Compromís califica la consulta de “circo sin garantías” y cree que sus resultados constatan el “ridículo” del PP
El diputado de Compromís en las Corts Gerard Fullana considera que los resultados de la consulta de la lengua base en los centros educativos han constatado el “ridículo” del PP al impulsar esta iniciativa, que ha tachado de “circo sin garantías” al tener el objetivo, a su juicio, de “crispar e intentar desviar el foco de las negligencias” del Consell por su gestión de la DANA del 29 de octubre.
El representante de la coalición valencianista cree que la medida lo único que ha creado es “un gasto inútil de recursos y la separación de alumnado en unidades-gueto inaceptables en una democracia” y, ante esta situación, ha garantizado que defenderán “en los tribunales a las familias que han quedado atrapadas contra su voluntad”.
Para la coalición, los datos de la consulta --el 50,53 por ciento de las familias de la Comunitat han elegido valenciano y un 49,47% han optado por el castellano-- demuestran “el ridículo del PP y Vox” después de que un 70% de familias “han pedido seguir con modelos de enseñanza en valenciano o no han ido a votar”.
Según ha explicado, después de este referéndum las aulas valencianas “perderán la diversidad necesaria de alumnado” y habrá “un desajuste enorme para realizar una atención educativa como toca porque se conformarán las aulas solo con el criterio de lengua”.
El diputado también ha criticado que la Conselleria de Educación “se haya negado” a ofrecer los resultados “por separado” de los centros públicos para, a su juicio, “evitar ofrecer cifras de apoyo rotundo a la enseñanza en valenciano”. Y advierte que ahora “miles de alumnos vuelven a estar en inferioridad de condiciones y pierden derechos porque se les ha quitado la posibilidad de dominar el valenciano a través de la enseñanza”.
La coalición valencianista hacen hincapié en que la opción de la lengua “se hace en la matrícula cuando las familias ven el programa lingüístico de los centros y eligen el que quieren”, razón por la cual califican la consulta de “circo sin garantías” con el propósito de “crispar e intentar desviar el foco de las negligencias de la DANA”. “Una carga burocrática innecesaria para los centros y un gasto de dinero sin sentido”, censura Fullana.
“Efectos irreparables”
La Plataforma en Defensa de l’Ensenyament Públic ha lamentado que la Conselleria todavía no haya dado información precisa de los resultados de la consulta. “El conseller de Educación, con cada paso que realiza con la mal llamada Ley de Libertad Educativa, provoca unos efectos irreparables en la formación del alumnado, pero también en la convivencia lingüística, en el proceso de normalización y en la protección y promoción de la lengua propia, el valenciano”.
“La ciudadanía valenciana no merece que los actuales políticos hagan una gestión tan nefasta como se está haciendo, entre otros sectores, en la planificación educativa”, destaca el portavoz de la plataforma, Rubén Pacheco, quien añade: “Rovira y su odio hacia el valenciano se ha visto frustrado y por eso ha atacado a Famílies pel valencià y a la Confederación Gonzalo Anaya, entidades y movimientos sociales que se estimamos la lengua de oportunidades y vuelan su pervivencia”.
“Movilización masiva por el valenciano”
A juicio del Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament (STPV), se han cumplido los dos objetivos que se habían marcado las entidades movilizadas contra la consulta: “En primer lugar, se han movilizado masivamente las familias que han optado por la enseñanza en valenciano y, en segundo lugar, hemos conseguido cambiar la mal llamada ley de libertad educativa que pretendía arrinconar la enseñanza en valenciano del sistema educativo”.
“Si comparamos los resultados de la consulta con el porcentaje de líneas en valenciano que teníamos hasta el año 2018, es decir, antes de la ley de plurilingüismo del Botànic, podemos afirmar que pasamos de un 30% de enseñanza en valenciano a un 50%”, sostienen, e insisten en que esto también pone de manifiesto lo que STEPV criticaba de la gestión de los anteriores gobiernos del PP respecto a la autorización de líneas en valenciano, “que no respondían a la demanda real, que era mucho más elevada también en aquel momento”.
Ahora, insisten, hay que prestar atención a la aplicación concreta de los resultados centro a centro, “porque dependerá de los porcentajes de voto en cada centro que se respete o no lo que han decidido las familias”. En ese sentido, advierten, “los datos globales no responden necesariamente a lo que después se aplicará en cada centro”.
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