Pablo Casado comienza a enseñarle la puerta a la líder valenciana del PP, Isabel Bonig
El ritmo cardíaco en el PP valenciano ha comenzado a acelerarse en las últimas semanas, tras meses de discreción amparados por la crisis sanitaria y por las elecciones en la Comunidad de Madrid, su principal feudo. Esta semana se filtró una reunión en la que la dirección del partido en la sede madrileña de la calle de Génova trasladó a la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, su confianza en el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, para tomar las riendas del partido en la Comunitat Valenciana; una decisión que la dirección niega, pero que ha conseguido que cale, aún con el congreso regional sin convocar.
El propio Pablo Casado negaba este miércoles favoritismo alguno. “No hay ningún congreso convocado”, respondía desde Madrid. El partido debe convocar su congreso valenciano este año para renovar el liderazgo. Y el mensaje de la dirección parece bastante claro: invitar a la actual dirigente a apartarse para evitar un conflicto en las primarias. Isabel Bonig heredó en 20015 la dirección del partido de Alberto Fabra -fue, en su gobierno, consellera de Infraestructuras- y fue ratificada en un proceso de primarias como presidenta del PP valenciano, aunque sin el apoyo de varios sectores. La presidenta popular se posicionó con la exvicepresidenta del Gobierno de Rajoy, Soraya Sáez de Santamaría, en las primarias en las que salió victorioso Pablo Casado, y su oposición interna ha ido creciendo a medida que ha ido desarrollando su trabajo.
La también portavoz del partido en las Corts Valencianes ha bajado su perfil en las últimas semanas. En el Parlamento valenciano fue muy comentada su ausencia en el pleno del miércoles, aunque el jueves acudió a ejercer la pregunta de control al presidente, Ximo Puig. Antes de sentarse en el escaño, la presidenta expresó, a preguntas de la prensa, que su relación con la dirección estatal va “perfectamente bien” y evitó pronunciarse sobre su futuro hasta que se convoque el cónclave. “El resto, que hablen y digan lo que quieran”, espetó. Bonig insistió en que ella “no se esconde” e ironizó: “Después de todo lo que ha pasado el PP, esto se lleva muy bien”.
Mientras se convocan los congresos provinciales, Mazón guarda silencio sobre su futuro y su entorno evita pronunciarse, aunque el rumor sobre su aumento de poder en el partido ha sido una constante desde que llegó a la presidencia de la Diputación de Alicante. Hasta la fecha, solo ha anunciado su intención de optar a dirigir el partido el alcalde de Ayora, José Vicente Anaya, mientras que el expresidente Francisco Camps fantasea con que el partido le suplique que se presente a la alcaldía de Valencia.
La dirigente popular ha venido manifestando su intención de optar a la reelección aunque, desde este último aviso, se especula sobre la posibilidad de que Casado le ofrezca otro lugar en el que continuar su trayectoria política; un discurso que choca con la incorporación de políticos como Toni Cantó, que dejó Ciudadanos y ahora busca acomodo. De momento, el partido sigue guardando silencio.
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