Docentes y alumnos cántabros recuperan los dos días libres perdidos tras la polémica de las vacaciones escolares de noviembre

Los colegios de Cantabria permanecerán cerrados este viernes y el próximo lunes. Así, docentes y alumnos tendrán un 'puente' de cuatro días, incluyendo el fin de semana, para recuperar los dos días libres que perdieron tras la polémica de las vacaciones escolares de noviembre.

Y es que Consejería de Educación y sindicatos alcanzaron un acuerdo para establecer como festivos el 30 de abril y el 3 de mayo, con el objetivo de compensar las dos jornadas en las que hubo clase durante la semana no lectiva cancelada por el Gobierno autonómico por la situación de pandemia, antes de que la Justicia revocase esa decisión.

Fueron días convulsos, de incertidumbre en toda la comunidad educativa y de crispación entre el profesorado. La medida establecida por el Ejecutivo regional, a pocos días del inicio de las vacaciones, bajo el argumento de “reducir la movilidad sin cerrar los municipios” en un contexto de segunda ola de la pandemia en alza, cogió por sorpresa tanto a padres y madres, como a docentes y sindicatos.

Estos últimos organizaron protestas, jornadas de huelga e, incluso, pidieron la dimisión de la consejera del ramo, Marina Lombó (PRC), así como del propio presidente, Miguel Ángel Revilla (PRC), por haber tomado la decisión “de manera completamente unilateral y sin tener en consideración a la comunidad educativa”.

Así todo, la medida siguió adelante y los dos primeros días de la semana hubo clase como habitualmente, hasta que el martes por la tarde la Justicia aceptó una medida cautelar solicitada por Comisiones Obreras (CCOO) en un recurso presentado por el propio sindicato y devolvió la semana no lectiva desde el miércoles.

La decisión de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) adoptada por unanimidad asestó un revés importante al Gobierno cántabro, puesto que señaló en su auto que la Administración “no adoptó justificación suficiente” para suspender las vacaciones por motivos de salud pública.

Así pues, desde ese miércoles incluido, los colegios cántabros cerraron sus puertas, pero las dos jornadas en las que hubo clase debían ser compensadas, de manera que en diciembre se estableció este viernes y el próximo lunes como las fechas para terminar de cerrar las consecuencias de una polémica que puso patas arriba a la comunidad educativa autonómica y que trascendió al plano nacional.