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Una acusada reconoce que repartió “sobres cerrados” entre el ex conseller Rafael Blasco y su supuesto testaferro

El ex conseller Rafael Blasco, a la derecha, junto al empresario Augusto César Tauroni en el banquillo de los acusados

Lucas Marco

La Fundación Hemisferio fue el principal instrumento que creó la presunta trama del saqueo de los fondos de la cooperación valenciana para que supuestas ONG sin experiencia alguna obtuvieran financiación. Una administrativa de la fundación, Maribel Castillo, ha narrado en el juicio los intercambios de “sobres cerrados de diferentes tamaños” entre Rafael Blasco, en aquel momento conseller de Solidaridad y Ciudadanía del Gobierno de Francisco Camps, y su supuesto testaferro, el empresario Augusto César Tauroni. También ha confirmado que, a pesar de que no figuraba oficialmente en ningún cargo, Tauroni dirigía el entramado de la Fundación Hemisferio.

Según ha relatado a preguntas del fiscal anticorrupción, transportó “sobres de diferentes tamaños” por orden de Tauroni, su mujer Alina Indiekina y de Joaquín Blasco, todos ellos imputados en la causa, que entregaba a la secretaria personal de Rafael Blasco, Mari Ángeles Rincón. “Yo le llevaba paquetes cerrados y ella me entregaba paquetes cerrados”, ha asegurado Castillo, quien alcanzó un acuerdo parcial con la Fiscalía anticorrupción que no aceptan ni la acusación popular de la Coordinadora Valenciana de ONG ni la Abogacía de la Generalitat.

Las entregas, más de una decena, se realizaban en “unas escaleras” de la Conselleria (“era una zona pública de paso”, ha apostillado la administrativa de la Fundación Hemisferio) y, a partir de la destitución de Blasco como conseller y su nombramiento como síndico del grupo popular en las Corts, en la antigua Casa de los Caramelos, a escasos metros del Parlamento autonómico. “Quizá había unos meses que no iba” y otras semanas que entregaba varios sobres, ha explicado Castillo quien ha detallado que eran “sobres de diferentes tamaños, a veces pesaban tipo libros”.

Las acusaciones sospechan, antes y después de los polémicos acuerdos entre la Fiscalía y casi todos los acusados, que los sobres contenían presuntas mordidas de la trama del saqueo de los fondos de la cooperación. Maribel Castillo asegura que nunca “preguntó” qué contenían los sobres aunque también reconoce que sabía que “entre Tauroni y Blasco había una relación” de amistad.

Uno de los correos electrónicos incorporados en el sumario, enviado el 27 de julio del 2011 a las 15.41 por el hermano de Augusto César Tauroni a Castillo, indicaba que los “paquetes” debían ser entregados de acuerdo al siguiente reparto: “cinco son para El Conill y 3.300 para La Negra”. Tal como ha explicado la acusada, en el peculiar lenguaje usado por la presunta trama en sus comunicaciones internas, El Conill era Rafael Blasco y La Negra era Christine Bernadette, presidenta de Asa de África.

La representante de la Abogacía de la Generalitat, que no comparte el criterio de Anticorrupción de pactar con Castillo, ha recordado que en el registro del domicilio de Augusto César Tauroni apareció un documento con anotaciones manuscritas de cantidades, una de las cuales -“5000”- coincide con la presunta cantidad “para El Conill” que refleja el correo electrónico de Arturo Tauroni. Sin embargo, Castillo no ha reconocido la letra del documento manuscrito.

Maribel Castillo, esposa del empresario imputado en la misma causa, Fernando Cañete, ha desvelado también que las bases de la convocatoria de un proyecto de cooperación de la Conselleria en 2010 fueron redactadas tras una reunión en la Fundación Hemisferio a la que asistieron Augusto César Tauroni y el funcionario Marc Llinares, que acompañó a Blasco en varias conselleries y que durante el juicio se sienta al lado del ex conseller y del empresario. Castillo también ha asegurado que el responsable de la empresa externa Expande SL que evaluaba los proyectos, Luis Fernando Castel Aznar, también imputado, acordó que las propuestas de la presunta trama pasaran antes por sus manos, tras la denegación de algunos proyectos apadrinados por la Fundación Hemisferio en una primera convocatoria.

La administrativa de la Fundación Hemisferio ha confirmado que varias de las empresas constructoras de los imputados facturaron por proyectos de cooperación. Fue el caso, entre otros, de una mercantil de Tauroni -New Castle Consulting Corporation- radicada en el paraíso fiscal de Delaware (Estados Unidos) y que facturó por un proyecto de sensibilización. Tal como informó este diario, el Departamento de Justicia estadounidense mantiene embargadas cuentas bancarias de Tauroni, diversas sociedades mercantiles de Florida, Delaware y Nueva York, así como un lujoso yate y dos viviendas de lujo en Miami, usados por la presunta trama para acoger unos dos millones de euros en Estados Unidos.

Durante la declaración de Maribel Castillo, el fiscal anticorrupción Jesús Carrasco, ha citado una conversación telefónica intervenida por la Policía en la cual la mujer reconoce que, según el nuevo destino político de Blasco, se cierra el “chiringuito” de la Fundación Hemisferio para abrir “otro” más acorde a las nuevas ocupaciones del siste veces ex conseller. Castillo, que finalmente fue despedida, ha indicado que “no había dinero para la Fundación porque ya no estaba Blasco en la Conselleria”. “Se cerró el grifo”, añade.

Por su parte, la funcionaria de la Conselleria María Dolores Escandell, ex jefa de servicio de gestión de los programas de cooperación, ha contado las presiones que sufrió para “cerrar el expediente” de la construcción del Hospital de Haití. “Tómate esto como algo personal”, asegura que le dijeron sus superiores Marc Llinares y Josep María Felip, director general de la Conselleria, que observaban la declaración desde el banquillo de los acusados. El fiscal ha recordado una serie de conversaciones intervenidas por la Policía, de tono indecoroso, en las que Llinares y Felip insultaban a su subordinada (“es boba o idiota”; “esta tía es una inútil”; “o se centra en el expediente [del Hospital de Haití], o la centramos a hostias”).

La funcionaria ha explicado que “revisaba todo aquello y no entendía nada, por eso no quería cerrar el expediente”. Según dice, se presentaron “gastos que no justificaban los fines de ese proyecto”. Escandell, principal interlocutora de Maribel Castillo en la Conselleria, ha sostenido que supo quién era Tauroni por la “campaña publicitaria muy potente en la prensa de la Comunidad Valenciana”, según la extraña expresión que ha usado en repetidas ocasiones el fiscal Carrasco para referirse a las investigaciones periodísticas que destaparon el caso. La funcionaria también ha admitido que no tuvo “ningún interés especial” en averiguar quién estaba tras la Fundación Hemisferio. “En ningún momento pensé que era para repartirse comisiones”, concluye Escandell.

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