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Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

Vivir dignamente en República Dominicana

El barrio Simón Bolívar, República Dominicana

Assumpció Vidal Ferrando

Miembro del equipo de Acción Ciudadana de Oxfam Intermón en Valencia —

En noviembre de 2016 un grupo de voluntarias y voluntarios de Oxfam Intermón visitamos la República Dominicana con el objetivo de conocer el país y el trabajo que nuestra organización realiza allí. El primer día nos mostraron los sorprendentes datos de la desigualdad existente: la fortuna de los 265 multimillonarios de República Dominicana es equivalente a 17 veces el gasto en educación y 13 veces la inversión pública en salud. La inversión en viviendas sencillamente no existe.

La República Dominicana tiene un crecimiento sostenido en los últimos 30 años, siendo su economía una de las que más crece del Caribe curiosamente al igual que su desigualdad, según datos del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) el país bajó 15 posiciones respecto al informe anterior y sus niveles de desigualdad superan los de América Latina y el Caribe. Este dato se patentiza a simple vista recorriendo la capital y visitando la Isla, agravándose conforme nos acercamos a la frontera con Haití y recorremos la zona de los bateyes.

Caminando por las calles de Santo Domingo, pasamos de zonas con viviendas lujosas, guardias de seguridad en la puerta y por las que circulaban coches de gama alta con sus lunas tintadas a zonas donde la pobreza se hacía patente y la gran vulnerabilidad de las personas que viven en ellas también.

La primera visita que hicimos fue a una de las zonas más depauperadas de Santo Domingo, el barrio Simón Bolívar. El barrio está situado entre los ríos Ozama e Isabela. Durante la visita nos acompañaron Patricia de Ciudad Alternativa e Isaac de Poder Popular. Isaac es una persona que vive en este barrio y es el presidente de esta asociación formada por vecinos que, entre otras, tienen como misión organizar el desalojo de sus habitantes en caso de subida del río Ozama.

El barrio es un asentamiento irregular sobre la ribera del río, lo recorrimos bajado por una escalera desde su punto más alto hasta casi el cauce del río, parecía que estábamos bajando a los infiernos. Esta escalera se construyó con fondos europeos para facilitar la evacuación de los habitantes en caso de inundación, parece como si el estado quisiera dar por buenas las malas condiciones en las que viven miles de personas. Estaba lloviendo, las viviendas no tenían techos capaces de aguantar el agua, había muchos niños y niñas sin zapatos. Una niña cogió dos maderas e hizo un cobertizo para que el perro no se mojara, otros niños habían construido un patinete con una rueda y un trozo de madera, otros más mayores llegaban con dos garrafas de agua para beber, el barrio no tiene agua corriente ni por supuesto agua potable.

Isaac y David apoyados por Ciudad Alternativa y Oxfam están trabajando por transmitir a sus vecinos, a las personas con las que comparten el barrio, que tienen derecho a tener una vida digna, que tienen derecho a vivir sin el temor de que si llega un ciclón, como lo llaman aquí, no se van a quedar sin vivienda, incluso sin vida, como ocurrió con la llegada del huracán Mathew en el que perdió la vida un niño debido a un desprendimiento de terreno.

Llamar vivienda a las chabolas en las que viven más de 250.000 personas en estos barrios situados entre los ríos Isabela y Ozama y muchos más a lo largo de toda la isla es un gran eufemismo, es aceptar que la vivienda no tiene que ser un lugar para vivir dignamente y relacionarse. Durante los días que estuvimos en la República Dominicana visitando otras zonas fuera de la capital constatamos que este es uno de los grandes problemas del país y que vulnera uno de los derechos fundamentales de las personas a vivir dignamente. Es necesaria la construcción de nuevas viviendas, así como la mejora de las existentes. En la provincia de Punta Cana, famosa por el turismo, un 38 % de las viviendas no tiene agua corriente y en todo el país las que tienen agua no es potable.

Oxfam junto con el foro ciudadano “CASA YA” que agrupa a las organizaciones que están reivindicando una vivienda digna han lanzado la campaña “CAMBIEMOS LAS PRIORIDADES” en la que se pide al gobierno que se dedique un 1% del PIB durante 10 años a mejorar las condiciones habitacionales de la mayoría de la población y la construcción de viviendas dignas.

Oxfam Intermón apoyamos desde aquí esta iniciativa y pedimos a la ciudadanía que inste al gobierno de República Dominicana a destinar el 1% del PIB a mejor las viviendas de los dominicanos y dominicanas. Queremos conseguir que lo que es un paraíso para los turistas que viajan a la isla lo sea también para las personas que viven todos los días en ella.

Más información de la campaña podéis ver en: www.cambiemoslasprioridades.org

En noviembre de 2016 un grupo de voluntarias y voluntarios de Oxfam Intermón visitamos la República Dominicana con el objetivo de conocer el país y el trabajo que nuestra organización realiza allí. El primer día nos mostraron los sorprendentes datos de la desigualdad existente: la fortuna de los 265 multimillonarios de República Dominicana es equivalente a 17 veces el gasto en educación y 13 veces la inversión pública en salud. La inversión en viviendas sencillamente no existe.

La República Dominicana tiene un crecimiento sostenido en los últimos 30 años, siendo su economía una de las que más crece del Caribe curiosamente al igual que su desigualdad, según datos del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) el país bajó 15 posiciones respecto al informe anterior y sus niveles de desigualdad superan los de América Latina y el Caribe. Este dato se patentiza a simple vista recorriendo la capital y visitando la Isla, agravándose conforme nos acercamos a la frontera con Haití y recorremos la zona de los bateyes.

Caminando por las calles de Santo Domingo, pasamos de zonas con viviendas lujosas, guardias de seguridad en la puerta y por las que circulaban coches de gama alta con sus lunas tintadas a zonas donde la pobreza se hacía patente y la gran vulnerabilidad de las personas que viven en ellas también.

La primera visita que hicimos fue a una de las zonas más depauperadas de Santo Domingo, el barrio Simón Bolívar. El barrio está situado entre los ríos Ozama e Isabela. Durante la visita nos acompañaron Patricia de Ciudad Alternativa e Isaac de Poder Popular. Isaac es una persona que vive en este barrio y es el presidente de esta asociación formada por vecinos que, entre otras, tienen como misión organizar el desalojo de sus habitantes en caso de subida del río Ozama.

El barrio es un asentamiento irregular sobre la ribera del río, lo recorrimos bajado por una escalera desde su punto más alto hasta casi el cauce del río, parecía que estábamos bajando a los infiernos. Esta escalera se construyó con fondos europeos para facilitar la evacuación de los habitantes en caso de inundación, parece como si el estado quisiera dar por buenas las malas condiciones en las que viven miles de personas. Estaba lloviendo, las viviendas no tenían techos capaces de aguantar el agua, había muchos niños y niñas sin zapatos. Una niña cogió dos maderas e hizo un cobertizo para que el perro no se mojara, otros niños habían construido un patinete con una rueda y un trozo de madera, otros más mayores llegaban con dos garrafas de agua para beber, el barrio no tiene agua corriente ni por supuesto agua potable.

Isaac y David apoyados por Ciudad Alternativa y Oxfam están trabajando por transmitir a sus vecinos, a las personas con las que comparten el barrio, que tienen derecho a tener una vida digna, que tienen derecho a vivir sin el temor de que si llega un ciclón, como lo llaman aquí, no se van a quedar sin vivienda, incluso sin vida, como ocurrió con la llegada del huracán Mathew en el que perdió la vida un niño debido a un desprendimiento de terreno.

Llamar vivienda a las chabolas en las que viven más de 250.000 personas en estos barrios situados entre los ríos Isabela y Ozama y muchos más a lo largo de toda la isla es un gran eufemismo, es aceptar que la vivienda no tiene que ser un lugar para vivir dignamente y relacionarse. Durante los días que estuvimos en la República Dominicana visitando otras zonas fuera de la capital constatamos que este es uno de los grandes problemas del país y que vulnera uno de los derechos fundamentales de las personas a vivir dignamente. Es necesaria la construcción de nuevas viviendas, así como la mejora de las existentes. En la provincia de Punta Cana, famosa por el turismo, un 38 % de las viviendas no tiene agua corriente y en todo el país las que tienen agua no es potable.

Oxfam junto con el foro ciudadano “CASA YA” que agrupa a las organizaciones que están reivindicando una vivienda digna han lanzado la campaña “CAMBIEMOS LAS PRIORIDADES” en la que se pide al gobierno que se dedique un 1% del PIB durante 10 años a mejorar las condiciones habitacionales de la mayoría de la población y la construcción de viviendas dignas.

Oxfam Intermón apoyamos desde aquí esta iniciativa y pedimos a la ciudadanía que inste al gobierno de República Dominicana a destinar el 1% del PIB a mejor las viviendas de los dominicanos y dominicanas. Queremos conseguir que lo que es un paraíso para los turistas que viajan a la isla lo sea también para las personas que viven todos los días en ella.

Más información de la campaña podéis ver en: www.cambiemoslasprioridades.org.

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