“Ninguna ley puede prever todos los casos para una muerte digna”

“En Osakidetza se pueden dar casos como el de Andrea Lago”, la pequeña gallega de 12 años cuyos padres demandan su muerte digna y que finalmente ha aceptado la dirección del hospital en el que se encuentra internada. El director de Planificación, Ordenación y Evaluación Sanitaria de Osakidetza, Iñaki Berraondo, asegura que por “muy perfecta” que sea la normativa que regula el proceso final de la vida es imposible prever todas las situaciones. Berraondo ha comparecido en el Parlamento vasco para dar su opinión sobre la proposición de ley de Garantía de los derechos y de la dignidad de las personas en el proceso final de su vida impulsada por EH Bildu y que ahora se tramita en la Cámara.

Durante su intervención, se ha referido al caso de la joven gallega y ha reconocido que una situación así se puede producir en Euskadi. “Seguro que se pueden dar situaciones de este tipo porque no se puede regular absolutamente todo. Sobre todo situaciones tan específicas como las relativas al final de la vida”.

Aunque no se ha atrevido a plantear una propuesta de mejora de la ley para evitarlo, sí que ha reconocido que es bueno que se “regulen las cosas conocidas para evitar que se produzcan”. “Pero indudablemente surgirán aspectos y problemas con otras personas que hasta ese momento no se han presentado”, ha puntualizado.

A falta de una ley específica que regule la muerte digna, el Gobierno vasco trabaja sobre un plan para mejorar el ámbito de los cuidados paliativos. También hay otras áreas de mejora, entre ellas la formación de los médicos desde la facultad, ya que en la Universidad Pública Vasca no hay en estos momentos una asignatura como tal, ni tampoco en postgrado.

Además, ha añadido que todavía hay recorrido para lograr el objetivo fijado para 2020 de que el 15% de la población vasca haya hecho “declaración de voluntades anticipadas”. “En el 2012 estábamos en una situación muy alejada de este objetivo”, ha reconocido.