El 'poder amarillo' no es racista, sino reivindicativo
Es imposible que cualquiera que haya pisado las calles de Malasaña en los tres últimos meses no se haya tropezado con chinos pintados en las paredes del barrio. Según qué días parecen estar en todas partes. Son dibujos de trazos simples, hechos a todo correr; de esos que enfadan a los vecinos porque no respetan absolutamente ningún lugar, y a los que siempre acompañan frases cortas, a modo de lema, con la palabra 'yellow' (amarillo) en ellas. La gente ha estado hablando en la calle del posible significado de los 'yellow dibujos' porque, sin duda, llaman la atención entre el océano de pintadas que pueblan el barrio. Hay quien ha querido ver en ellos racismo, pero no existe tal cosa. La respuesta al misterio de los chinos dibujados la hemos encontrado en un artículo que publicaba hace un par de días Yorokobu. En él se presentaba a Yellow Power, la persona que está detrás de estos grafitis, un pintor madrileño y chino que proclamaba el carácter reivindicativo, pero en clave de humor, de sus actos.
En el citado artículo, el propio Yellow Power decía: “Esto es reivindicativo, la gente tiene la imagen del chino en la tienda, en el restaurante, el chino latero, el chino poco sociable. Hay una especie de oscurantismo en torno a la comunidad china en España. Yellow Power pretende sacarla del estereotipo devoto y dócil y darle un espíritu sinvergüenza. Yo busco reírme de la sociedad, reírme de la temida invasión china. Le doy una vuelta al asunto. El chino no solo vende bolsas de chuches, ahora hay un Yellow Pope, un Yellow Punki, un Yellow hípster… El chino no es solo el chino. El chino es cualquiera, es uno más en nuestra sociedad”.
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