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“Tengo mucho miedo a que mi gente decida no ir a votar y que gobiernen las derechas”

Teresa Rodríguez / Foto: Luis Serrano

Daniel Cela

Es jueves 24 de octubre de 2019, día de la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos. Ha amanecido soleado en Sevilla y Teresa Rodríguez (Rota, Cádiz, 38 años) aprovecha la efeméride para plantarse temprano ante la basílica de la Macarena y recordar que la tumba del general fascista Gonzalo Queipo de Llano sigue dentro. “¿Y este pa cuándo?”, pregunta.

Frente al templo, cruzando la acera, está el Parlamento andaluz. Horas después de la exhumación, Rodríguez sale del hemiciclo donde acaba de tener un encendido debate sobre la Guardia Civil, que ha degenerado en una bronca monumental sobre Catalunya. “¡Fascistas!”, “¡Comunistas!”, se ha escuchado durante el intercambio de turnos entre un diputado de Ciudadanos y la coordinadora andaluza de Podemos (y líder de la coalición con IU, Adelante Andalucía).

“¡Fascistas, comunistas!” ¿Cómo se le explica a la gente de la calle el tono de este debate?

Yo puedo explicar por qué yo llamo fascistas al tripartito PP-Ciudadanos-Vox. Han aprobado un acuerdo por el cual se va a denunciar a los inmigrantes sin papeles que hagan uso de la sanidad pública. Si eso no es una política filofascista, que venga Dios y lo vea. Y porque se van a introducir en las escuelas contenidos sobre la caza y los toros y eso es devolver a Andalucía al papel folklórico y esperpéntico que tuvo durante los 40 años de franquismo. Me preocupa más que el franquismo esté en las instituciones andaluzas que la sepultura de Franco.

Usted nació en 1981. ¿Qué significa para su generación la exhumación de Franco?

Seguramente a la mayoría de mis amigos, de mi gente, el dónde descansen los huesos del dictador no es lo que más les preocupa en este momento. Creo que incluso para la gente más comprometida con la memoria histórica, a los que les duelen los muertos en las fosas, exhumar a Franco tampoco les suponga una gran hazaña.

¿Y en usted qué sensación ha provocado?

Bueno, yo sí me alegro de que no haya un lugar de culto a un dictador en la misma fosa en la que están sus víctimas. Me reconcilia un poquito más con este país. Pero creo que una reforma de la ley de amnistía sería más propia de una democracia madura.

¿El Gobierno debió posponer la exhumación hasta después de las elecciones?

No. Creo que habría que haberla adelantado décadas antes del 2019.

Esta mañana ha estado frente a la Macarena. ¿Su grupo baraja alguna iniciativa judicial para lograr la exhumación de Queipo?

Estamos atentos a las que han emprendido diversas asociaciones memorialistas. Primero hay que notificar a la Hermandad y al Arzobispado que la tumba está incumpliendo la Ley de Memoria, y luego, si no se produce la exhumación, imponer sanciones. No descartamos personarnos [como acusación particular] si sigue sin cumplirse la ley.

“El Gobierno andaluz genera miedo en los inmigrantes sin papeles para que no usen la sanidad pública”

En diez meses han sido asesinadas 49 mujeres a manos de sus parejas, más que en todo 2018. La última víctima había denunciado, había una orden de alejamiento para su asesino… ¿Cómo se frena esto?

Acabando con el machismo y con el patriarcado, cuya expresión más cruel es la violencia de género. Cuando se eliminan políticas feministas, como ha hecho este Gobierno, cuando se crea un pin parental en las escuelas para vetar contenidos de diversidad sexual, LGTB, etc se siembra el terreno al machismo y a la violencia de género.

¿No encontrar una respuesta clara para detener esta lacra social le genera frustración?

Yo tengo una respuesta clara: el feminismo y la educación con perspectiva de género. Hay que pelear por los derechos laborales de las mujeres, por su independencia económica, por un empleo de calidad. No tener acceso a estos derechos es la base del machismo. Luego está la parte simbólica: denunciar la publicidad, los dogmas de la Iglesia, los partidos que niegan la violencia de género…

La Fiscalía ha recurrido la condena contra el empresario que simuló besarla porque no lo considera abuso sexual, sino un delito contra la integridad moral.

Honestamente me ha sorprendido mucho el recurso de la Fiscalía. Entra en disquisiciones técnicas, pero en un proceso en el que tanto el acusado como la acusación no hemos recurrido la sentencia de un tribunal con tres jueces, y además ellos mismos sugirieron el delito de abuso sexual.

Su primera denuncia fue por daños a la integridad moral y atentado a la autoridad pública, ¿no se atrevió a llamarlo abuso sexual?

A ver, yo sé perfectamente lo que me pasó. No lo planteamos así por miedo a pasarnos de frenada y decidimos acogernos a la acusación de la Fiscalía para tener más garantías. Fuimos muy conservadores desde el punto de vista jurídico. La Audiencia, al ver el vídeo, es la que insta a las partes a cambiar el escrito de acusación. Menos mal que nosotros lo cambiamos, de lo contrario esta persona habría sido absuelta. La sentencia deja claro que nadie puede involucrarte en un comportamiento sexual sin tu consentimiento. No se sale impune del abuso sexual cotidiano a una mujer.

El nuevo Gobierno de PP y Ciudadanos empieza a notar el mismo malestar en la sanidad pública que tumbó al PSOE. ¿Hasta dónde llegó la herida de la crisis?

De todos los recortes, el de la sanidad es el más duro. Tener que hacer cola en el mostrador de un hospital para mendigar una prueba diagnóstica por un caso de cáncer de un familiar, tener que pedir de rodillas al médico de cabecera que te mande al especialista porque intuyes que tu enfermedad no se cura con una pastilla, esperar una operación y sentir que cada día que pasa tu salud se deteriora… todo eso genera mucha ansiedad en la ciudadanía. No hemos recuperado los niveles de inversión en sanidad de 2009, cuando estalló la crisis. Se está reduciendo la esperanza de vida de los andaluces y la falta de recursos está obligando a los sanitarios a decidir quién vive y quién muere.

Han pasado 10 meses desde que el Gobierno de Juan Manuel Moreno tomó el relevo del PSOE en la Junta. ¿En qué ha notado el cambio de políticas?

Yo dije en una entrevista hace poco que es igual, pero peor. Aunque seguramente tampoco es igual. El lenguaje y la cultura son importantes. El acuerdo de PP, Cs y Vox contempla que los centros de salud pública compartan datos sanitarios de los inmigrantes sin papeles con la Policía y eso introduce un marco mental peligroso. Igual que al rebautizar la violencia machista como violencia intrafamiliar, meter la caza y los toros en la escuela… todo eso es un nuevo lenguaje y es un cambio a mucho peor.

No creo que la ley permita al personal sanitario compartir datos personales con la Policía.

Eso espero yo, estaremos atentos. Pero la Junta sugiere que la sociedad entera tiene que vigilar a los inmigrantes sin papeles para que no hagan uso de la sanidad y de los servicios públicos, porque no deben de tener derechos, tienen que ser expulsados. Este Gobierno con Vox genera miedo entre la población inmigrante y habrá muchos que se replantearán si van al médico por miedo a que les denuncien. Aunque estén creando riqueza a espuertas en nuestra agricultura.

“No veo posible entenderme con PP y Cs: somos el agua y el aceite”

La portavoz de Adelante Andalucía, Inmaculada Nieto (IU), dice que “no hay que tener miedo a llegar a acuerdos con PP y Cs”. La portavoz adjunta, Ángela Aguilera (Podemos), tilda el Presupuesto de “fascistoide”. ¿Hay dos almas en Adelante?

Son estilos diferentes. Inmaculada no está planteando establecer una alianza estable con el Gobierno del PP (risas). Pero su estilo es propositivo, busca arrancar acuerdos sectoriales más concretos, y eso es compatible con otra forma de comunicar.

¿Usted ve factible entenderse con las derechas?

Yo no lo veo posible. Somos el agua y el aceite. Otra cosa es que ellos asuman las propuestas que les hacemos, no porque se las hagamos nosotros, sino porque las hace la sociedad civil y Adelante sólo las lleva al Parlamento. El PP no tendrá más remedio que aceptar.

¿Tiene amigos del PP y de Ciudadanos con los que hable tranquilamente de política en un bar sin la bronca que se ve en el Parlamento?

Sí, sí, sí. En el Parlamento se sobreactúa mucho más. El nivel de desapego y lejanía que nos gastamos en el Parlamento no existe en la calle.

¿Ha llamado fascista a alguien del PP o de Ciudadanos en la calle?

No, seguramente no lo haría. Tampoco lo he hecho con un diputado, he dicho que sus políticas son fascistas.

¿En la oposición le resulta más fácil dialogar con el PSOE?

Hombre claro. En la oposición todo son sonrisas, saludos, buen rollo. Durante cuatro años en el Gobierno no han querido aceptar ninguna de las propuestas que planteamos. No he conseguido que la ex presidenta Susana Díaz me salude en cuatro años por los pasillos del Parlamento, ni hola ni adiós. Y ahora, pues sí es más fácil.

¿Cuánto pesan las relaciones personales en la política? No lo digo sólo por usted y Susana Díaz. Pienso en Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y la investidura frustrada.

Siempre, siempre influye. Somos humanos, no robots.

Pero, ¿hasta cuánto influye el componente personal en la izquierda a la hora de trazar alianzas? PP, Cs y Vox acaban de firmar sin problemas sus segundos presupuestos. ¿Tienen algo que aprender del modo de negociar de las derechas?

Tampoco me resigno yo a que me incluyas en el mismo espacio político que al PSOE, la verdad. Y no lo digo por un debate teórico entre izquierdas y derechas, sino porque en la pasada legislatura con quien decidió pactar el PSOE fue con Ciudadanos. La política fiscal de los socialistas no les sitúa en un contexto progresista. Si Susana Díaz hubiera decidido que su alianza estaba a la izquierda, hoy no gobernaría el trifachito.

¿Quién perdió las elecciones andaluzas?

El PSOE y Susana Díaz. No hago diferenciación entre ellos, eso les corresponde a los socialistas, no a mí. La última legislatura y la alianza PSOE-Ciudadanos no ayudó a animar mucho al voto de izquierdas. Eso significó el grito “¡Con Rivera no, con Rivera no!” que le coreaban a Sánchez a las puertas de Ferraz. Tampoco nos votaron a nosotros como alternativa, y ahí está nuestra autocrítica.

¿Tiene ilusión por votar el próximo 10 de noviembre?

Siempre voy a votar con ilusión, soy así de ilusa.

¿Ve a la gente de izquierdas movilizada?

Pues eso es lo que me preocupa ahora. No lo sé. (Pausa larga) Yo a mi gente la veo cansada de votar, cansada de que el esfuerzo que hizo en Andalucía y en España en las pasadas elecciones se haya tirado por el cubo de la basura. Tengo mucho miedo a que mi gente decida no ir a votar y que el resultado sea que gobiernen las derechas. Me parece un horror haberle dado una segunda oportunidad a la derecha.

“Yo me considero poco nacionalista”

¿Unidas Podemos representa los intereses de los andaluces en el Congreso?

Sí. Los diputados andaluces de Unidas Podemos sin duda lo hacen. Pero nosotros queremos que sea una organización la que haga en Andalucía las propuestas y las lleve al Congreso con un grupo propio.

¿Lo que usted reivindica es un partido nacionalista o regionalista andaluz?

Yo planteo un grupo andalucista.

El Partido Andalucista era nacionalista.

Vale, pero el Partido Andalucista no es el andalucismo. El andalucismo para mí es muy sui generis, guarda mucho con lo que dijo Blas Infante: un humanismo universalista. Yo me considero poco nacionalista, pero hay compañeros que van con nosotros en Adelante Andalucía que sí lo son. Los comunes en Catalunya no son nacionalistas y tienen grupo propio en el Congreso.

¿Ese es su modelo?

Sí.

Ada Colau no está en Podemos.

Ya, pero En Comú Podem es una coalición donde está integrada Podemos, igual que en Adelante Andalucía. Sólo que ellos tienen un grupo propio.

¿Esta reivindicación llegó a hablarla con calma con Pablo Iglesias o con Íñigo Errejón?

No mucho, la verdad. No como me hubiera gustado, la repetición electoral cortocircuitó el debate. Tampoco quería yo perjudicar la precampaña electoral. Se lanzó la propuesta de una papeleta única, no fue posible en ese momento, y ya está.

¿Llevará esa propuesta al Consejo Ciudadano de 2020, que debe elegir la próxima dirección de Podemos Andalucía?

Sí. (Pausa) Dependerá también del balance electoral del 10N. Nosotros intuíamos que una papeleta única iba a generar un grupo andaluz más grande en el Congreso. A ver qué pasa…

¿Se va a presentar a la reelección para liderar Podemos Andalucía?

(Pausa larga) Yo me pongo a disposición de un proyecto colectivo. Pero no sé. No es una cuestión de que yo quiera o no quiera, habrá que ver si llegado el momento es necesario o no. O quizá hay relevo y no es necesario…

Si se presenta a las primarias, ¿su proyecto será Adelante Andalucía con autonomía política, orgánica y financiera respecto al Podemos estatal?

Sí.

Y eso pasa por que…

Porqueee (Risas) Por seguir ganando asambleas siempre con la misma determinación.

En Andalucía, pero no en Madrid.

Ya. Pero bueno, estamos consiguiendo cosas. Adelante Andalucía se presentó con su marca a las autonómicas y a las municipales y Pablo Iglesias hizo campaña conmigo.

Se lo voy a preguntar de forma más poética. ¿Adelante Andalucía está preparada para volar sola sin Podemos?

¿Y por qué va a volar sin Podemos? Adelante Andalucía no es para mí una sucursal de Podemos en Andalucía, es una organización andaluza que se configuró aquí, con otras cuatro formaciones, que tiene aspiraciones y las tuvo desde el primer momento.

“Ahora es difícil convencer a muchos catalanes de que se queden en España”

Catalunya está en el debate electoral. Su posición siempre ha sido favorable al referéndum de autodeterminación. ¿En esa consulta deberían votar sólo los catalanes o todos los españoles?

¿Sabes que me da igual? Si votásemos todos los españoles, al menos ya sabríamos lo que piensan los catalanes. Así se dejaría de hablar en nombre de todos, pero anulando a la otra mitad. Porque ésa es la clave.

¿Quién es responsable de lo que está pasando en Catalunya?

Todos han cometido errores, pero quienes han pensado en Catalunya en clave estatal han sido PSOE y PP. Creo que tienen muchas dificultades para defender su estrategia: la aplicación del 155, la sentencia del procés como consecuencia de denuncias previas, las cargas policiales contra el 1-O, cuando aún no había violencia en las calles. Es difícil convencer ahora a muchos catalanes de que se queden en España. La situación ha ido a peor incluso para los objetivos de las fuerzas unionistas. Cada vez España da una cara más dura en Catalunya.

Tras el 10N, ¿ve posible un Gobierno de coalición con Sánchez e Iglesias?

Mi opinión sobre los acuerdos de coalición con el PSOE son ampliamente conocidos (risas). Que gobierne el PSOE con la abstención del PP sería terrible, pero yo prefiero otra cosa a la coalición: acuerdos sobre políticas concretas, programa, programa, programa. Y señalar los riesgos que hay al entrar en coalición con el PSOE.

Ha dicho que no quiere ministros de Podemos hasta que Podemos no tenga mayoría para gobernar. ¿Unidas Podemos no puede gobernar sin mayoría?

Sí puede. Puede decidirlo en el ámbito que le corresponde, pero mi opinión es que no, que no debería cogobernar con el PSOE. No porque el PSOE sea peligroso, sino porque tiene una enorme capacidad de hacerte parte de sus contradicciones. Y cuando asoma una recesión y van a venir nuevos recortes, van a ser especialistas en hacerte corresponsables de esos recortes. Exactamente como hicieron con IU en Andalucía. Le tocó a Diego Valderas (ex líder de IU y vicepresidente de la Junta) dar las ruedas de prensa de los recortes más duros que ha sufrido esta tierra en sanidad, educación y políticas sociales.

Gobernar es gestionar contradicciones. ¿El alcalde de Cádiz, José María González Kichi, no gobierna con contracciones?

Seguro, seguro. Pero él puede decidir qué contradicciones asume y cuáles no. Y cuando no las decides tú, sino el PSOE... Lo más duro es gobernar y asumir las contradicciones de otro. Es mejor pactar políticas concretas y comprometerse con medias específicas. Lo que hicimos con los Presupuestos. Y así puedes seguir diciendo a la sociedad que eres alternativa del PSOE, y no su lobby de izquierdas.

Con esa fórmula, ¿cómo habría resuelto la discrepancia entre Sánchez e Iglesias respecto a la gestión de la sentencia del procés y la crisis en Catalunya?

Bueno, no me tengo que enfrentar yo a esas decisiones, no es mi espacio de decisión.

¿Qué piensa de la dimisión del diputado de Ciudadanos por cobrar sus viajes en BlaBlaCar mientras percibía dietas por desplazamientos del Parlamento?

Uff, yo qué sé. Creo que igual es demasiado que haya dimitido, y no porque me parezca bien que cobre viajes percibiendo dietas. Creo que los niveles de tolerancia social andan por ahí y él se ha sentido interpelado por ese nivel de exigencia a los diputados. Pero lo que tiene delito es que cobremos las dietas que cobramos sin justificarlas. Ese es un problema de verdad. Por eso deberíamos dimitir los 109 parlamentarios.

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