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Cs apuesta en Granada por un coordinador de “perfil bajo” y cercano a Juan Marín tras la expulsión de Luis Salvador

Joaquín López-Sidro, segundo por la derecha, junto a Juan Marín en una imagen de archivo

Álvaro López

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Ciudadanos ya tiene nuevo coordinador provincial en Granada. La dirección del partido ha designado a Joaquín López-Sidro Gil (Granada, 1973) como el hombre que debe coser los rotos de una formación prácticamente desaparecida en tierras granadinas. Su nombramiento llega apenas un día después de que Luis Salvador acatase su expulsión y enviara una carta a los afiliados cargando contra las decisiones que han marcado la estrategia política en los últimos tiempos en Cs. López-Sidro llega avalado por Madrid y Sevilla.

Muy próximo a Juan Marín, presidente andaluz de Ciudadanos, la elección de Joaquín López-Sidro pretende servir para marcar distancias con todo lo que tenga que ver con el equipo que había creado el exalcalde Luis Salvador. Una vez que su marcha ya es oficial, aunque se reserva la opción de recurrirla en los tribunales, en Cs no quieren que Granada vuelva a ser una plaza complicada y, aunque la debilidad de la estructura orgánica provincial es total, prefieren que el nuevo coordinador sea una persona de confianza y que esté en sintonía con la hoja de ruta que marquen la dirección regional y la nacional.

Pese a que Joaquín López-Sidro va a ser el encargado de Ciudadanos en la provincia de Granada, lo cierto es que lo hará desde Sevilla. En la capital andaluza ejerce como director general de Administración Local en la Consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local en la Junta de Andalucía desde que Juan Marín le colocó en ese puesto nada más alcanzar el Gobierno andaluz. Antes, entre 2015 y 2019, había sido concejal de Cs en el Ayuntamiento de Huétor Vega, un municipio del área metropolitana granadina. Fuentes próximas a Marín y a la estructura de los naranjas confirman que López-Sidro ejercerá desde la ciudad hispalense y que su labor deberá hacerla de forma “telemática” o “tendrá que moverse”.

Al ser director general en ese organismo, debe estar en Sevilla porque, según explican las mismas personas, este tipo de cargos “normalmente viven allí porque es donde están todos los órganos centrales”. Además de eso, su currículum incluye una licenciatura en Derecho por la Universidad de Granada y dos Master of Business Administration (MBA) en Jurídico y Urbanismo. Antes de ostentar cargos de relevancia en Ciudadanos, ejerció como abogado durante más de dos décadas y llegó a ser portavoz municipal en su etapa como edil del Ayuntamiento de Huétor Vega.

“Poco conocido”

Sin embargo, se trata de un coordinador que tiene poco cartel en Granada. Según las fuentes de Ciudadanos consultadas, López-Sidro es un político de “perfil bajo” y “poco conocido” entre la militancia granadina. De hecho, como se marchó a Sevilla hace más de dos años, ha estado alejado de la actualidad del partido a nivel local mientras se forjaba la ruptura entre la facción que apoyaba a Luis Salvador y la que hacía lo propio con el ex secretario de Organización de Cs, Fran Hervías. Desde el entorno próximo a la estructura orgánica de Ciudadanos cuentan que es una “buena persona”, pero que “conoce poco el partido porque ha estado poco implicado”.

“Con la labor que tiene como delegado, poco tiempo le quedará para poder levantar algo de Cs”. Además, las mismas fuentes dicen que López-Sidro se dio de baja de Cs en 2018 y volvió después por lo que es un recién afiliado. Es un cargo “muy próximo a Juan Marín y anti Luis Salvador”. Sobre eso, las personas del partido consultadas por este medio dicen que fue uno de los cargos que tomó parte de la guerra que se abrió entre Marín y Salvador por el control del partido a nivel andaluz para presentarse como candidato a las autonómicas de 2018, en un momento en el que la situación del partido en Granada también “era difícil”. “Era próximo a José Antonio Funes (actual presidente del Consejo Escolar de Andalucía) cuando Juan Marín lo utilizó para intentar dividir Granada”.

Desde el ala más crítica con Luis Salvador consideran que López-Sidro es un hombre “honesto, trabajador y silencioso” por lo que es una “buena elección” por parte del partido. “Fue repudiado desde el principio por Salvador, pero hizo un buen trabajo como concejal en Huétor Vega y Juan Marín lo fichó”. Por otra parte, su nombramiento llama la atención porque responde a un político más de “izquierdas” que lo que se preveía, según fuentes del partido. “Todos los cargos que están poniendo son de Juan Marín y o provienen del PSOE o son más de perfil izquierda. Eso es lo más raro. Parece como si buscaran alejarse del perfil cercano al PP e ir a un perfil más socialista”.

Una derecha desdibujada

En todo caso, Joaquín López-Sidro tiene ante sí una tarea titánica por intentar hacer resurgir de sus cenizas a un partido en clara descomposición en Granada. La abrupta salida de Luis Salvador y de José Antonio Huertas (el único concejal de Cs que se mantuvo fiel al exalcalde durante la crisis del Ayuntamiento) dibuja un panorama de hostilidad para el nuevo coordinador. Primero porque no se descarta que Salvador y Huertas luchen en los tribunales por su permanencia en la formación y segundo porque quedan muchos militantes afines al exregidor. Como Cs Granada se hizo a su imagen y semejanza y los críticos se fueron a la vez que Fran Hervías, los naranjas granadinos son una prolongación de Salvador, aunque cada vez quedan menos afiliados.

Las voces consultadas por este medio sostienen que hay cierto paralelismo entre la situación del Partido Popular y Ciudadanos en Granada. Los dos partidos que gobernaban la ciudad en bipartito hoy están fuera y tienen a sus estructuras municipales en clara decadencia y las direcciones provinciales parecen haber perdido toda autonomía. Al igual que López-Sidro, el presidente del PP de Granada, Francisco Rodríguez, también es un hombre desconocido para la militancia y tiene un perfil bajo que permite a los populares controlar la hoja de ruta desde Madrid. Un escenario en el que Vox pretende alimentarse del hundimiento de la derecha granadina en los próximos meses mirando de reojo a las elecciones andaluzas y a las municipales.

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