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El Mercado Barceló se reinventará con una planta dedicada al comercio con degustación

Entrada al Mercado Barceló por la calle Mejía Lequerica | Foto: Somos Malasaña

Antonio Pérez

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Hay prisas en la segunda planta del Mercado de Barceló, las que tienen los responsables de un proyecto bautizado con el nombre de Cooking Barceló por poner en marcha una propuesta de comercio con degustación llamada a transformar la actividad del mercado y a renovar la oferta gastronómica y de ocio de la zona de Tribunal. El proyecto contempla la apertura al unísono de una decena de espacios situados en el segundo piso del mercado, espacios que hasta ahora permanecían vacíos, y el renacer de toda una planta de más de 1.000 metros cuadrados de superficie, que ampliará horario de apertura hasta las 00:30 horas y la 1 de la madrugada, dependiendo del día.

Las obras de acondicionamiento de los diferentes espacios gastronómicos avanzan a contrarreloj, aunque con las limitaciones que el desarrollo de la actividad normal del mercado imponen. La fecha de apertura de la propuesta Cooking Barceló aún es incierta, aunque Severiano Díaz, máximo responsable del proyecto, asegura que todo estará funcionando a principios de diciembre y que, más adelante, se hará una inauguración oficial por todo lo alto.

Severiano es un hombre de la casa; hasta ahora, y desde hace cinco años, uno más de los cerca de 100 comerciantes del mercado. El suyo, un negocio de comida para llevar, La Cocina de Seve, disponía de dos locales en diferentes plantas. Ahora, como alma del proyecto y cabeza visible de Cooking Barceló, tras el que se encuentran también otros socios inversores, monopolizará toda esa segunda planta, haciéndola renacer principalmente como zona de ocio ligada a la gastronomía y a los productos del mercado; donde se podrá seguir haciendo la compra en puestos tradicionales pero, donde, al mismo tiempo, se podrá ir a comer, a cenar o a picar y a beber algo a cualquier hora del día y hasta bien entrada la noche. “Y siempre a precios de mercado popular de barrio porque, por ejemplo, vamos a seguir dando menús completos a 6,50 euros. Nada de convertirnos en un mercado degustación elitista o solo para turistas”, aclara Severiano, quien confiesa haberse metido en esta gigantesca empresa “porque era algo que era necesario hacer” y que aportará vida a una planta -y a un mercado entero-, a los que les está constando arrancar en el nuevo edificio que habitan desde septiembre de 2014. “El proyecto es una respuesta a la demanda constante de los clientes, tanto españoles como extranjeros, que siempre estaban buscando este tipo de zona en nuestro mercado”.

Un mercado tradicional, pero en evolución

Un mercado tradicional, pero en evolución

Juan Andrés Heras, gerente del mercado, coincide con Severiano en que la transformación de esa segunda planta de Barceló en zona de comercio con degustación no sólo es algo lógico sino que es algo que estaban demandando sus clientes: “Constituye un arranque que pretende posicionar al Mercado de Barceló como un punto de referencia de los Mercados de Madrid. Gracias a Cooking Barceló, añadimos a la amplia oferta de puestos de mercado tradicional, cerca de 70, una oferta gastronómica y de actividades de comercio con degustación que, como muy bien propugna la ordenanza municipal del sector, va a dinamizar completamente los mercados de la capital”.

Preguntado por el hecho de si al ser Cooking Barceló un proyecto surgido de la iniciativa de uno de los miembros de la asociación de comerciantes que gestiona el mercado lo sienten más como propio, Heras no sólo asiente sino que indica que es algo deseado y alentado por la asociación: “Es un proyecto en el que la asociación de comerciantes ha puesto mucho trabajo y que lleva mucho tiempo desarrollándose. El que el proyecto esté pilotado por un comerciante de siempre del mercado hace que lo sientas como propio y sea más gratificante el prestar cualquier ayuda. Hay que agradecer a todos los comerciantes del mercado su apoyo y fe en el proyecto. También hay que agradecer a la Dirección General de Comercio, la Jefatura de Mercados y al nuevo equipo del distrito Centro, que tiene una confianza plena en el pequeño comercio, todo el apoyo que nos dan cada vez que se plantean nuevas iniciativas”.

Lo que sí quieren dejar claro tanto el responsable de Cooking Barceló como el gerente del mercado es que la apertura de este nuevo espacio gastronómico y de degustación no hará que Barceló pierda su esencia de mercado tradicional, aunque sí que lo hará evolucionar hacia nuevas formas de distribución y consumo. “Creemos que esta nueva propuesta ayudará a aumentar el número de clientes y atraerá al mercado un público con un perfil distinto al tradicional, además de clientes de otras zonas de Madrid, incluyendo turistas, lo que posiblemente ayude a despegar los negocios de otros comerciantes a los que les está costando algo más la transición y adaptación al nuevo edificio que ahora tenemos”. El edificio del que habla el gerente del mercado es un gigante que aún mantiene sus plantas superiores inactivas, a la espera de que abran en ellas un gimnasio y un polideportivo municipal. Según Heras, citando al operador de esos espacios futuros, “posiblemente sea para marzo-abril cuando estén listos”. Será entonces cuando el complejo de Barceló esté en funcionamiento al 100%.

'Street Food' de barrio

'Street Food' de barrio

Pasear junto a Severiano Díaz por la segunda planta de Barceló mientras explica 'a pie de obra' el proyecto que levanta es caminar junto a un hombre ilusionado. Con más de 35 años de experiencia a sus espaldas en el mundo de la hostelería, Severiano ha desarrollado y puesto en marcha durante estos años proyectos de ocio y restauración española en países del mundo como Rusia, Polonia y Marruecos. Tras ser jefe de cocina de numerosos negocios y restaurantes en España y, como hemos dicho, abrir hace un lustro su propio negocio, se embarca a estas alturas en el proyecto más personal de su trayectoria profesional.

Severiano recorre los pasillos señalando lo que está abriendo en sus ahora numerosos dominios: “Aquí instalaremos una parrilla de carbón en la que se podrá degustar carne de ibéricos y también otras tan exóticas como la de cocodrilo; ahí, una freiduría de pescaíto y calamares; en este local, comida italiana -pizza, pasta fresca- y comida para llevar o tomar aquí con un menú a 6,50 euros; en ese otro espacio, marisco cocido; allí, una cafetería gourmet con repostería casera; en esta esquina, un puesto de paellas y de mejillones, además de un lugar para dar cursos de cocina; en ese otro lado, comidas especiales para vegetarianos, celiacos o alérgicos, con menús de todo tipo de cocinas pero adaptados a esos colectivos de personas a los que a veces les cuesta encontrar lugares donde comer fuera de casa...” Al llegar a un espacio diáfano y amplio, de unos 80 metros cuadrados, toma aire y dispara: “Aquí instalaremos mesas corridas y ofreceremos desde pulpo a feira recién cocinado a migas, callos, torreznos, croquetas, ostras o caviar con vodka; con cervezas artesanas, vinos y otros tipos de bebida”.

Cada oferta culinaria la podremos tomar sentados en taburetes de madera y apoyados en estrechas barras, o bien en mesas con sillas, en aquellos puestos que cuentan con mayor amplitud. Precisamente, para ganar espacio e imagen, las distintas propuestas comparten zona de aguas y cocinas en un extremo de la nueva planta gastronómica.

Severiano lo tiene todo más que pensado y, si de él dependiera, mañana mismo estaría abriendo al público este espacio que tiene previsto inaugurar por todo lo alto, invitando tanto a compañeros comerciantes y a sus familias como a autoridades y vecinos de Universidad y Justicia. Pretende realizar una puesta de largo sonada y abierta a personas de toda condición; plural, como la heterogénea oferta que plantea Cooking Barceló.

Estéticamente, y aún a medio acabar o recién empezados muchos trabajos, intuimos palés reciclados, azulejos, pizarras, plantas y cierto estilo industrial. Eso, junto al tipo de comida y la manera de consumirla que propone Cooking Barceló, nos hace pensar en los tan de moda 'street food market'; eso sí, salpicado aquí y allá por alguna pescadería y frutería de las de toda la vida. “¿'Street Food, tú crees? No sé, llámalo como quieras -dice Severiano-, lo que vamos a servir aquí son productos de primerísima calidad comprados en este mismo mercado, en un ambiente agradable y a precios razonables... y con grupos musicales amenizando los fines de semana y una programación cultural que iremos anunciando poco a poco. No hay que olvidar que en esta misma planta contamos además con Isla Barceló, el espacio del mercado dedicado a eventos y que tiene una superficie de 330 metros cuadrados.”

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