Volvemos al luto

Hace dos años que el Partido Popular gobierna en la Comunitat Valenciana y en su balance “triunfal” de mitad de la legislatura ha obviado temas candentes como la Memoria Democrática.

Primero con Vox en el Consell –gracias al pacto de la servilleta firmado con un maltratador sentenciado- y más tarde con su apoyo en les Corts, el Partido Popular con Mazón a la cabeza, ha devuelto la Memoria Democrática al blanco y negro.

El revisionismo histórico y la negación del régimen dictatorial de Franco se ha alzado como uno de los ejes de su gestión, primero con la aprobación de la mal llamada Ley de Concordia hace ahora un año, y por supuesto, con la anulación de cualquier acción en pro de las políticas iniciadas por el Consell de Ximo Puig.

Hace unos días publicaban las subvenciones para exhumaciones -200.000 € para toda la Comunitat Valenciana- pero dejaban fuera a las asociaciones memorialistas. No sé si las harán efectivas o tal como ocurrió en el año 2024 mantendrán la ejecución en cero, pero, aunque las ejecutarán al 100%, ya me dirán ustedes a qué pueden llegar los ayuntamientos, diputaciones o mancomunidades con esa cifra pírrica.

En este momento, y a la espera de la resolución del Tribunal Constitucional sobre el recurso presentado por el Gobierno de Pedro Sánchez a la ley autonómica, los demócratas, los que creemos en la necesidad de conocer la verdad de todo lo que ocurrió, los que queremos que los fusilados descansen donde sus familias deseen, los que vemos imprescindible la anulación de las condenas injustas dictadas en juicios sumarísimos, los que pedimos reparación para las mujeres que fueron encerradas por no acatar los ideales del nacional catolicismo, o los que pugnamos diariamente por abrir investigaciones que aclaren la trama de bebés robados, todos y todas esos, no vamos a dejar que pase al olvido tanta injusticia.

Las únicas acciones que se han podido desarrollar en estos años en la Comunitat Valenciana han sido financiadas con fondos del Estado, pero no podemos renunciar a nuestra legislación autonómica, por mucho que podamos ampararnos en la estatal. La Generalitat Valenciana es garante de la protección de los valencianos y valencianas o, mejor dicho, debería serlo. Y cumplir con las reivindicaciones de quienes defendieron la democracia en su momento, de quienes se enfrentaron al régimen franquista y a los que debemos en buena parte que hoy tengamos democracia, es sin duda una de las obligaciones de los gobernantes.

Obviar las recomendaciones internacionales, las leyes y sobre todo el dolor de las víctimas, no es solo injusto, debería ser delito. Y de todo esto no es solo culpable Mazón, lo es todo el Partido Popular.

Desde el PSPV-PSOE no vamos a parar de reivindicar las políticas de memoria, porque llevamos demasiado tiempo cargando con esta deuda a nuestras espaldas. Por eso vamos a mantener acciones y actuaciones para que la Memoria Democrática no desaparezca del debate público, se lo debemos a quienes padecieron las barbaries de la guerra y la dictadura, a sus familiares y a toda la ciudadanía a la que en teoría debe proteger el Consell.

Seguiremos honrando a los exiliados, los fusilados, a los bebés robados, las mujeres rapadas, las torturadas… seguiremos siendo su voz para que nadie olvide, ni los olvide. Seguimos exigiendo que se derogue la Ley de Concordia y volvamos a avanzar para conseguir que la Comunitat Valenciana sea un territorio libre de fosas y de vestigios, para que todos y todas podamos caminar con la cabeza alta tras reconocer errores, conocer la verdad, consolidar la reparación y hacer justicia.

Para salir del luto y demostrar que la Memoria Democrática es una política muy viva.