Adoctrinamiento liberticida de la derecha y la Iglesia
Tras tres décadas de neoliberalismo y carcundia es hora de dejar claro que la verdadera libertad está en la enseñanza laica. Es una impostura que los neoliberales se hayan apropiado del concepto y la garantía de la libertad: en la educación y en tantas otras cuestiones. Porque la libertad de enseñanza –y por lo tanto la posibilidad de librepensamiento- siempre fue patrimonio del socialismo. Karl Marx, como gran periodista también, siempre la defendió: “La libertad es la esencia del hombre, a tal punto que hasta sus adversarios la realizan, aunque combatan su realidad: quieren apropiarse, como del adorno más preciado, lo que rechazaron como adorno de la naturaleza humana”. Pero Marx vinculó su teoría de la libertad con el hombre real y su situación y relaciones sociales, con su naturaleza y con su dimensión histórica. Criticó ya entonces esa libertad de la que hoy se jacta la derecha: concepción idealista, egoísta, desvinculada del mundo empírico real, simple autonomía de la libertad o autodeterminación interior. Pura y cínica visión burguesa del hombre abstracto: libertad solo para ellos.
Un ejemplo de cómo la Conferencia Episcopal, brazo inmoral de la derechona, pervierte pro domo sua los contenidos substanciales de la libertad y es quien adoctrina es el tema de la familia. En la clase de religión católica, al alumnado se le inculca todavía que solo hay un tipo de familia permitida, decorosa y sacramental: la tradicional-nuclear de matrimonios indisolubles. Obviamente están imponiendo e interiorizando en los niños unas creencias, dogmas e ideologías consideradas valores incontestables y absolutos. Les cercenan la libertad de pensamiento que recoge la Convención de Derechos del Niño de la ONU. Esto es ADOCTRINAMIENTO ECLESIAL impidiendo que el alumnado sea capaz de leer, sin cortapisas, ni sambenitos, las realidades concretas de nuestro tiempo complejo y en constante mutación. Este dogmatismo no tiene justificación ni en la ciencia ni en la realidad.
Se podría decir que ninguna educación es neutral. De acuerdo. Mas el buen maestro no inculca sus opciones políticas o religiosas, aunque los niños sepan que las tienen. El buen profesor muestra, no adoctrina. Ofrece al alumno métodos e informaciones contrastadas, le hace reflexionar, analizar, comparar, cuestionarse las propias conclusiones. Siguiendo con el ejemplo de la familia, el alumnado de un instituto realizó un trabajo de investigación al respecto, en la asignatura de valores éticos, desde la antropología, la sociología y el punto de vista jurídico. Para ello aprendieron que las ciencias sociales utilizan, sin prejuicios, métodos sistemáticos de investigación empírica, análisis de datos, elaboración teórica, y valoración lógica de argumentos según las pruebas existentes y razonables. Y se pusieron a investigar sobre las familias de hoy y a lo largo de la historia desde el punto de vista antropológico, el sociológico y el jurídico. ¿Qué comprobaron este alumnado en contraposición al de religión?
Primero: Que la familia forma una unidad económica cuyos miembros adultos son responsables de la crianza de los niños, aunque la naturaleza y estructura de las relaciones familiares varía considerablemente. Según culturas, países, épocas, tribus, demografías… la humanidad ha ido organizándose de la manera más operativa posible para subsistir. Ninguna familia puede atribuirse una superioridad sobre otra –a no ser que viole derechos humanos, y la católica los violó con las mujeres-. De manera que hay múltiples estructuras familiares según la vinculación entre sus miembros y la forma en que se organizan.
Segundo: Que solo aquí y ahora, en toda Europa, hay muchos tipos de familias legales, y con el derecho fundamental al divorcio (por cuestiones de espacio no definiré en qué consiste y se diferencia cada una de las otras): 1- familia nuclear; 2- familia de doble carrera; 3- familia semitradicional; 4- familia polinuclear; 5- familia ampliada; 6- familias agregadas; 7- familias monoparentales; 8- familias educadoras; 9- familias reconstruidas; 10- familias acogedoras; 11- familias homosexuales; 12- familias transexuales; 13-familias de cónyuges solos; 14- familias monofiliares; 15- familia tradicional; 16- familia ensamblada… Aprendieron también que toda esta tipología familiar podía darse con la alianza o unión de dos personas o simplemente mediante la convivencia en uniones o parejas de hecho. Supieron también desde la antropología lo que fue el matriarcado, la poligamia, la poliandria, la gran variedad de sistemas de parentesco y el porqué de la prohibición del incesto. Acabado el trabajo los alumnos dibujaron cada tipo de familia en cartulinas de colores poniendo debajo qué tipo de familia era, el género de los componentes, y el símbolo o logotipo de cada integrante familiar. El alumnado de la clase de religión al ver las múltiples cartulinas expuestas en el hall del instituto se quedaron entre boquiabiertos y timados por lo que en religión les habían enseñado.
Volviendo al principio: ¿qué alumnos entre estos dos grupos habían sido educados científicamente y con el amplio abanico que ofrece la libertad? ¿Y qué grupo fue manipulado y adoctrinado? (Por otra parte es muy cuestionable que en la familia católica los niños sean más felices; numerosos pensadores han sido muy críticos con ella. Decía el gran poeta y pensador Octavio Paz en el poema Pasado en claro: “Familias, criaderos de alacranes:/ como a los perros dan con la pitanza vidrio molido,/ nos alimentan con sus odios/ y la ambición dudosa de ser alguien”).
Quiérase o no la religión católica es un engrudo ideológico muy difícil de digerir en la educación para la libertad. No olvidemos que la ideología católica mantiene como virtudes la austeridad, el sufrimiento, la renuncia y abnegación de las mujeres, callarse y sufrir ante situaciones de explotación, el sacrificio, la obediencia, la resignación, y mantener la fe ciega o ser un pecador… El fundador del Opus Dei –prelatura con una amplísima red de colegios- Josemaría Escrivá de Balaguer, en su obra Camino dice textualmente en su punto “387: El plano de santidad que nos pide el Señor, está determinado por estos tres puntos: La santa intransigencia, la santa coacción y la santa desvergüenza”. También recomienda el cilicio y flagelarse. Apoyan asimismo el autoritarismo y el elitismo neoliberal (o sea, lo que pretende Vox).
Estamos, con las órdenes religiosas, ante organizaciones muy poderosas política, económica y educativamente. A pesar de que sus colegios concertados los pagamos entre todos, ellos son los que escogen en la práctica al alumnado. Son estos colegios, precisamente, los que practican un tendencioso currículum oculto que transmiten de manera implícita con gran influencia tanto en el aula como en la propia institución educativa: conocimientos, actitudes y valores están presentes aunque no se expliciten como metas educativas. Controlan la mayoría del negocio de los libros de texto. Sus miembros son seleccionados entre las clases sociales con mayor poder económico. Son personas sin apenas desarrollo de la empatía, incapaces de ponerse en la piel del otro si no comparten su religión, su clase social, su origen étnico, sus creencias… Ante todo ello es urgente la revalorización de la enseñanza pública y acabar ya con esa estafa que es la concertada. Se hace necesario relanzar las pedagogías críticas que resignifiquen conceptos y realidades maleados y apropiados por los tecno-conservadores. Coger, por fin, las izquierdas, no solo la bandera de la igualdad, sino también la antorcha de la libertad, contra manipulaciones.
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