El 'coworking' se abre paso en Malasaña
Lo que para muchos puede ser un sueño, trabajar en casa, para otros llega a convertirse en pesadilla. Muchos profesionales independientes ('freelance') no llevan bien el aislamiento al que los condena su actividad y que, sobre todo, evita el enriquecimiento y crecimiento profesional que en un entorno laboral deseable debería reportarles el contacto con otros compañeros.
Para ellos, el 'coworking' (lugares de trabajo compartidos) se presenta como una solución atractiva y el 'networking' activo (red de contactos profesionales) que se genera como principio fundamental en estos espacios, nuevas oportunidades de negocio y de aprendizaje.
La crisis, además, está haciendo que estas comunidades de profesionales independientes que funcionan bajo un mismo techo se multipliquen. La reducción de costos -comparten gastos de luz, internet y teléfono, impresora y fax, recepción, sala de reuniones...- y la creencia en que unidos va a ser más fácil superar esta época de ajustes por la que atravesamos son factores a su favor que permiten augurarles largo recorrido. En Malasaña hemos localizado cuatro espacios de 'coworking' de reciente aparición: tres al uso y uno más que llama la atención por su singularidad, al ser nocturno.
DCollab
DCollab
Situado en el número 2 de la calle de San Joaquín, DCollab es el primer espacio de 'coworking' surgido en el barrio concebido como negocio en sí mismo. A simple vista cumple con todo lo que caracteriza a un espacio de 'coworking': diseño atractivo y singular para crear una atmósfera que invita a sentirse agusto trabajando y 'buen rollo' entre los jóvenes profesionales que dan vida a esta idea puesta en marcha por Noelia Maroto el pasado mes de febrero, en lo que no mucho tiempo atrás era un gimnasio.
DCollab cuenta con 11 puestos de trabajo fijo, ocupados todos ellos por profesionales dedicados a la industria creativa, con predominio de diseñadores gráficos y diseñadores web. La misma Noelia, con su estudio de interiorismo, es una inquilina más. Cuenta que la idea de montar este espacio se le ocurrió cuando vivía en Londres, ciudad en la que conoció bien el sistema 'coworking', y que le está funcionando tan bien que ya está buscando otro local -por Malasaña o Conde Duque, preferiblemente- para abrir un nuevo sitio de las mismas características.
Sala de trabajo, sala de reuniones, cocina, comedor y servicio son las estancias que forman este espacio “abierto a todo aquel que me dé buen feedback y que pueda sumar al resto de quienes aquí estamos”, dice Noelia, quien los fines de semana también da cabida a talleres específicos y masterclass en DCollab.
La Traviesa de Conde Duque
La Traviesa de Conde Duque
Hace más de tres años, cuando el
término 'coworking' era aún muy poco utilizado en España, las
arquitectas Elisa Fernández y Ana Cabellos abrieron La Traviesa de CondeDuque, en el número 5 de Travesía de Conde Duque. “Queríamos una oficina multidisciplinar donde no solo hubiera
arquitectura.
Queríamos crear un espacio de trabajo que estuviera, en
primer lugar, anivel de calle
para poder interactuar con el barrio y,
en segundo lugar, que fuera
un espacio compartido para poder colaborar y
estar en contacto con otros
profesionales, lo que nos pareció el
entorno ideal para desarrollar
nuestra actividad“, explica Ana.
En
la práctica, habían inaugurado un espacio de 'coworking' por el que han
ido pasando distintos profesionales, con el
estudio de arquitectura
como inquilino fijo en la planta baja, con cinco personas trabajando en
él. En estos momentos tienen libres dos de los cuatro puestos de trabajoque ofertan
. El espacio, pequeño aunque bien aprovechado, cuenta con tres
plantas. En él, una mesa de reuniones, un pequeño office, una zona de
descanso -con
nevera, cafetera, microondas...-, una zona de almacenaje y
otra zona de trabajo compartido “para momentos de trabajo más intenso o
reuniones colectivas“.
El hecho de estar situados a pie de calle
les permite organizar de tanto en tanto alguna exposición, realizar
cursos,
'workshops', 'showrooms'... El próximo día 6 de octubre, con
motivo de la semana
de arquitectura y dentro del programa del COAM
denominado 'Hasta la Cocina', abrirá las puertas del estudio para
realizar un evento con música, exposiciones y juegos que han bautizado
como 'LaTraviesaFest'. Ese día los vecinos podrán conocer a fondo el
espacio, además de ver algunos de
los proyectos que se están
desarrollando allí y conocer a gente con inquietudes similares.
El Patio Coworking
El Patio Coworking
Marcos y César llevan 11 años al frente de Lapierna Audiovisual, una productora que hace seis se instaló en el número 24 de la calle Pizarro, en un espacio compuesto por 150 metros cuadrados de estudio más 70 espectaculares metros de patio. Antes del verano andaban repensando su modelo de negocio, se dieron cuenta de que les sobraba espacio físico y se les ocurrió, sin más, “abrir la ventana” del estudio y “permitir que entre el viento”. Hace menos de un mes inauguraron El Patio Coworking: lugar colaborativo de trabajo y de interacción. Ellos siguen con su productora y alquilan nueve puestos de trabajo, siete fijos en la zona común y dos más situados en una sala aparte, ideales para una microempresa.
Por el momento, un dibujante de cómic, un diseñador gráfico y un interiorista se han instalado ya en El Patio. En este arranque de proyecto tienen, además, abierto el espacio a todo aquel que quiera ir a probar durante una jornada cómo es trabajar en el agradable entorno que han creado y en el que, sin duda, destaca el patio que les da nombre y en el que tienen pensado organizar desde exposiciones de arte hasta pequeños conciertos. Otra singularidad del lugar es su acceso: un antiguo garaje que hoy puede ser utilizado como estudio para fotógrafos, impartir talleres de cualquier tipo, mercadillos, showrooms de moda...
Aunque Marcos y César están abiertos a escuchar cualquier propuesta que les llegue, el espacio está hecho a la medida de profesionales que desarrollan “una faceta creativa y que sea complementaria con la que estamos ejerciendo quienes ya estamos aquí”. Al igual que en DCollab, se buscan personas “que sumen y que interactúen”.
Una oferta curiosa que singulariza a El Patio es la bautizada como 'running post', que consiste en prestar gratuitamente un puesto de trabajo durante un corto período de tiempo a 'freelance' que no vivan en Madrid y que por motivos de trabajo tengan que pasar unos días en la ciudad. “Es algo así como el 'couchsurfing' para viajeros, pero entre profesionales. Para ellos es de gran ayuda y para nosotros, una oportunidad más de conocer gente interesante”.
Madrid Nightowls
Madrid Nightowls
Por último, nos queda hablar de 'Madrid Nightowls', el más reciente espacio de 'coworking' inaugurado en Malasaña y que, en su aspecto formal -no tanto en el conceptual-, poco tiene que ver con los tres anteriores de los que hemos hablado.
Es tan tan nuevo que abrió sus puertas esta pasada noche y sus singularidades más apreciables, sin ser las únicas, son que se trata de un club de 'coworking' nocturno, que desarrolla su actividad entre las 22 horas y las 4 de la madrugada, y que tiene una peridiocidad semanal, ya que se reunirá cada martes.
'Madrid Nightowls' no tiene, además, sede física fija, aunque por el momento ha arrancado en Ciball, proyecto municipal para las nuevas tecnologías situado en el número 41 de la Corredera Baja de San Pablo.
Tomás Arribas, un joven ingeniero informático de 25 años es el promotor de este proyecto dirigido especialmente a emprendedores que suelen trabajar de noche en sus propios proyectos mientras que durante el día lo hacen por cuenta ajena, como empleados.
Esta iniciativa surgió por vez primera en la ciudad de Nueva York, a mediados de 2010. Gracias a internet se ha ido extendiendo por distintas ciudades (Londres, Estocolmo, Boston, Tel Aviv, Santiago de Chile...) y ahora aterriza en Madrid, más concretamente, en Malasaña, “lugar ideal para desarrollarla por su céntrica ubicación y excelentes comunicaciones”, según comenta Tomás, quien ayudó a realizar las primeras ediciones de 'Nightowls' que tuvieron lugar en Londres.
En Ciball, los emprendedores tienen a su disposición 25 puestos de trabajo, a los que pueden acceder gratuitamente. Programadores, diseñadores, emprendedores y periodistas son los perfiles laborales más comunes a los que se abre esta actividad.
“Ver que no soy el único loco que trabaja por la noche en su proyecto personal y por el día lo hace por cuenta ajena anima a seguir adelante”, asegura Tomás quien, sin embargo, cree que lo más positivo de la iniciativa es la posibilidad que brinda de conocer gente muy capaz con la que aprender mutuamente.
Anoche fueron 14 los emprendedores que acudieron a esta primera reunión y se les acabaron las fuerzas sobre las tres de la mañana. El martes que viene habrá más. Si estás interesado en participar en la propuesta puedes apuntarte pinchando aquí.
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