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“Si Vox ataca o no ataca lo que estamos haciendo en el Instituto Andaluz de la Mujer, a nosotros no nos frena”

Laura Fernández, directora del IAM

Javier Ramajo

Lleva desde el pasado 17 de septiembre en el cargo pero la materia no le pilla de nuevas, ya que su puesto anterior era directora general de Violencia de Género, Igualdad de Trato y Diversidad. Antes, coordinadora del SAVA en Córdoba, nada menos que durante 16 años. Laura Fernández no sólo tiene la agenda llena este lunes Día Internacional Por la Eliminación de las Violencias hacia las Mujeres, y presume de todas las actividades y proyectos a los que hace frente el IAM. Abogada con experiencia, quiere dejar su impronta en el Instituto. Atiende en su despacho a eldiario.es Andalucía unos días antes del 25N.

¿Qué tal estos dos meses en el puesto?

Bastante bien. La institución la conozco perfectamente porque, anteriormente, he estado 16 años trabajando en la violencia de género, siendo coordinadora del Servicio de Asistencia a Víctimas (SAVA) en los juzgados de Córdoba, donde hay un número mayor de víctimas de violencia de género, y con el movimiento asociativo. Lo que se hace aquí ni me viene de lejos y, además, he participado en lo que ha ido haciendo el Instituto. Cada uno, eso sí, marca su impronta, y estoy cambiando un poco el sistema de organización.

¿Qué aspectos quiere reforzar?

Desde el 1 de octubre, las políticas de violencia de género han vuelto al IAM, de donde han ido y han venido durante varios años. Al tener experiencia en la materia, hay determinadas cuestiones que quiero que cambien. Por ejemplo, los protocolos con las víctimas quieron que se hagan por escrito, desde los centros del IAM como desde otros centros de la Junta de Andalucía. Hay que reforzar la coeducación, porque considero que es el pilar fundamental desde el punto de vista de la violencia de género y de la igualdad, por lo que este año estamos fomentando una serie de líneas de trabajo con los colegios e institutos en ese sentido. Otra de mis grandes luchas se refiere a dos problemas que las mujeres víctimas demandan: los recursos habitacionales (dónde me voy cuando denuncio) y el empleo, porque si hay una mujer no le damos una salida le va a costar mucho más trabajo salir.

¿Cómo es el trabajo con la juventud en esta materia? ¿Cree que en los últimos años ha habido algún paso atrás en su perspectiva de la violencia de género?

La violencia de género en los adolescentes tiene datos preocupantes, con un aumento de las denuncias, según el TSJA. Pero, ¿hay realmente un aumento de la violencia o es que debido a la visibilidad de la cuestión los jóvenes son más conscientes y denuncian más? Sí es cierto que los jóvenes tienen una visión sobre la violencia de género que parece que no les ha calado el mensaje que llevamos años diciendo. Desde el IAM nos estamos replanteando un poco lo que se ha hecho respecto a esos jóvenes para empezar quizás a mandarles mensajes diferentes.

¿Qué tipo de replanteamiento?

Desde la prevención y no sólo desde las víctimas, que conozcan y sepan lo que es una relación sana, las masculinidades en positivo, los teatros sociales donde escuchas cómo piensan, donde escuchas discursos de la calle en los que parece que hay un retroceso. Pero realmente con satisfacción, porque toda la lucha que llevamos contra la violencia de género la identifican, aunque quizás no las nuevas violencias como la ciberviolencia o las relaciones afectivo-sexuales sanas, donde están un poco confusos. Pero escuchar a la juventud me da esperanzas, porque creo que sí identifican la violencia de género. En las concentraciones, la del 25N y otras muchas, ves a mucha gente, y sobre todo a muchos chicos jóvenes que se están sumando al movimiento feminista. Y ves cómo los chicos que no tienen actitudes sanas les llama la atención.

¿Está satisfecha con los recursos que se destinan al IAM en los presupuestos autonómicos aprobados para 2019 y 2020?

Este año se ha aumentado 700.000 euros. Es lo que necesitamos ahora mismo para las políticas que hacemos. Es cuantía importante que no se ha rebajado sino que ha subido. Y, por otro lado, estamos gestionando el Pacto de Estado, que es una gran inversión y permite hacer políticas de manera transversal en todas las consejerías.

¿Cómo se encauzan esas políticas con un partido negacionista de Vox sobre las mujeres sustentando el Gobierno de la Junta?

El discurso de Vox respecto a la violencia de género y a la igualdad no lo comparte el IAM ni tampoco el Gobierno andaluz. Es verdad que han apoyado los presupuestos pero hay determinadas materias, como la violencia de género, que no compartimos su discurso en nada.

¿Pero no influye en sus políticas?

A mí, sinceramente, no me influye. Jamás se me han dado indicaciones de seguir lo que ellos dicen y, sinceramente, no tengo ningún tipo de relación con ellos. Si ese partido ataca o no ataca lo que estamos haciendo en el IAM, a nosotros no nos frena, ni tengo ningún reparo a seguir. Vivimos en una democracia y no todos los partidos compartimos todo. El IAM y el Gobierno PP-Ciudadanos no compartimos su discurso en violencia de género ni en igualdad. Se podrán compartir en algunas cosas que es por lo que se ponen de acuerdo en los presupuestos, pero no en esta materia.

¿Y una medida como teléfono de violencia intrafamiliar, que ya cuenta con una partida en las cuentas andaluzas, y que tiene el sello de Vox?

Ese tipo de confusión también se ha producido porque hay algunos partidos interesados en que se mezclen los conceptos. Ese nuevo teléfono ni va a quitar un solo recurso de nuestra línea 900 de atención a la mujer, que no es de violencia de género, y que este año hemos reforzado con un 400% del presupuesto, ni se gestiona desde el IAM ni va a cambiar el nombre de nuestro teléfono, igual que la Junta gestiona números para el maltrato infantil y para las personas mayores. Va a atender otra realidad, que es la violencia que se da en un ámbito determinado como el familiar, la violencia doméstica. Es otro tipo de violencia. Si una mujer llamara ahí, será derivada a nuestro teléfono 900.

Querían hasta cambiar el nombre del IAM por el de Instituto de Víctimas de la Violencia Intrafamiliar...

Propuestas cada partido hace las que quiere, pero este Instituto va a seguir siendo el de la mujer. Estamos celebrando el 30º aniversario, dentro de poco vamos a anunciar una nueva imagen. El IAM tiene pasado, presente y mucho futuro. Nuestra intención no es cambiar de nombre y menos porque lo haya dicho ese partido.

¿Cree que los partidos de gobierno en la Junta son contundentes ante esos discursos?

El presidente de la Junta siempre ha salido respaldando al IAM y nuestra consejera de Igualdad no deja constantemente de reforzar y de apoyar al IAM, no sólo cuando Vox ataca sino cuando hay ataques de otro tipo o crítica. Las políticas de violencia de género está claro que van a seguir y que las vamos a reforzar.

La Junta ha borrado recientemente el término “género” de su congreso anual sobre economía para la igualdad de género. ¿Le parece bien?el término “género”

Es el primer congreso y se llama así, no es el congreso de antes. En todo caso, quien vea el programa verá que se sigue hablando de los presupuestos con perspectiva de género. Ha sido una polémica porque el título ha cambiado pero en las ponencias habla de lo mismo y se va a seguir hablando de lo mismo. El contenido es el de siempre.

¿Qué puede aportar el IAM para tratar de frenar la expresión máxima de esa violencia como son los asesinatos machistas?

Los feminicidios son la expresión máxima de la desigualdad. La prevención, la coeducación es básica, el cambio de sistema de estructura patriarcal que tenemos, donde todavía existen roles masculinos y femeninos. Tenemos que decirle a la sociedad que tenemos una serie de recursos que apoya a las víctimas. Este año les estamos diciendo a las mujeres que se puede salir, que se puede tener otra vida. Debido muchas veces a lo que se dicen en las calles o en los medios de que se está recortando mandamos un mensaje que a las víctimas les hace mucho daño porque se sienten confusas. Siempre voy a decir que los recursos están ahí y que estamos para ayudarlas. Cuando se siente “segura” de que se le va a responder, va a ser más fácil para la víctima dar el paso.

¿Cómo se puede impulsar ese paso hacia adelante?

Si vemos las estadísticas de mujeres asesinadas por violencia machista de los últimos años, el porcentaje de mujeres que ha denunciado previamente es muy bajo, es decir, que de alguna manera no han confiado en la administración. Hay que decirles que estamos ahí. La violencia de género es un fenómeno muy complejo que no tiene un sola solución ni un solo camino sino muchos, pero tienen que tener la confianza para saber que cuando den el paso estemos ahí.

¿Puede estar en los juzgados esa posible desconfianza de las víctimas?

Desde mi experiencia de 16 años en los juzgados, el paso de las víctimas por el juzgado es satisfactorio en general. Diferente es que las sentencias no recojan lo que tú has ido allí a luchar. Pero la seguridad de que cuando se acude al juzgado va a ser escuchada, la gran mayoría la tienen. Hay muchísima sensibilización y formación, con independencia de lo que duro que es ir a contar lo que te ha pasado

Vox también puso en duda la labor de los trabajadores de las unidades de valoración de los juzgados, ¿qué le pareció?

La crítica a esas unidades, como otras, no tiene ninguna base porque las de Andalucía son un referente en España. Es un equipo multidisciplinar, con formación, que hacen unos informes completísimos. Ese ataque me sorprendió, porque son ejemplo fuera de Andalucía.

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