la suerte de contar con “instituciones válidas”, como otras generaciones han tenido. “Los más adultos hemos tenido instituciones validas, estudiábamos y teníamos trabajo, pero las instituciones de hoy no son capaces de integrar a los jóvenes”, apunta.
Moreras dice que será necesario esperar a tener más información para estudiar el contexto de los detenidos de los que finalmente se compruebe que formaban parte de la célula para analizar el contexto y las causas concretas.
Las redes sociales no son la única vía de contacto con el yihadismo
El comisario jefe de la policía catalana, Josep Lluís Trapero, subrayaba en la rueda de prensa que las mezquitas no son el foco de la radicalización. Según Baquero, “en los sitios de culto no van porque saben que están muy vigilados. Se encuentran por ejemplo en domicilios”. Trapero explicó que se ha aportado al juez “una serie de indicios y medios probatorios que mediante charlas se está intentando influir en estas personas”, en algunos casos para llevar personas hacia Siria y en otras para que colaboraran a la hora de cometer atentados aquí en Catalunya.
Las redes sociales, entonces, tampoco serían la única vía a través de la cual los jóvenes entran en contacto con esta ideología. “Lo hacen a través de amigos, contactos, con gente con quien comparten entorno”, explica Moreras. A pesar de esto, las redes sociales siguen siendo una vía muy importante, ya que muchos de ellos las utilizan para ponerse en contacto con el fenómeno.
La desarticulación de esta célula pone fin a una operación en la que los Mossos han estado trabajando des de hace trece meses. “La operación ha estado en todo momento controlada. En ningún momento la existencia de esta célula ha generado ningún tipo de peligro porque está en vigilancia desde hace trece meses”, quiso dejar claro Espadaler. Según dijo, esta tenía básicamente tres funciones: captaba y radicalizaba jóvenes, mandaba algunos de estos jóvenes a Siria o Iraq, y tenía voluntad de atentar en Catalunya. Para Antonio Baquero, el reclutamiento de gente para marchar a Iraq o Siria y la voluntad de cometer un atentado aquí “son las dos caras de un mismo fenómeno”.
Los Mossos informaban de que se trata de la operación más importante contra el terrorismo yihadista que ha tenido lugar en Catalunya en los últimos años, tanto por la dimensión de la célula como por la actividad que hacían. Jordi Moreras, pero, afirma que será necesario esperar para ver si realmente es tan grande como parece. Con todo, el caso se encuentra bajo secreto de sumario e Interior no ha podido dar más detalles de la célula desarticulada.