Ya no me manifiesto más contra Mazón

Otra vez las calles se llenaron de gente. Esta vez, ayer, también las de Alicante. La pregunta es ¿cuántas veces más? De momento, al único que le viene bien tanto ruido es al bueno de Jorge Bellver, director general de Relaciones con las Corts, que ha sido imputado y no se ha enterado ni el Tato. Por lo visto, al tío le regalaron un reloj Brentley y otro Omega —una para el horario de verano y otro para el de invierno— y una trolley de Loewe (hay que ser hortera) para llevarlos. Presuntamente, siempre presuntamente. Por visto, en 2022 ya le preguntaron si quería comparecer voluntariamente, pero como es más jeta que honrado (presuntamente, siempre presuntamente) prefirió no hacerlo. Bueno, pues le ha llegado el momento. Puede que hasta sea inocente, pero pinta no tiene.

Y a Mazón también le va a llegar el día. Hace un año era tarde o temprano, pero le iba a llegar; ahora más temprano que tarde. Es lo que tiene la realidad, que sigue ahí, aunque no creas en ella. Y tiene una característica más: devuelve el golpe. Si no crees en la gravedad, y te tiras de un sexto piso para demostrarlo, verás a qué me refiero. Pues con la justicia no siempre pasa, pero gracias a Nuria Ruiz Tobarra, a.k.a la jueza de la DANA, pinta que no hay salida y que la gravedad va a obrar su milagro. Es como Terminator en la primera, que hasta que no le chafan bien chafado, no para de perseguirte. Con ella lo han intentado todo y no ha servido de nada. Sigue. Poco acoso, en cambio, según Nacho Cotino —con su flamante 0,7% de audiencia en Va de Bó!— quien nos explicó el otro día que para acoso, el que sufre Peinado. Lo bueno es que además de malos son tontos. Mientras, ella, con paciencia y buena letra, pero siempre adelante. Petit a petit, l'oiseau fait son nid. Que tomen nota algunos; de la DANA se recodará a los héroes, pero también a los verdugos.

Lo de que tenga que comparecer Marbiel Vilaplana está muy bien. Mazón se debe de sentir como en una partida de Fornite, que le va desapareciendo la tierra bajo sus pies. Cuando le toque declarar, seguro que al president —que es a quien de verdad le preocupa— le quedará menos tierra bajo las suelas. Al final estará con el jefe Brody en la escena final de Tiburón, en el mástil, mientras se hunde el barco. Si es que no está hundido ya. Al quien de verdad quiero oír es a él, no a ella, y que aclare también qué le llevó a llamar al alcalde de Cullera.

Yo, a Maribel Vilaplana no le deseo nada, ni bueno ni malo. Lo bueno de ser satanista es que no necesitas ir de hipócrita. Que se apañe. Es cierto que tuvo la mala suerte de estar en el peor lugar en un mal momento, pero tuvo la opción de elegir y eligió mal. Lo digo por su carta, su famosa carta. Esa que revisó su abogado y, como mínimo, el de Mazón (a quien ni cita) porque va más allá de lo increíble que fuera ella “la primera interesada en que se clarifiquen absolutamente los hechos que acontecieron ese día” —la primera no, tiene por delante las familias de las 229 víctimas—.

Pero de su famosa carta, hay una expresión que ha pasado desapercibida. Dice que quiso evitar “el circo mediático”. Hay que tenerlos cuadrados. La que fuera palanganera mayor del PP en Canal 9 y que, cuando anunciaron el cierre, ¡fue la primera en unirse a la rebelión! Desde luego que sabe de lo que habla, porque estuvo en la pista central dando paso a los payasos, pero donde no se le vio fue en la Zona Cero, durante varias semanas, como a otros periodistas (estos no como ella, sino de verdad) informando de lo que pasó y que luego han intentado dilucidar una verdad que ella ha contribuido a ocultar.

También hay que ir como Mazón aquel día para creerse el resto de mentiras: ¿de verdad no escuchó las conversaciones? ¿de verdad “la sesión acabó en una sesión de consultoría”? Ves el documental ¿Dónde estaba Mazón? que publicó el viernes este diario —no he participado, pero me sumo a la medalla— y, la verdad, tienes ganas de que declare. Que aún, un año después, no sepamos dónde estuvo Mazón durante casi una hora es de chiste o de hostia, que cada cual opine.

Y ya que hablamos de periodistas ¿se nos ha olvidado ya que hubo algún palanganero que aseguró que la factura fue de 160 euros? Muchos repitieron como lemings lo que dijo Cruz Sánchez, vicepresidenta de El Español, y que, a día de hoy, huele a trola que alimenta. ¿Ha visto alguien la factura o mintió para hacerle un favor a al president?

A Mazón no le queda ninguna salida. Hasta Tejero ha tenido una más que él. Ahora solo le queda que nos ahorre el tener que salir una vez al mes —las que haga falta— en la misma ciudad y con la misma gente, como en la canción de Maná, Que se vaya a casa, a pedir su dimisión. Que siga los pasos de los consejeros autonómicos del PP en el Consejo Interterritorial de Salud para no dar cuenta de su gestión en el caso de los cribados. Como él, estos pájaros fueron a la cena y cuando tocaba trabajar salieron huyendo sin pensar en las víctimas. Que huya y que aproveche el tiempo para preparar su declaración, porque cada día que pasa es uno menos que le queda de president. O que se vaya a un after. No lo digo por mí, sino por las víctimas. No se lo merecen.