El PP aprobó en 2006 con el visado del Colegio de Arquitectos el cambio que permite ampliar el Clínico sobre la antigua escuela de Agrónomos
El president de la Generalitat, Ximo Puig, presentó el pasado 15 de diciembre el proyecto de ampliación del hospital Clínico Universitario de València, cuyas obras ya se han iniciado y que supone una inversión global de 110 millones de euros para profundizar en la apuesta del Consell por una sanidad pública “fuerte” y un estado del bienestar “potente”, necesarios para afrontar la actual situación de emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19.
El president visitó, acompañado de la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Ana Barceló, las obras de ampliación del Clínico de València, una actuación que permitirá duplicar la capacidad del centro sanitario en camas de hospitalización, de unidad de cuidados intensivos y reanimación y de puestos del hospital de día.
Puig realizó un recorrido por las obras de la primera fase, dotadas con 30 millones de euros, que posibilitarán la construcción, en el área que deja libre la demolición de las antiguas naves de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Agrícola (EUITA) de la calle Menéndez Pelayo, un edificio de hospitalización de una superficie de 12.924 metros cuadrados en el que se instalarán 300 nuevas camas y 37 puestos de cuidados de críticos.
La demolición de estas naves ha recibido fuertes críticas por parte tanto del PP, como de Ciudadanos, y también por parte del Colegio de Arquitectos de Arquitectos de la Comunitat Valenciana, al entender que no se ha tenido en cuenta la protección patrimonial del edificio y que se ha llevado a cabo sin recabar los informes preceptivos cuando existen dudas sobre si esa protección afecta a todo el conjunto a solo al edificio principal.
Sin embargo, ni el proyecto de ampliación del Clínico ni los derribos pueden cogerles por sorpresa, especialmente al PP y al organismo colegial. Y es que, entre los años 2005 y 2006, con el PP de Rita Barberá gobernando con mayoría absoluta, se tramitó la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que permitiría la ampliación de la facultad de Psicología y que además ya preveía la inclusión de un nuevo edificio de cinco plantas sobre las naves de la EUITA.
La documentación para llevar a cabo este cambio de planeamiento la redactó el equipo de arquitectura Vetges Tu Mediterrànea S. L. por encargo de la Universitat de València y cuenta con el sello de visado del Colegio de Arquitectos.
Al respecto, el decano de la institución, Luis Sendra, ha explicado que se trata de un visado exclusivamente de firma, es decir, “un certificado de que el despacho que ha elaborado el documento efectivamente está colegiado, pero que no tiene nada que ver con el contenido del mismo en el que le Colegio no ha intervenido”.
Sendra ha aclarado que lo que la institución ha venido manifestando es que se ha hecho toda la tramitación de los derribos “de una forma muy rápida” y que no se han solicitado “los informes necesarios para determinar si las naves están protegidas”. Además, ha añadido que la idea del Colegio es elaborar un documento técnico que permita resolver este tipo de dudas para que no vuelva a suceder algo así.
Sobre la posibilidad de acudir a los tribunales, ha matizado que se podría plantear si se demostrara que ha habido una cuestión de “mala fe” o algún aspecto que la entidad considere que pueda estar fuera de la ley.
La institución ha planteado en lo que va de año al menos siete recursos contra los pliegos de diferentes concursos de proyectos del Ayuntamiento de València que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TARC) ha acabado desestimando.
Informe de Cultura
Según el informe de la Conselleria de Cultura que avala la actuación, “el antiguo edificio de la EUITA es uno de los inmuebles que el arquitecto Fernando Moreno Barberá diseñó en el entonces denominado Paseo de Valencia al Mar”.
El edificio vecino que actualmente acoge la Facultat de Psicología de la Universitat de València-EG, y los edificios de las actuales facultades de Filosofía y Geografía e Historia, “fueron declarados Bienes de Relevancia Local, y como tales aparecen en el Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano”.
El Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de la ciudad de València, aprobado en 2015 con informe favorable de esta Conselleria, incluyó unas fichas de estos inmuebles, “aunque estas quedaron sin desarrollar íntegramente, puesto que la Universitat de València asumió el compromiso de redactar un Plan Especial de Protección de ese conjunto edilicio”.
El Plan Especial de Protección es el instrumento normativo y urbanístico que permite, tras un estudio detallado de las características de los inmuebles y espacios protegidos, determinar con exactitud el régimen de intervención y protección de estos.
La ausencia de un instrumento de detalle como el Plan Especial “hace imposible determinar con exactitud si las naves que se propone demoler deben ser consideradas como parte intrínseca del edificio de la antigua EUITA, si son contemporáneas a este y obra del mismo arquitecto o si en definitiva hay alguna parte que cumple esos requisitos”
Por todo lo anterior “al no estar normativamente determinados los valores patrimoniales del entorno del BRL (cuya ficha no se aprobó), se informa la viabilidad de la intervención proyectada en parte de la antigua Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Agrícola (EUITA)”.
La resolución sí que advierte de que “el nuevo edificio proyectado deberá asumir el mantenimiento tipológico de fachada, tipologia estructural y mantenimiento de patios”.
Resolución de la Academia de Bellas Artes de San Carlos
La Real Academia de Bellas Artes de San Carlos emitió este lunes un informe sobre la situación de las naves. En el documento expresan su malestar “por la forma en que se ha producido la actuación de derribo, considerando lógica la alarma producida ante esta situación”, al tiempo que lamentan “la poca consideración que la Arquitectura Moderna de calidad tiene en nuestra administración, por ser una edificación cercana en el tiempo y desprovista de la aureola de los viejos estilos históricos”.
Además, instan a la Conselleria de Cultura a que ejerza “su tutela sobre la parcela general de la antiguas Escuelas de Agrónomos y Peritos y de los edificios que la integran, por sus evidentes valores arquitectónicos patrimoniales que deben ser salvaguardados, promoviendo, como dice la ley, con carácter previo a cualquier intervención a realizar, bien una Ficha aprobada referida a la misma en el Catálogo municipal vigente, o bien, mediante un Plan Especial del ámbito de influencia del BRL, Escuela de Agrónomos”.
En ambas circunstancias, “la conselleria debiera dar el impulso a su tramitación, como condición imprescindible para cualquier autorización de obra, reconociendo en ellas, como es lógico, el cambio de uso, pero tutelando el debido respeto patrimonial”.
Por su parte, el Consell Valencià de Cultura (CVC) ha anunciado que también realizará un informe monográfico sobre el asunto.
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