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La familia del niño autista trasladado de su colegio presenta un contencioso por vulneración de derechos fundamentales

Cristina D. con su hijo, a las puertas del colegio Reyes Católicos de Silla

Toni Cuquerella

La familia del niño de cinco años C.M.D. de Silla, con TEA (Transtorno del Espectro Autista) trasladado por la administración de su colegio ordinario a mitad de curso a otro centro de educación especial en Sueca (a 27 km de su localidad), ha acudido a la justicia para evitar la medida. Para ello ha presentado un recurso especial ante el Juzgado Contencioso-Administrativo número 2 del TSJCV argumentando vulneración de derechos fundamentales del menor.

Según el recurso presentado por la abogada de la familia, la resolución dictada por la Conselleria de Educación “vulnera el derecho fundamental a la igualdad del artículo 14 de la Constitución en relación con el ejercicio del derecho a la educación del artículo 27”. Así en el escrito además se solicitan al juez medidas cautelares para que el niño continúe en el colegio en el que hasta ahora estaba escolarizado (el CEIP Reyes Católicos de Sueca) “con los apoyos necesarios para su atención y desarrollo, en tanto su escolarización inmediata en el Colegio de Educación Especial a mitad de curso supone un grave trastorno en su rutina que sin lugar a dudas afecta directamente a su desarrollo y a su condición”.

La abogada de la familia, Sandra Casas, explica que no presentará el recurso de alzada ya que la ley permite que no se agote esta vía por considerarlo un caso “flagrante”. Señala así que la administración puede dilatar hasta tres meses la resolución del recurso de alzada, por lo que se podría llegar a meses inhábiles en verano, y que hasta septiembre -a las puertas del curso- no se sabría la solución.

Por ello comunica que a la familia le interesa resolver pronto la situación, que al tratarse de un caso de derechos fundamentales la ley prevé un proceso rápido, y así confía que en las próximas semanas el juez dicte las medidas cautelares para que el niño continúe en Silla, y que en el mes de mayo se obtenga una sentencia favorable.

Sandra Casas explica que la familia siente “indefensión” y que la situación no únicamente afecta al niño de cinco años, sino también a su hermana de siete, escolarizada en el mismo centro. Así apunta que “la familia tiene que planificarse y quiere llevar a los dos niños al mismo centro, no pueden estar dos menores a casi 30 kilómetros de distancia teniendo el mismo horario escolar”, por ello afirma que no se puede permitir dilatar más la resolución de su situación.

La Conselleria de Educación dice que está a la espera de la evaluación que inició la inspección educativa al enterarse del conflicto producido, hecho que ha implicado a los inspectores tanto del colegio de Silla como del de Sueca. Desde la administración insisten en que “se están poniendo todos los medios con tal de que se resuelva el tema, pensando siempre en el menor”.

El contencioso ha sido admitido a trámite este mismo viernes y se han dado 5 días a la Conselleria de Educación para que aporte el expediente.

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