El Mercado de Barceló se abre a la entrada de grandes marcas en sus instalaciones
La posibilidad de que en el futuro Nuevo Mercado de Barceló se instale una gran marca -alimentaria o no alimentaria- se acerca. La Asociación de Comerciantes, concesionaria del centro, está abierta a escuchar propuestas, tal y como nos indica su presidente, Daniel Domingo.
Esta gestora, poniéndose en el peor de los escenarios posibles, aquel que anticipa que ante el incremento del coste del metro cuadrado de cada puesto en las nuevas instalaciones muchos de los actuales comerciantes no podrán asumirlo y abandonarán el mercado, trabaja ya en alternativas que “garanticen la supervivencia del centro”.
El coste del metro cuadrado de cada puesto depende de los gastos generales de mantenimiento del centro. Con más espacio, mejores instalaciones, ascensores, escaleras mecánicas... el Nuevo Mercado de Barceló será caro de sostener. A menos comerciantes, mayor es la parte proporcional a la que individualmente tiene que hacer frente un industrial.
“Yo no estaba a favor de que se instalara una gran marca, pero me doy cuenta de que será muy difícil soportar el coste del nuevo mercado nosotros mismos. No queremos que nos pase lo que al de Ventas, que se les quedó libre la planta de arriba y eso supuso una carga inasumible para el resto de industriales”, afirma Domingo.
“Antes pagábamos muy poco, 8,60 euros al mes por metro cuadrado, el mercado más barato de todo Madrid, pero en el nuevo esta cifra va a subir muchísimo. Creo que muchos abandonarán y tenemos que estar preparados para ello. De hecho, ya nos están pidiendo desde el Ayuntamiento el listado de industriales que irán a las nuevas instalaciones y no lo tenemos porque muchos se están planteando si les compensa asumir ese gasto fijo, que aún nisiquiera se conoce con exactitud”.
“No hablamos de especulación sino de supervivencia. Todo el mundo está interesado en venir aquí y nosotros vamos a escuchar propuestas”.
La Nueva Ordenanza de Mercados aprobada por el Ayuntamiento la semana pasada ha dado alas a esta idea de la Asociación de Comerciantes, puesto que dota a las concesionarias de los mercados municipales de mayores poderes. El más importante de ellos, es que van a poder alquilar ellos mismos los espacios vacíos, siendo además quienes decidan sobre la conveniencia o no de aceptar a un nuevo comercio y, en cierto modo, de fijar las condiciones económicas con las que se incorporaría.
Las obras de lo que será el nuevo mercado “van bien, en tiempo”, según Domingo. “Se espera que está listo para el verano de 2012, más o menos”.
El sector no alimentario está siendo “muy penalizado”
El sector no alimentario está siendo “muy penalizado”
Cuando en noviembre del año pasado los comerciantes del Mercado de Barceló fueron reubicados en las instalaciones temporales que se levantaron sobre los Jardines del Arquitecto Rivera sabían que se les avecinaban meses duros. La considerable reducción de espacio que sufrió cada puesto y la previsible desorientación de la clientela habitual para localizar a sus tenderos de siempre hacían prever un descenso significativo de las ventas. No han sido estos los únicos problemas con los que han tenido que lidiar los comerciantes.
“Sabíamos que venderíamos menos y sí que se ha notado. Sin embargo, las pérdidas van por barrios. Mientras que el sector de alimentación -las carnes, frutas, pescados...- sigue funcionando bien, con una clientela estabilizada y fiel, el sector no alimentario ha sido muy penalizado. Hablamos sobre todo de las tiendas que antes estaban a pie de calle, en el exterior del mercado. Muchos de estos comercios lo están pasando mal. Digamos que son negocios complementarios a los tradicionales que hay en un mercado y aislados de los alimentarios se ahogan en los pentágonos donde se les ha colocado”, asegura Domingo.
Problemas inesperados
Problemas inesperados
Corría prisa por hacer el trasvase de comerciantes del antiguo mercado al provisional construido, quizá, con demasiada celeridad. Las causas, compromisos políticos y partidas presupuestarias con fecha de caducidad. Es más que posible que este sea el motivo principal de los múltiples problemas “del día a día” con los que se han tenido que enfrentar los comerciantes de Barceló en su nuevo y temporal espacio. Por si fuera poco, la cosa aún se ha agravado con una “incomprensible”, según Domingo, sanción de Sanidad.
El presidente de la Asociación de Comerciantes cuenta que el montacargas ha estado durante mucho tiempo averiado y que han padecido el mal funcionamiento tanto del sistema de refrigeración como del sistema de frío de las cámaras. Por si fuera poco, comenta, muchos de los gastos de reparación de estas instalaciones defectuosas han tenido que ser aportados por los propios comerciantes, que ahora están tratando de recuperar ese dinero, dado que “entendemos que toda la obra está en garantía”. “Por el momento, la contrata dice que al Ayuntamiento se le ha acabado el dinero para el mercado y que ellos no hacen nada más si no se les paga”, denuncia Daniel Domingo.
Otra de las carencias que admite Domingo haber padecido es la falta de una compactadora de basura desde que se abrió el mercado hasta el pasado mes de agosto. “Por un error del Ayuntamiento hemos tenido que estar funcionando con cubos, como hace 40 años”. Cuenta además, como ejemplo de lo que les ha tocado pasar, que el pasado mes de julio un fallo del sistema de aire acondicionado provocó que en el pentágono de la carne los clientes tuvieran que soportar 40º centígrados, mientras que en el interior de los puestos -“termómetro en mano”- se registraron hasta 52º. “Estábamos desesperados y el Ayuntamiento tardó demasiado en reaccionar y solucionar la situación”.
Por si fuera poco, la eléctrica Unión Fenosa, dado el carácter temporal de las instalaciones, se ha negado a hacer contratos individuales a los distintos puestos, por lo que hay una factura única y la Asociación se ha visto obligada a contratar de su bolsillo a una empresa que hace la lectura en cada puesto.
Todos los gastos imprevistos que acabamos de enumerar, dice Domingo, “han llevado a la Asociación a estar en números rojos. No tenemos ni un euro”.
Sanción administrativa
Sanción administrativa
La delicada situación que atraviesan algunos comerciantes de Barceló se ha visto encima agravada últimamente por una sanción que les ha impuesto la concejalía de Sanidad -a la mayoría de los puestos de alimentación- por no tener a la vista las etiquetas de los productos que ofrecen y por no tener algunas verduras a la temperatura que marca la ley.
Al respecto, lo primero que quiere hacer notar Domingo es que en ningún caso se ha puesto en peligro la salud del consumidor, sino que son normativas que no se están cumpliendo por cuestión de espacio. “¿Por qué nos multa el Ayuntamiento si sabe que las instalaciones no nos dan para más? Además, son estas mismas instalaciones que nos ha entregado el Consistorio las que incumplen la normativa”, dice el representante de los comerciantes. Aunque la sanción está recurrida, en principio son “mil y pico euros” los que tendrá que pagar cada uno de los industriales denunciados. “Tal y como estamos, lo menos que pediríamos al Ayuntamiento es que no nos agobiara más con medidas sancionadoras durante el tiempo que aún nos quede estar en este espacio provisional”, concluye Daniel Domingo.
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