La letra pequeña de los presupuestos de Rajoy: el AVE se retrasa ahora a 2024
El Gobierno de España ha entregado este martes en las Cortes Generales el proyecto de presupuestos para 2018, cuya aprobación sigue en el aire entre otros factores por el 'no' del PNV hasta que se suspenda la aplicación del 155 de la Constitución a las instituciones catalanas. Si se territorializan las inversiones, Euskadi es la tercera comunidad en que más crece la aportación estatal hasta alcanzar los 509 millones de euros (por 385 de 2017). La letra pequeña del documento, en cambio, puede generar una nueva tormenta política: la llegada del AVE sufre el enésimo retraso y del últimamente prometido 2023 se pasa a 2024 y 2025.
Ya advirtió el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en una visita a la estación central de Vitoria, que el plazo de 2023 resultaba “ajustado”. Eso fue en junio del pasado año. Pero todavía el pasado mes de marzo se mantenía 2023 como horizonte para la entrada en funcionamiento de la 'Y vasca', como reiteró De la Serna en la presentación del plan para soterrar el ferrocarril en su entrada a Bilbao. En cuanto a la conexión con Navarra, oficialmente se publicitó la misma fecha.
Ahora, el proyecto de presupuestos, además de un calendario de inversiones, recoge como fecha de “fin” de las obras 2024 para la 'Y vasca' y para el enlace con Pamplona, que en principio se realizará vía Vitoria y no por Ezkio. En cuanto a la conexión hacia Madrid vía Burgos, el calendario presupuestario habla de 2025. En ese año habrán pasado ya más de dos décadas desde que se anunciaran estas obras.
Sea como fuere, y fruto del acuerdo del pasado año entre el Gobierno de Mariano Rajoy y el PNV, la inversión de la sociedad pública Adif crece de manera importante en Euskadi de cara a 2018. Sólo para las obras de los corredores de alta velocidad se destinarán 64 millones a Álava, 112 a Bizkaia y 122 a Gipuzkoa. En total, unos 298 millones. En las cuentas de Castilla y León consta también una partida de 17,4 millones para la unión con Euskadi y en Navarra aparecen otros 26,6. A ello hay que sumar el dinero que se devuelve al Gobierno vasco, que construye gran parte del ramal guipuzcoano y que descuenta el coste de las obras del Cupo que se abona anualmente al Estado. Adif, asimismo, destina otros aproximadamente 35 millones a la red convencional, a los que se suman 16 para Renfe.
En cuanto a los aeropuertos, Aena reserva casi 18 millones para mejoras en Loiu, 7 para Foronda y unos 2 millones para Hondarribia. Más potente es la inversión prevista en los puertos del Estado: 49 millones en Bilbao y 15,5 en Pasaia.
Otra partida muy importante son los 24,7 millones destinados a la construcción de la cárcel de Zubieta en Gipuzkoa, llamada a sustituir al viejo penal de Martutene. En total, se estima en 105 millones la inversión total y se prevé la finalización de las obras en 2020. El Ministerio del Interior, igualmente, prevé algunas reformas menores en dependencias de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Finalmente, el futuro Memorial de Víctimas del Terrorismo de Vitoria recibirá 0,9 millones.
Otra inversión del Estado es la partida de 11,2 millones para la subsede de la fuente de neutrones por espalación (ESS Bilbao). Asimismo, son abundantes las partidas para costas, regadíos y otras infraestructuras hidráulicas y agrarias. En Burgos, por cierto, se destinan 4 millones para el desmantelamiento de la central nuclear de Garoña.
Desaparece, eso sí, la aportación estatal a la reforma de la catedral de Santa María de Vitoria, al menos la partida existente en 2017 del Ministerio de Fomento. Este miércoles el delegado del Gobierno en el País Vasco, Javier de Andrés, comparecerá ante los medios de comunicación para dar todos los detalles del presupuesto territorializado.
