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Entrevista
Santiago García Blanco, director general de Transformación Digital de Cantabria

“Llevamos 3,3 millones de descargas de RadarCovid y esperamos que el 60% de la población española lo tenga”

Santiago García Blanco, director general de Transformación Digital de Cantabria.

Javier Fernández Rubio

Santander —
31 de agosto de 2020 14:03 h

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Santiago García Blanco, director general de Transformación Digital y Relaciones con los Usuarios de la Consejería de Sanidad de Cantabria, se ha encontrado entre pecho y espalda con la pandemia COVID y él ha tenido que disponer rápidamente de medios para hacer frente a necesidades en la atención a usuarios y accesibilidad informática de los centros de salud. Él es el responsable en Cantabria de la implantación en la Comunidad de la App RadarCovid, una experiencia piloto en cuatro autonomías que se desarrollará finalmente en todo el país. A su juicio, la plataforma garantiza el anonimato y la protección de datos y será una herramienta de primera magnitud para el control de los contactos estrechos de los positivos por COVID. Es un caso más del proceso imparable de digitalización de la relación con los ciudadanos en el ámbito sanitario. De hecho, ya hay hasta un lema para el futuro de la atención sanitaria presencial: “Trae tu cuerpo sólo cuando sea necesario”.

La aplicación radarCOVID ya está disponible en Cantabria, ¿cómo se está desarrollando? ¿Se sabe la acogida que tiene entre la gente?

Lo primero que hay que aclarar es que la aplicación Radar COVID es una aplicación desarrollada por la Secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial (SEDIA) bajo encomienda del Ministerio de Sanidad para su uso en todo el territorio nacional. Todas las administraciones sanitarias implicadas en la contención de la pandemia COVID estamos difundiendo y promoviendo su uso puesto que es la manera de aflorar contactos estrechos de los casos confirmados de COVID, más allá del esfuerzo de nuestros rastreadores, manteniendo estrictamente la privacidad de los usuarios.

¿Esperan que la app sea cargada masivamente por la población? ¿Seguirá siendo útil si hay una pobre acogida?

Por los datos que facilita la Sedia llevamos más de 3,3 millones de descargas de la App. Debemos hacer un esfuerzo para aumentar la penetración de la misma puesto que cuanto mayor número de gente se la descargue más efectividad tendrá el mecanismo de rastreo. El objetivo debería ser un 60% de la población, pero los modelos matemáticos auguran ya una cierta efectividad si consiguiéramos el 20%.

¿Hasta qué punto se vincula su efectividad a la voluntariedad, ya que en el caso de ser positivo se pide permiso al afectado para contactar con los contactos estrechos?

La App es absolutamente respetuosa con la protección de datos de los usuarios. De hecho, no recaba en absoluto ningún dato del mismo (ni nombre, ni DNI ni teléfono móvil) ni rastrea la posición GPS del usuario. Solamente hace uso de la tecnología Bluetooth de baja energía del teléfono (mediante un protocolo especial desarrollado por Google y Apple para la lucha frente a COVID) para intercambiar tokens con otros terminales que estén a menos de dos metros durante más de 15 minutos. A cambio de esto, lógicamente se espera la colaboración del usuario para comunicar su positivo PCR cuando este sea confirmado (mediante el código de 12 dígitos que le entregamos los servicios de salud autonómicos para validarlo y evitar falsos positivos), y de los contactos avisados mediante al App, que se dirijan a su servicio de salud correspondiente para ser tratados y testados.

Visto que, si una persona recibe una alerta de un positivo cercano, y que ello comporta un proceso de PCR, rastreadores y confinamientos, ¿no es una intromisión en la intimidad de la persona sin tener su consentimiento y con efectos prácticos ya que el rastreador tendrá su localización?

No, el sistema escogido, DP-3T (Decentralised Privacy-Preserving Proximity Tracing) garantiza que la información de con qué otros teléfonos ha estado uno en proximidad quede almacenada solamente en tu propio teléfono. Solamente en el caso de un positivo PCR, esos tokens son recogidos por el servidor central y remitidos a los usuarios de esos teléfonos, pero el proceso es totalmente anónimo, no hay ninguna información accesible sobre la identidad o localización de esos contactos para los rastreadores de Salud Pública. El sistema ni siquiera avisa al contacto de donde o con quién se ha infectado (ya que, por lo explicado, no dispone de esa información). Depende de la voluntariedad de colaboración de los contactos avisados el dirigirse a su servicio de salud para ser tratados.

¿Puede tener un uso personal? Es decir, ¿la aplicación puede notificar a su propietario que está en compañía de un positivo o un caso sospechoso? 

No, es hartamente improbable puesto que un caso confirmado que ha introducido su código debería estar en aislamiento domiciliario. Un contacto estrecho avisado, lo mismo, debería estar en aislamiento y además no desencadena aviso a otros teléfonos salvo que se confirme a su vez el positivo PCR. En todo caso, el aviso de la App nunca identifica (porque no puede por diseño) dónde o con quién nos hemos infectado. Se ha sido especialmente cuidadoso en el apartado de la privacidad de los datos personales, para conseguir que el mayor número de personas posible se la descargue.

¿Se utilizará la aplicación para acceso a espacios de los contactos estrechos con algún positivo en su entorno?

La misión de la App es aflorar contactos estrechos de los casos confirmados, no es ni un pasaporte sanitario, ni nada que se le parezca, que además está científicamente descartada su utilidad (una PCR negativa por la mañana no impide infectarse por la tarde)

La misión de la App es aflorar contactos estrechos de los casos confirmados, no es ni un pasaporte sanitario, ni nada que se le parezca, que además está científicamente descartada su utilidad

¿Cuándo estará plenamente operativa?

La App está ya disponible en los 'market' de aplicaciones de Google y Apple y es necesario que la gente se la descargue cuanto antes para comenzar a registrar contactos. Nuestro proceso interno en el Servicio Cántabro de Salud para comunicar el código de 12 dígitos a los casos PCR positivos por SMS va a estar listo a comienzos de esta semana. 

¿Qué coordinación habrá con otras autonomías y países?

La App está coordinada por la SEDIA para todo el territorio nacional y va a estar plenamente integrada con los servicios de salud autonómicos de forma que todos podremos enviar el código de 12 dígitos de activación del caso positivo, y el contacto avisado tendrá a su disposición el número de asistencia COVID del servicio de salud autonómico donde se encuentre. Esto es importante porque el paciente puede haberse infectado fuera de su comunidad autónoma de residencia. En cuanto a la compatibilidad a nivel europeo, la SEDIA está trabajando en que los avisos a contactos estrechos se comuniquen al resto de autoridades sanitarias para su difusión mediante las Apps similares a RadarCOVID que hay ya en cada país (Italia, Alemania, Francia, etc.) De esta forma, gracias al empleo del mismo protocolo a nivel europeo, nuestros turistas extranjeros serían también avisados en caso de haberse infectado en España.

¿Qué consecuencias va a tener en el campo de la investigación y de la Sanidad Pública?

La App es un complemento al rastreo tradicional manual basado en la entrevista al caso confirmado y va a aportar un plus de información sobre el comportamiento de la pandemia, contando con la colaboración de los usuarios (puesto que, recalco, no hay rastreo GPS). Nuestro servicio sanitario público debe ser una organización orientada por los datos y la evidencia. Una de las principales tareas que abordamos en la Dirección General y que hemos desplegado es la explotación de datos y geolocalización de los casos para poder detectar tendencias, hacer predicciones y ayudar a la toma de decisiones de Salud Pública y el Servicio Cántabro de Salud. El número de casos por municipio, Zona Básica de Salud (ZBS) o incluso calle y portal es fundamental a la hora de tomar decisiones asistenciales o de confinamiento quirúrgico para evitar la propagación del virus por ejemplo.

¿Hasta qué punto la información es reservada en una sociedad en donde los algoritmos ya condicionan la contratación de seguros, por ejemplo, y otras actividades cotidianas?

La situación clínica de un paciente es un dato absolutamente reservado y de especial protección según el Reglamento General de Protección de Datos, y la ley 41/2002 de Autonomía del Paciente establece claramente las restricciones en el uso de esos datos y los fines legítimos. En ningún caso vamos a bajar la guardia en este aspecto e incluso en una situación de pandemia estamos teniendo un riguroso respeto a esos principios. 

¿La tecnología no puede acabar construyendo una sociedad con personas señaladas y otras no?

La clave para reducir los riesgos de un mal uso de los datos es la titularidad pública de los mismos y el escrutinio y control democrático de los algoritmos en los que basamos o se van a basar nuestro servicios públicos, en especial los sanitarios. La Inteligencia Artificial puede ser por ejemplo de gran ayuda para la práctica médica del futuro pero debemos prestar especial atención a evitar los sesgos (de género, edad, raza, etc.) que los desarrolladores y programadores inevitable e inconscientemente pueden introducir en los algoritmos.

Plan de Transformación Digital del SCS

Ha asumido el cargo de director general en julio, pero ya tenía experiencia precedente en la Administración. ¿En qué estado se encuentra la Administración en este campo y qué objetivos se plantea a corto, medio y largo plazo? 

En términos generales en la administración pública española, las leyes 39 y 40/2015 han venido a reforzar e impulsar los canales digitales para la relación de con la ciudadanía y empresas, así como la tramitación interna totalmente electrónica, pero su implantación definitiva, pospuesta hasta este 2020, aún dista de ser completa. Mi experiencia personal respecto a mi etapa anterior en la Administración es qué sí se nota el cambio generacional en los altos cargos, gestores y directivos que son ahora demandantes directos de soluciones 100% digitales, lo cual facilita y despeja mucho el camino.

Sin embargo, para conseguir el objetivo, debemos seguir incrementando las plantillas y presupuestos TIC, dando la relevancia que tiene a la necesidad de esa transformación digital de la Administración, que yo veo no como un gasto, sino como una inversión muy rentable social y económicamente.

En nuestro ámbito, la Sanidad, está claro que nuestro objetivo a corto plazo es facilitar a trabajadores y gestores sanitarios la interoperabilidad e interconexión de fuentes de datos y todas las herramientas digitales que ayuden a superar la crisis COVID. En el medio plazo, tenemos ya en marcha un ambicioso Plan de Transformación Digital del Servicio Cántabro de Salud con una visión a largo plazo muy clara, y es una sanidad centrada en el paciente y accesible desde su dispositivo móvil.

¿La innovación ha pasado con la pandemia a ocupar el centro de la vida cotidiana de los administrados? ¿Pero está más pensada en ahorrar trabajo al funcionario que en facilitar la vida al usuario? 

En el ámbito sanitario sí que ha habido un avance muy importante en los últimos años en materia de Historia Clínica Electrónica, prescripción electrónica, imagen médica digital, etcétera. pero han sido innovaciones muy centradas en facilitarle la vida a los profesionales sanitarios y donde el paciente ha ocupado un papel subsidiario. La reducción o imposibilidad del trámite presencial con la pandemia COVID nos ha ayudado a pensar en nuevas formas de ofrecer los servicios y avanzar en la línea, por otra parte ya dentro de nuestro plan, de facilitar la vida a los usuarios del Servicio Cántabro de Salud (receta electrónica 100% digital, teleconsulta por videoconferencia e informes clínicos en nuestra App SCSALUD, etc.)

Hasta ahora han sido innovaciones muy centradas en facilitarle la vida a los profesionales sanitarios y donde el paciente ha ocupado un papel subsidiario

Usted procede del ámbito profesional de las TIC, ha tenido experiencia gestora en la Administración con responsabilidad en Innovación y personalmente está vinculado a asociaciones como la española contra la meningitis. Sin embargo, el contexto ha cambiado radicalmente estos meses por la pandemia. Como conocedor de la oferta y la demanda, ¿qué le exigiría a la Administración como profesional y miembro de la sociedad civil?

Yo soy personalmente un usuario intensivo de la Administración Electrónica desde hace años, y es obvio que España ha hecho un avance impresionante en la puesta a disposición de la ciudadanía de todos los trámites administrativos de manera electrónica como así lo atestigua el índice DESI (Índice de Economía y Sociedad Digital) donde somos de los líderes en Servicios Públicos Digitales, pero una cosa es la disponibilidad y otra el uso. Seguimos teniendo una asignatura pendiente y es el diseño y la usabilidad de los servicios públicos digitales, cuando por ejemplo en Sanidad el 100% de nuestros pacientes o cuidadores disponen de un dispositivo móvil con datos de banda ancha. El diseño es el gran olvidado en la Administración Pública. En usabilidad, tengo que decir que contamos con un recurso muy importante en Cantabria como es EVALTEC, el servicio de evaluación del Factor Humano en Salud, gestionado por IDIVAL y Hospital Virtual Valdecilla con el que contamos para evaluar las interfaces de usuario de todos nuestras nuevas aplicaciones. Otro gran punto de mejora importante es la interacción y feedback de los usuarios. La administración debe poder medir y recoger en tiempo real el grado de satisfacción con los servicios prestados. Nuestro Sistema de Quejas y Sugerencias por ejemplo debe ser mucho más accesible, interactivo y proactivo y tenemos grandes planes en este sentido.

Seguimos teniendo una asignatura pendiente y es el diseño y la usabilidad de los servicios públicos digitales. El diseño es el gran olvidado en la Administración Pública

¿De qué recursos dispone? ¿Es serio hablar de innovación si no hay detrás un esfuerzo presupuestario acorde? ¿Cuánto costaría adaptar la Administración a las necesidades actuales?

Hay comparativas muy interesantes. Las organizaciones sanitarias públicas en España nos movemos entre el 1% y 1,5% del presupuesto dedicado a TIC. Tradicionalmente, los sectores intensivos en transacciones digitales estaban entre un 3-4% de su cifra de negocio dedicado a TIC. Sin embargo, el sector bancario por ejemplo, que ha acometido en lo últimos años su transformación digital completa, está ahora en cifras de un 10-15% de su cifra de negocio invertido en TIC. Probablemente no sean sectores totalmente comparables pero está claro que es muy difícil ofrecer servicios digitales robustos y seguros sin crecer en personas y presupuestos TIC. Por otro lado, me gustaría destacar el enorme compromiso y esfuerzo que los trabajadores TIC sanitarios están demostrando durante la gestión de la pandemia COVID, se han literalmente multiplicado para llegar a todo, pero es obvio que necesitan descanso, refuerzo y relevo. Lo que sí me gustaría destacar como conclusión es lo que ha quedado patente en esta crisis, la necesidad de unos servicios públicos bien financiados como garantía para toda la sociedad.

Las organizaciones sanitarias públicas en España nos movemos entre el 1% y 1,5% del presupuesto dedicado a TIC (...). Sin embargo, el sector bancario está ahora en cifras de un 10-15% de su cifra de negocio invertido en TIC.

¿Su labor irá más allá de la pandemia y afectará al día a día del administrado con la Administración, visto que el uso de internet en las relaciones ha cobrado un gran impulso estos meses?

La pandemia COVID nos ha abierto una ventana al futuro para ver lo que es posible desplegar y desarrollar por medios estrictamente digitales con la adecuada motivación y dedicación de recursos, también en el ámbito de la asistencia sanitaria, tan acostumbrado al trato presencial con el paciente. Nuestro objetivo a medio y largo plazo es evitar todos los trámites presenciales innecesarios. La Teleconsulta, y la Telemedicina en un sentido amplio, con la posibilidad de seguimiento de constates biométricas de los pacientes en su domicilio o vida normal deben servir para la prevención y evitar el empeoramiento y hospitalización de pacientes crónicos, que es el gran vector de gasto de recursos de nuestra sanidad pública.

Nuestro objetivo a medio y largo plazo es evitar todos los trámites presenciales innecesarios.

Los funcionarios que teletrabajan, ¿tienen los medios para hacerlo? 

Rotundamente sí, la extensión de las redes de banda ancha en nuestro país y la accesibilidad de las aplicaciones y sistemas de la Administración por VPN han hecho posible el teletrabajo durante los peores meses de la pandemia y el confinamiento. Es obvio que no todos los puestos de trabajo son viables mediante el teletrabajo, en especial en Sanidad, pero sí diría que ha sido uno de nuestros grandes éxitos. 

¿Estos medios son propios o de la administración?

Cuando se ha necesitado, ha habido disponibilidad de móviles, portátiles y líneas VPN de la administración para los funcionarios.

¿El teletrabajo implica un deterioro en la efectividad? Si de siempre la administración ha tenido un componente burocrático y de difícil acceso, ¿esto se está resolviendo gracias a las TIC o se está en las mismas pero con un decorado distinto?

En nuestro departamento, eminentemente TIC (aunque también soy Responsable de la Atención a Usuarios y la Planificación Sanitaria) hemos seguido trabajando de manera igualmente efectiva haciendo un uso intensivo de la videoconferencia, es más, en muchos aspectos diría que hemos sido más efectivos, y además permitiendo la conciliación de los trabajadores públicos con su vida familiar, aunque soy consciente que esta experiencia quizás no sea la misma en otras áreas.

¿Qué instrumentos hay para el control del rendimiento de empleado público en su domicilio?

Es que yo eliminaría esa palabra (“control”) del vocabulario de un gestor público. Preferiría hablar de liderazgo, confianza, autonomía y responsabilidad. Si tienes un plan y hoja de ruta y consigues que haya un reparto claro de roles y responsabilidades en tu equipo, la autonomía y la confianza en el empleado público son las herramientas para conseguir los objetivos. 

¿Cómo afecta el teletrabajo a la protección de datos de los administrados? ¿Cómo es la custodia de expedientes?

Las herramientas de teletrabajo usan tecnologías de acceso web seguras, idénticas a las que emplea cualquier empresa multinacional del sector privado, y tan fácil o difícil es la fuga de datos desde la oficina de la administración como desde el domicilio del funcionario. No obstante, es obvio que nuestra “superficie de ataque” para los ciberdelincuentes se incrementa y tenemos que prestar una especial atención a mejorar nuestra monitorización de incidentes y sistemas de seguridad. La protección de datos es una preocupación y tarea fundamental de nuestra área, en especial en Sanidad.

Hay continuamente quejas de falta de atención, falta de respuesta, dificultades de acceso. ¿Es atribuible a las TIC o a las estructuras administrativas?

Es innegable que la pandemia COVID ha desbordado la capacidad de atención a los usuarios de la administración en muchas áreas. Nosotros somos conscientes del cuello de botella que tenemos ahora mismo en la Atención Primaria. Detrás de cada petición electrónica o llamada de teléfono hay personas, que están asumiendo en muchos casos una carga de trabajo por encima de lo razonable, y muchas veces la administración no tiene la flexibilidad suficiente para dotar de personal refuerzo (a veces porque no hay), formarlos, etcétera. Desde las TIC trabajamos y seguimos trabajando para que allí donde pueda automatizarse o hacerse de manera telemática la interacción con la ciudadanía, pueda hacerse, y esperamos poder hacer en breve un anuncio de mejora importante en lo que nos toca.

¿Basta con cambiar las aplicaciones si no se cambia la forma de trabajar de la administración?

Las aplicaciones aportan transparencia en el proceso administrativo, medición de tiempos de respuesta y resultados, etcétera. y facilitan la vida al funcionario y la ciudadanía y empresas, pero antes debe abordarse una simplificación administrativa, que además es un proceso continuo. Nosotros venimos en España del modelo de administración napoleónico y deberíamos aproximarnos más al modelo anglosajón, donde debería primar más la declaración responsable del administrado y el silencio positivo a su favor. No puede ser que, pongamos por caso, un proyecto empresarial quede aplazado 'sine die' por la falta de un permiso, sin compromiso claro de plazos y tiempo de respuesta.

Nosotros venimos en España del modelo de administración napoleónico y deberíamos aproximarnos más al modelo anglosajón, donde debería primar más la declaración responsable del administrado y el silencio positivo a su favor.

Si antes había que ir a la consulta a pedir receta para un medicamento, ahora se estén dando altas y bajas y facilitando medicación sin ver al paciente, ¿es un adelanto o un atraso?

Yo lo considero un absoluto adelanto. El lema a implantar en Sanidad es “trae tu cuerpo sólo cuando sea necesario”. Con la Telemedicina estamos hablando de evitar desplazamientos innecesarios, con su coste social muy importante en horas de trabajo de pacientes y acompañantes, huella de carbono, la posibilidad de que el profesional sanitario también pueda teletrabajar, etcétera. En Cantabria hemos eliminado la necesidad de la hoja de tratamiento en papel para la dispensación farmacéutica (la hoja la ofrecemos via nuestra App SCSALUD para aquel que quiera consultarla electrónicamente o la haya perdido) con lo cual se elimina la necesidad de volver a por las renovaciones de receta en tratamientos crónicos y hemos implantado la teleconsulta por Videoconferencia (a potestad del profesional) en todo el Servicio Cántabro de Salud (Hospitales y Atención Primaria), dos medidas de las que me siento especialmente orgulloso.

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