Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Sobre este blog

Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

¡Ay, esta España mía, esta España nuestra!

Cayetana Álvarez de Toledo y Pablo Casado. PP. EFE

Javier Arteta

0

Las derechas aman tanto a España, que prefieren tenerla bloqueada y sin Gobierno a que caiga en manos de alguien como Pedro Sánchez, aquejado de un evidente déficit de españolidad. Es verdad que ha ganado, y vuelto a ganar, las elecciones generales, pero eso no le da derecho a romper España como pretende. Lo ha advertido José María Aznar: “Estamos en una situación de máximo riesgo. Por primera vez desde la Guerra Civil, los comunistas van a entrar en el Gobierno”. Y lo van a hacer “con el consentimiento y el apoyo del independentismo”. De modo que, gracias a (o por culpa de) Sánchez, vamos a acabar teniendo a la vez una España roja y una España rota.

De nada valieron los esfuerzos de las tropas nacionales que la salvaron, dejando al 'ejército rojo' cautivo y desarmado, allá por 1939. Las izquierdas derrotadas vuelven ahora Y, lo que es peor, vuelven, no por la fuerza de las armas, sino por los votos de masas incultas empeñadas en dividir al país y llevarlo a políticas revanchistas. Como si no se dieran por enteradas de que fueron vencidas a perpetuidad; y de que, por muchos esfuerzos que hagan, España nunca será suya. Y, si se empeñan en gobernar, ni siquiera la Constitución.

Cierto es que a Aznar nuestra ley de leyes no le gustó demasiado en su día. Pero, ¿quién no ha sido joven alguna vez? ¿O no es de sabios rectificar, sobre todo, cuando con un poder ejercido sin complejos, se va haciendo posible que la Constitución se depure de populismos innecesarios? Esos populismos que Pedro Sánchez y sus seguidores jalean sin rubor cuando, en lugar de defender la unidad de España, que es lo importante, se salen por peteneras priorizando cosas como la recuperación de derechos sociales, civiles y laborales. Unas ocurrencias partidistas y demagógicas que, además de poner en fuga a los empresarios y hundir la economía, no interesan a nadie; porque lo que angustia de verdad a la población española es que se va a quedar sin un país donde poner la bandera.

Y nos sueltan, además, para ocultar su contubernio con el separatismo, que lo que pretenden es “encauzar el conflicto político sobre el futuro de Cataluña”; como si no estuviera claro que, con los “enemigos de España” no hay otra solución que un artículo 155 indefinido, mano dura y leña al mono hasta que aprenda el catecismo.

Afortunadamente, algunos territorios, como Madrid y Andalucía, se han librado de la siniestra conspiración promovida por Sánchez, gracias a ese trío constitucionalista de ocasión que PP y Ciudadanos armaron con la extrema derecha de Abascal y Ortega Smith. Por supuesto, con la bendición apostólica del presidente de FAES, que supo ver en su día quién era y quién no era un constitucionalista como Dios manda.

Y lo que dice Aznar lo repiten Casado y su lenguaraz portavoz parlamentaria, aunque repartiéndose los papeles. El uno, manejando un cierto comedimiento. Y la otra, con la complacencia de su jefe, esforzándose en aumentar el calentamiento global de la política española. Oyendo a Cayetana Álvarez de Toledo, nos enteramos de que este país está políticamente peor que cuando ETA asesinaba; y Aznar se veía obligado a considerarla un Movimiento de Liberación Nacional; y un Gobierno socialista no había aún cometido el error de acabar con el terrorismo.

Y, por seguir con la portaincendios del PP, nos enteramos también de que el futuro Gobierno de Sánchez, si se forma, será el “Gobierno de la sedición”, merecedor de un 155 fulminante. ¿O sería necesario un procedimiento más expeditivo?

Es de suponer que todo esto no es sino el aperitivo de lo que nos espera, si Pedro Sánchez consigue al fin la investidura. La derecha que surge de los invernaderos de FAES ya nos está preparando para los “tiempos recios” que, de su mano, van a venir en la presente legislatura. El Apocalipsis va a ser una tierna historia infantil en comparación con lo que será la dialéctica del PP contra un Gobierno y un presidente al que colocaron el estigma de la deslegitimación desde el mismo momento en que ganó la moción de censura contra Mariano Rajoy.

Habrá quien sostenga que la oposición feroz de la derecha contra el futuro Gobierno se basará fundamentalmente en argumentos mentirosos. Yo no lo tengo tan claro. Basta con recordar la sinceridad con la que se comportó Aznar, tras la masacre terrorista del 11-M de 2004, para caer en la cuenta de que la derecha española nunca miente, aunque a veces pueda dar esa impresión. La derecha española tiene un problema: y es que va siempre con la verdad por delante. La lleva tan adelantada, que no es extraño que, al fin, haya acabado por perderla de vista.

Sobre este blog

Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

Etiquetas
stats