Francia devuelve a España la pistola que se le regaló a Alcalá-Zamora en 1931 como “primer ciudadano de la República”
En un acto institucional celebrado este jueves, la Gendarmería francesa ha hecho entrega a España de una pistola Star que perteneció a Niceto Alcalá-Zamora, quien fuera presidente de la Segunda República española entre diciembre de 1931 y abril de 1936. El arma la rescató a comienzos de año la Gendarmería, a partir de una información brindada por la Guardia Civil, de entre un arsenal ilegal perteneciente a un particular.
La pistola, Star modelo D damasquinada, formaba parte de un arsenal compuesto de veinticinco armas largas, un subfusil y más de tres millares de cartuchos. Se halló en el departamento de Sena y Marne. Desde un primer momento, se investigó por los hechos a cuatro personas, que tienen fijada en el calendario una cita con la Justicia para el año próximo. La operación se armó a partir de una información que la Unidad Central Especial 3 de la Guardia Civil de Gipuzkoa hizo llegar a la Gendarmería.
En la cacha de la pistola que perteneció a Alcalá-Zamora, justo encima del escudo republicano, se puede leer el texto “Al primer ciudadano de la República”, con la firma, inmediatamente debajo, de “El grupo femenino de la Agrupación Republicana de Eibar”. Star era una empresa con sede en Eibar, fundada por los hermanos Bonifacio y Julián Echeverría Orbea, hijos de otro fabricante de armas. Se da la circunstancia de que el Ayuntamiento de Eibar, destacada villa armera, fue el primero en proclamar la Segunda República en la mañana del 14 de abril de 1931, apenas poco más de un día después de las elecciones municipales que dieron pie a la caída de la monarquía.
El damasquinado corrió a cargo de Luciana Larreategui y Jacinto Olabe, que trabajaron los adornos del arma en el taller de este último. Larreategui, que tenía entonces 19 años, concedió años después una entrevista a Ego Ibarra, una comisión del Ayuntamiento de Eibar dedicada a la recupación de la memoria histórica de la localidad guipuzcoana. Recordaba en ese testimonio que los trabajos coincidieron con la boda de su hermana, de la que fue madrina, por lo que tuvo que ausentarse el sábado. A la vuelta, el domingo, se afanó en completar el grabado de la pistola y trabajó durante doce horas, hasta que el propio Olabe, que además de grabador se desempeñaba también como pintor y escultor, le dijo que parase y descansase.
“Más que un objeto”
En el acto de restitución del arma de este jueves han participado, entre otras personas, el general Lionel Lavergne, director de operaciones de la Gendarmería francesa, y el embajador de España en Francia, Victorio Redondo Bladrich. “Al restituir esta arma a España, hacemos más que entregar un objeto. Devolvemos a un país una parte de su patrimonio”, ha señalado Lavergne, según unas declaraciones recogidas por la Agencia Efe. Se ha congratulado de que este momento es un ejemplo de que, en ocasiones, la historia con minúscula se topa también con la Historia con mayúscula.
El embajador español, por su parte, ha apuntado al acto de esta semana como “un testimonio de los estrechos lazos que unen a la Gendarmería Nacional y la Guardia Civil”. “La confianza mutua demostrada por los investigados en su trabajo les ha permitido encontrar un objeto único de inestimable valor cultural e histórico”, ha añadido.
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