Cientos de personas llenan el Pont de Ferro de Alzira contra el trasvase Júcar-Vinalopó
Centenares de personas de toda la Ribera se concentraron el pasado fin de semana en Alzira para protestar contra el trasvase Júcar-Vinalopó. Entre los asistentes, numerosos concejales y alcaldes de localidades como Alzira, Corbera Alcàntera de Xúquer o la Barraca d'Aigües Vives, además de la diputada autonómica Paula Espinosa y representantes de Acció Ecologista-Agró, la Ribera en Bici-Ecologistes en Acció o el Col·lectiu de Pensionistes d'Alzira-Ribera Alta, entre otros.
En el manifiesto leído durante el acto se explicaba que el Júcar, el principal río valenciano, está sobreexplotado: “Su caudal se ha reducido de manera notable en las últimas décadas, sobre todo en su cuenca baja”. Así, sostienen que en la década de 1980 se convirtieron en regadío en la Mancha oriental más de 100.000 hectáreas “de forma ilegal, que después fueron legalizadas”. Así comenzaron las extracciones abusivas del acuífero, “y el Júcar, a su paso por Albacete, se nutría con más de 300 hm3 al año, ha perdido este caudal base”. “Y todavía ha caído más por la reducción de precipitaciones en su cabecera como consecuencia de los efectos del cambio climático”, denunciaba.
A pesar de esta sobreexplotación, “no han cesado las voces que reclaman llevarse las escasas aguas del Júcar a otras zonas para atender los regadíos existentes, e incluso para su expansión, como si nuestro río fuera el Misisipi. Desde el Vinalopó, Murcia, Almería o la Mancha, las peticiones son constantes”.
Por este motivo, ven “con mucha preocupación” el convenio para suministrar agua del Júcar en el Vinalopó durante los próximos diez años, acordado recientemente entre la Confederación Hidrográfica del Júcar, Acuamed y la Junta Central de Usuarios del Vinalopó. Este convenio establece un “compromiso de suministro mínimo” de 278 Hm³ de agua del Júcar trasvasada en el Vinalopó en diez años, “una cantidad muy superior a la que se ha trasvasado estos últimos años y con un precio fuertemente subvencionado”.
Esto “contradice” el planteamiento con el que se autorizó el trasvase Júcar-Vinalopó que dice que solo se podrán trasvasar caudales “excedentes”. Es un trasvase “a sobrantes” y la cantidad a trasvasar dependerá de los “sobrantes” del Júcar, una vez se hayan garantizado las necesidades ambientales, de abastecimiento a la población, de riego y del resto de usos en la cuenca cedente, la del Júcar.
“Estos sobrantes, por definición, no pueden ser prefijados en términos de volúmenes mínimos en un convenio a diez años, sino que tienen que establecerse, como ha ocurrido hasta ahora, año a año, dependiendo de la situación del río y de la cuenca del Júcar”, relata Xúquer Viu, que insiste en que establecer en un convenio unas cantidades determinadas “rompe con este principio de trasvase 'a sobrantes', y genera, de manera irresponsable, unas expectativas entre los usuarios de la cuenca receptora que incrementará las demandas de agua del Júcar”. “Ayer conocimos que ya se están preparando tierras para el cultivo en distintas zonas del Vinalopó”, indican desde la plataforma, que añaden: “Nos tememos que, como pasó con el Tajo-Segura, se van a generar nuevas demandas imposibles de atender”.
La actual situación de sobreexplotación del Júcar y sus ecosistemas asociados, como l'Albufera, “hacen imposible cualquier transferencia periódica de agua a otras cuencas sin poner en peligro su propia supervivencia. La prioridad actual, por lo tanto, tiene que ser recuperar la salud de estos ecosistemas que forman parte de la Red Natura 2000”.
Recientemente, apuntan, el Tribunal Superior de Justicia ha anulado la declaración de sobreexplotación de seis acuíferos del Vinalopó, que acordó en 2020 la Confederación Hidrográfica del Júcar, de tal manera que han quedado sin efecto la declaración de sobreexplotación y los programas de actuación para la recuperación de esas masas de agua. “Resulta, por lo tanto, completamente incongruente que la Junta de Usuarios del Vinalopó, considero innecesaria la declaración de sobreexplotación, argumentando que hay una tendencia a la mejora de los acuíferos; y, al mismo tiempo, reclaman toda el agua del Júcar”, matizan.
El Plan Hidrológico refleja que el Júcar muestra un déficit de 250 hm³/año, “muy superior a los 60 hm³/año de déficit del Vinalopó”. El mismo Plan “reconoce la gravedad de la situación futura cuando dice que este déficit se incrementará además de 300 hm³ como consecuencia de la fuerte disminución de recursos, que se prevé como consecuencia del cambio climático. Por este motivo no se tendrían que recuperar unas zonas a expensas de poner en peligro otras”.
“Si los caudales ecológicos del Bajo Júcar son totalmente insuficientes, es de todo punto inaceptable que el caudal ambiental de los cuatro últimos kilómetros del río, a partir del punto del trasvase situado al azud de la Marquesa, sea completamente ridículo e insuficiente para recuperar la funcionalidad ecológica del estuario del Júcar”, sostienen desde la plataforma, que añade: “Tan solo 0‘5 m³/segundo, un 1% del que lleva el río en régimen natural. Este exiguo caudal del estuario está muy relacionado al garantizar caudal suficiente para llevárselo en el Vinalopó”.
“Vamos a continuar oponiéndonos a este trasvase utilizando todos los recursos a nuestro alcance. ¡No a la sobreexplotación del Júcar! ¡Por la plena recuperación de nuestro río y de la Albufera! ¡No al trasvase!”, concluyen.
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