Así serán las Fallas y la Magdalena: mascletades, Ofrenda y desfiles sin control de aforo, pero con mascarilla obligatoria para el público

Las Fallas de Valencia y la Magdalena de Castellón serán las primeras fiestas multitudinarias de España que se podrán desarrollar con relativa normalidad desde la irrupción de la pandemia en marzo de 2020.

Dos años después de que el presidente del Gobierno valenciano, Ximo Puig, anunciara la suspensión de ambos eventos, el jefe del Consell ha comparecido para detallar una serie de recomendaciones sanitarias que los ayuntamientos de cada localidad deberán incorporar a sus normativas o bandos para la organización de las diferentes actividades festivas.

Según ha anunciado Puig, tal y como marca la normativa general, la mascarilla será obligatoria en todo tipo de acto en el que pueda haber riesgo de aglomeraciones, como mascletades, desfiles o la Ofrenda, para el público asistente, no así para los participantes que podrán guardar las debidas distancias de seguridad. “La pandemia sigue entre nosotros”, ha recordado el jefe del Consell. Los participantes de la Romería de les Canyes de Castellón sí que deberán llevarla al ser un desfile abierto sin recorrido acotado como sí lo es la Ofrenda de flores.

Además, no habrá controles de aforo en estos actos, puesto que no está contemplado en la normativa general, salvo para los grandes eventos deportivos.

En cuanto al funcionamiento de los casales, carpas, collas o sedes festeras en general, se equiparán las restricciones a las que estén vigentes en la hostelería en cuanto a número de comensales por mesa o distancias de seguridad. Además, las carpas deberán garantizar la ventilación: deberán mantener al menos dos laterales abiertos y, si no es así, se regirán por las normas vigentes para los interiores.

Las verbenas y discomóviles se podrán desarrollar con normalidad, es decir, con el uso obligatorio de la mascarilla siempre y cuando no se consuma.

“Es hora ya de comenzar la primavera de la recuperación, y las Fallas y La Magdalena forman parte de ese espíritu de recuperación”, ha reivindicado el president, quien ha considerado “muy oportuno” que se puedan celebrar unas fiestas “lo más seguras y lo más reales posibles”, pero siempre con corresponsabilidad y prevención.