Aprender a cantar sin solfeo
Cantar para divertirse, sin estudiar, pero de un modo profesional, aprendiendo técnicas para mejorar la voz y disfrutar aún más con las canciones. Es lo que ofrece desde hace años la Escuela Coral de Madrid, un centro que no exige conocimientos de solfeo ni edad máxima ni mínima a la hora de formar parte de su coro y unirse así a los 15.000 madrileños que sus responsables calculan que se dedican a esta afición en la capital.
Gospel, canto gregoriano, música medieval o barbershop americano son algunos de los estilos que imparte esta escuela de carácter privado que afirma que entonar canciones, además de ser bueno para la mente, resulta de provecho para el intelecto: “Ayuda a aumentar nuestra capacidad pulmonar y a tener un mayor control del sistema nervioso”, dice en una entrevista al periódico ABC su director, Óscar Gersehnsoh.
Aún más lejos: Óscar llega a afirmar que, a los niños, “mejora su capacidad de concentración y de aprendizaje en matemáticas, facilita el aprendizaje de otros idiomas, potenciando su memoria y es un medio fantástico para desarrollar una educación en valores”.
Sus ensayos se desarrollan en el instituto Cardenal Cisneros (C/ Reyes, 4), aunque su sede física se encuentra cerca de Ópera, en la plaza Santa María de los Donados 2 (1º izda).
Canto en El Patio
Canto en El Patio
Una alternativa cercana y mucho más económica (gratuita) de iniciarse en el canto es la que ofrece desde el año 2005 el Coro de Ladinamo y el Patio Maravillas, un grupo formado por unas cuarenta personas de todos los perfiles posibles y situadas entre los 25 y los 35 años.
Si quieres más información sobre este coro, pásate por el Patio (C/ Pez, 21) y pregunta por los ensayos.
(Vídeo: parte de la actuación que el coro Ladinamo dio el 19 de mayo de 2009 en la antigua sede de El Patio Maravillas)
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