Las Palomas: la biblioteca “okupa” en el limbo administrativo
La Biblioteca de Las Palomas, en el corazón del barrio granadino de El Zaidín –el más poblado y popular de la ciudad, como un pequeño municipio del cinturón que quedase dentro de la ciudad– es una biblioteca “okupa”. El último 2 de diciembre, tras más de un año con el edificio clausurado, los vecinos de la zona se hicieron con el control del mismo y volvieron a llenarlo de libros. Ahora esperan a que Ayuntamiento de Granada y Junta de Andalucía se pongan de acuerdo sobre quien tiene la responsabilidad de la gestión.
Dos de los “bibliotecarios”, Lázaro y Celia, los que tienen turno la tarde, atienden mientras en el recinto de la Biblioteca reverberan acordes de tar, el instrumento similar a la guitarra tradicional de la música árabe. Niños del anterior evento del programa, de animación a la lectura, se unen a los adultos que acudían a la charla sobre música andalusí. Se lamentan de tener que atender a la prensa y no poder seguir la música, pero nos llevan a las oficinas. Con muebles nuevos, en menos de seis meses.
“Ahora mismo las actividades de la Biblioteca tienen lista de espera. Tenemos mejor programa que muchos centros culturales de la ciudad. Por aquí ha pasado de todo, desde músicos de nombre hasta conferencias de Carlos Taibo”, explica Celia, orgullosa. “Procuramos que la programación sea equilibrada, y siempre hay actividades para niños y para adultos. Viene gente de toda la ciudad, no sólo del Zaidín”, añade Lázaro. ¿Por qué hablar primero de programación cultural y no de libros? “Porque esta biblioteca no la queremos como un sitio donde vas, llegas y llevas un libro y fuera. Es un punto de encuentro”.
El horario de Las Palomas es más reducido que el una biblioteca pública normal, sólo de 18.00 a 20.00 de lunes a viernes, ya que todos sus trabajadores son voluntarios. Actualmente tienen alrededor de 7.000 ejemplares, todos donados, que han empezado a procesar aprovechando que la misma Celia es bibliotecaria e hizo sus prácticas, años ha, en Las Palomas. En paralelo a esta “autogestión” están las negociaciones con la Junta de Andalucía para ver si se hace cargo del centro. Las competencias de mantenimiento de las bibliotecas públicas son municipales, pera tras la “okupación” de diciembre, el Ayuntamiento de Granada dijo que había “escuchado al pueblo” y renunciaba a gestionar el edificio.
El desahucio de los libros
En noviembre de 2011, un despliegue de 15 agentes de la Policía Local de Granada “desalojó” los libros de Las Palomas enfrentándose a una manifestación improvisada de poco más de 20 jubilados y amas de casa, los que estaban cerca cuando comenzó el “desahucio de libros”. Era el fin a seis meses de disputa entre el barrio y el Ayuntamiento, ya que los vecinos de la zona de Las Palomas pedían que no se cerrase la biblioteca bajo ningún concepto.
La Plaza de Las Palomas está en pleno corazón del Zaidín, pero lejos de la nueva Biblioteca Francisco Ayala, cuya presencia justificaba el cierre por parte del concejal de Cultura, Juan García Montero (PP), quien había anunciado que usaría el edificio como “centro de cantes y bailes tradicionales”. La Plataforma de la Biblioteca pedía que no se cerrase. El Zaidín tiene 40.000 habitantes y la zona de Las Palomas no es la de la Francisco Ayala. En medio de un ambiente de familias en riesgo de exclusión, la biblioteca servía como centro de animación a la lectura y de estudio para niños de familias numerosas que viven en pisos pequeños sin otro sitio donde ir para hacer los deberes.
El proyecto de Biblioteca “autogestionada” parte de la “biblioteca itinerante” creada dentro del año de movilizaciones con donaciones de vecinos de toda la ciudad. La Plataforma llegó a presentar ante el Ayuntamiento un proyecto que sería llevado a cabo por con voluntarios estudiantes de Biblioteconomía en la Universidad de Granada, que está interesada en colaborar, y no habría costado un euro al erario público.
Limbo administrativo
Tras una campaña de un año, que incluyó acampadas, manifestaciones ante el Ayuntamiento e incluso el apoyo de la marcha jornalera del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) a su paso por Granada, las protestas culminaron en la ocupación de diciembre. Ahora mismo el edificio tiene luz y agua porque nunca fueron cortadas, del centro de bailes tradicionales nunca más se supo y ninguna administración se hace cargo del edificio.
Celia explica que ya se han producido algunas reuniones con la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. El objetivo de la Plataforma no es otro que Wla cogestión. Un grupo de vecinos no puede hacerse cargo de esto voluntariamente a tiempo completo porque tenemos trabajos, familias, etc. El proyecto de Biblioteca está ahí para quien quiera recogerlo“.