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Lunes sin carne y la imposición del vegetarianismo

Un plato vegetariano

Virginia Gómez

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Para quienes no lo sepan el Lunes Sin Carne o #FreeMeatMonday en redes sociales es una campaña internacional que se propuso desde la asociación sin ánimo de lucro The Monday Campaigns Inc junto con un centro de salud pública de una universidad estadounidense y que, como su propio nombre indica, animan a las personas a que durante un solo día por semana, los lunes, no consumamos carne por el bien de nuestra salud y del planeta. A decir verdad, no es mucho pedir, es bastante poco exigente incluso… no parece un gran sacrificio comer lentejas y cenar tortilla de patata, vaya.

Pues hay gente a la que esto le ofende. Cuidado. Existe gente que se siente ofendida por una campaña como esta, atacada incluso. Por una campaña que es totalmente opcional pero que, como decía, además contribuye a crear un menor impacto ambiental y de la explotación de recursos del planeta y ayuda a la población a equilibrar un poquito la cantidad de proteína animal que ingiere. Da igual. Aunque la mayoría de nosotros o bien se une o bien pasa, no falta el resquicio de ofendiditos que les parece mal, y como este grupo de ofendiditos sea algún padre o alguna madre en cuyo colegio les hayan “obligado” a hacer a sus hijos el Lunes Sin Carne, se desata la cólera.

¿Por qué tienen que imponer a mi hijo el vegetarianismo?

Imponer vegetarianismo = ofrecer en el colegio UNA comida sin carne, pero perfectamente completa.

Y es cuando recuerdo a un famoso cocinero escolar que me decía que había tenido un par de malas experiencias con padres, ya no por no servir carne en la escuela –privada- (aunque sí pescado), sino porque además es que estos padres se quejaban ¡de que no había ultraprocesados! Como hamburguesas o fritanga y que claro ¡que sus hijos tenían que comer de todo y conocer todas las posibilidades! Yo me quedé muerta. ¿En serio? ¿En serio estás pagando una pasta por llevar a tu hijo a un colegio privado que una de las mejores cosas que tiene es su cocinero, la educación nutricional y la comida ¡y te estás quejando de que no dan alimentos perjudiciales a tu hijo!? Pues esta gente, que creemos que no existe, sí existe. Dudo mucho que un niño hoy en día no conozca “todas las posibilidades” ni aunque además de las 5 comidas en este colegio hiciera el resto igual de bien en casa… que los cumpleaños y demás eventos sociales existen. Pero es que ya no es ni eso. El Lunes Sin Carne estoy convencida de que puede suceder hasta sin querer, que es que ni se propone que la alternativa sea sana, únicamente que pruebes este día a no comer carne. Pues esto se postula según unos pocos como un adoctrinamiento del vegetarianismo al que no sólo no van a ceder, sino que, si es posible (esto leído en redes) ¡van a comer el doble de carne! A veces creo que la gente de pocos recursos emocionales, donde encaja cualquier ofendidito que se precie, se toma iniciativas internacionales como esta, como algo personal; y ya si entramos en el debate, cuando te dicen “me gustan los animales, que cabrones los que les hacen daño a los animales” y les comentas, con toda la lógica del mundo, si saben que los animales que comen viven en condiciones muy mejorables y que, obvio, hay que matarlos para que ellos nos puedan restregarnos su doble ración de carne vengativa los lunes, ahí ya hay colapso cerebral. Pero sobre la disonancia cognitiva de considerarse animalista y, a su vez, comer carne hablamos otro día.

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