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Cuatro de los fallecidos en la residencia de Paiporta por la dana ocupaban plazas públicas de la Generalitat

Imagen de uno de los informes de Savia del estado en que quedó la residencia de Paiporta tras la dana.

Lucas Marco

València —

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Cuatro de los seis usuarios fallecidos el pasado 29 de octubre en la residencia de personas mayores de Paiporta ocupaban sendas plazas públicas. Así se detalla en un informe elaborado por la empresa Savia y que ha sido aportado al procedimiento de la dana que instruye la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja. La documentación en manos de la magistrada incluye el informe de la inspección sobre los hechos, elaborado tras una visita a la residencia, el pasado 14 de noviembre, “para dar respuesta” a una pregunta parlamentaria efectuada de 10 días antes.

Dos inspectoras de la Conselleria de Servicios Sociales, que dirige la vicepresidenta Susana Camarero, se entrevistaron con responsables del centro, entre ellos el director y el gerente del Grupo Savia, y recogieron documentación como el plan de autoprotección y el listado de trabajadores del centro.

El informe, al que ha tenido acceso elDiario.es, concluye que la situación a la que se enfrentaron los residentes fue “dramática e imprevisible”. La avenida de agua y barro fue “rápida y repentina”, según indica el informe de las dos inspectoras.

“No se puede constatar negligencia alguna en las actuaciones del personal que se encontraba en el centro en el momento de la riada”, afirma el informe. Al contario, los trabajadores de la residencia lograron salvar a 89 de los 95 usuarios que se hallaban en la planta baja cuando el desbordamiento del barranco del Poyo empezó a afectar al centro.

Los entrevistados por las inspectoras afirmaron que “no recibieron aviso de la situación de alerta”. El “foco de atención” estaba en la “posible necesidad” de ayuda de los centros de Savia situados en zonas del interior de la provincia de Valencia que estaban registrando abundantes precipitaciones.

La planta baja de la residencia quedó “totalmente destruida” por la “avalancha de agua y barro” del 29 de octubre. Una quincena de profesionales presentes en el momento de la inundación procedieron a formar una cadena humana para tratar de evacuar en altura a los usuarios que se encontraban en la planta baja.

Con la única iluminación de las luces de emergencias, los empleados de la residencia subieron “en brazos” a los residentes. El “tsunami” dificultaba la “propia estabilidad” de los trabajadores del centro en el proceso de evacuación de los residentes.

“En la conversación mantenida insisten en que si los hechos hubiesen ocurrido en horario nocturno, cuando hay menos profesionales, la situación hubiera sido aún más dramática”, indica el informe.

A pesar del tremendo esfuerzo de los trabajadores (muchos de ellos inmigrantes), seis ancianos fallecieron. La empresa ofreció ayuda psicológica a los 15 trabajadores que vivieron aquellos momentos.

El último simulacro en el centro fue el 4 de noviembre de 2023, un año antes de la dana. En la formación en emergencias, del 4 de diciembre de aquel mismo año, participaron 41 empleados.

Sin embargo, la constitución de los equipos de emergencia databa de 2021 y no había sido actualizada (“y no consta que los profesionales sean conocedores de sus funciones ni de la asignación a cada equipo”, apostillan las inspectoras). Por su parte, la póliza de seguros suscrita por el centro incluía los daños por “fenómenos atmosféricos”.

Mapa de la residencia de Paiporta en uno de los informes que constan en la causa.

El informe de Savia, al que también ha tenido acceso este diario, detalla el realojo de los 114 usuarios que sobrevivieron a la catástrofe a consecuencia de los enormes daños que sufrieron las instalaciones, situadas a tiro de piedra del barranco del Poyo.

La residencia contó con la ayuda de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y de alguna empresa privada de transporte, después de que la empresa contactara con “cada una” de las familias de los afectados para informar “de lo sucedido” y del estado de los usuarios.

Tres usuarias hospitalizadas

El proceso de realojamiento de las residencias de Paiporta y Picanya “se completó” el 1 de noviembre (tres días después de la tragedia). Tres usuarias fueron hospitalizadas, una de ellas en cuidados paliativos. Una cuarta usuaria fue dada de baja voluntaria temporal.

Los equipos sanitarios de Savia procedieron a un “continuo seguimiento del estado de salud” de los afectados en los días siguientes a la tragedia, especialmente en materia de úlceras por presión (UPP) y del estado de la piel y de la hidratación. También se ocuparon de la coordinación de la preparación de la medicación.

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