Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La izquierda presiona para que Pedro Sánchez no dimita
Illa ganaría con holgura y el independentismo perdería la mayoría absoluta
Opinión - Sánchez no puede más, nosotros tampoco. Por Pedro Almodóvar
Sobre este blog

Murcia y aparte es un blog de opinión y análisis sobre la Región de Murcia, un espacio de reflexión sobre Murcia y desde Murcia que se integra en la edición regional de eldiario.es.

Los responsables de las opiniones recogidas en este blog son sus propios autores.

Ni paguita ni premio a la excelencia: ayudas al estudio

Una estudiante.

0

¿Son las becas una paguita o son un premio a la excelencia? A riesgo de hacer un ‘spoiler’ a los lectores, la respuesta a esta pregunta es que ni lo uno ni lo otro.

Desde que el ministro de Universidades anunciase el nuevo programa de becas al estudio, con todos los cambios respecto a las anteriores convocatorias, ya bautizadas con el apellido del ministro como ‘becas Castells’, se ha debatido mucho -en especial en redes sociales- sobre el verdadero espíritu de las becas al estudio. Quienes se oponen a este nuevo modelo de becas afirman que deberían ser un premio a los expedientes más brillantes, y que con estos cambios se han convertido en regalos al estudiando ‘vago’, vamos, repiten las mismas críticas que hacen del ingreso mínimo vital, todo lo que sea redistribuir la riqueza les parece lo mismo -cuán miopes son-. Ya les puedo confirmar que el ser de las becas púbicas al estudio no es ni premiar a los más brillantes ni regalarle la carrera a -según ellos- los vagos. Las becas públicas son la principal herramienta de redistribución de la riqueza que tienen como objetivo permitir que estudiantes de rentas más bajas puedan cursas estudios superiores.

Pero, permítanme que recapitule brevemente sobre lo sucedido los últimos días. Todo comenzó cuando el ministro Castells anunció que iba a aumentar el dinero destinado a becas públicas y que, además, rebajaría la nota para poder obtener una beca al 5, estas nuevas medidas es la materialización de las demandas estudiantiles que se han hecho durante años en materia de becas, pidiendo que se aumentase su presupuesto y que no primasen tanto los criterios académicos. Esto ha supuesto, por lo tanto, una victoria para el conjunto de la representación estudiantil, si bien es cierto que aún queda por luchar, pues, por ejemplo, todavía se sigue pidiendo un porcentaje de créditos aprobados -bastante elevado- para obtener estas ayudas al estudio.

Han leído bien: ayudas al estudio. Porque eso son, ayudas, una herramienta para que aquellos estudiantes que en otras circunstancias no hubiesen podido siquiera plantearse estudiar una carrera universitaria, puedan hacerlo y además concluirla satisfactoriamente. No son un premio al que saca buenas notas, ya existen otras herramientas para premiar a los mejores expedientes, además si tiene suficiente renta para estudiar en la universidad no necesita ese dinero, y si no tiene la suficiente renta entonces seguirá recibiéndola a pesar del cambio de criterio. No es un regalo porque no es a fondo perdido, si el estudiante becado no aprueba determinado número de créditos deberá devolver la beca -y con intereses- aunque eso le suponga un gran sacrificio económico.

Seguramente alguno saltará con el típico: «pues que se esfuerce más y mejore sus notas si quiere estudiar», si este tuitero sabelotodo leyese un poco más sabría que muchos sociólogos de la educación han concluido en diversos estudios que el origen socioeconómico del estudiante no afecta exclusivamente al acceso a estudios superiores, sino que también determina su rendimiento y progreso dentro de los mismos. Es la propia beca lo que ayuda a que un estudiante de renta baja pueda esforzarse lo suficiente y progresar en sus estudios. Sin embargo, no debemos olvidar que ese esfuerzo también está determinado por factores ambientales, sociales y psicológicos que se interrelacionan con el estatus económico del estudiantado, y en muchas ocasiones una beca no es suficiente para corregir la influencia de esos factores.

También se ha dicho que esta medida es una herramienta política para ganar votos entre los universitarios puesto que las becas ya eran efectivas antes y no era necesario cambiar los criterios, permítanme que demuestre la falsedad de esto evidenciando la necesidad de estos cambios en un caso concreto: mi universidad, la Universidad de Murcia (UMU).

A partir de datos proporcionados por el Área de Gestión Académica de la UMU se ha podido evidenciar que -al menos- en los últimos cuatro cursos solamente un 33 % de estudiantes de grado de la UMU ha recibido beca, lo cual deja a más de la mitad del estudiantado de grado de la Universidad de Murcia sin beca, esto puede deberse a dos motivos principalmente: o tienen renta suficiente como para no pedirla o que por criterios académicos no se les otorga. De las dos opciones no sabría decidir cuál es la más triste. Piensen ustedes qué tipo de universidad pública permite esto, y qué tipo de sistema de becas teníamos hasta ahora.

Confío en que estas nuevas medidas permitan aumentar ese casi treinta por ciento al máximo posible. Por nuestra parte, desde la representación estudiantil seguiremos luchando para que la universidad pública no deje a nadie atrás.

Sobre este blog

Murcia y aparte es un blog de opinión y análisis sobre la Región de Murcia, un espacio de reflexión sobre Murcia y desde Murcia que se integra en la edición regional de eldiario.es.

Los responsables de las opiniones recogidas en este blog son sus propios autores.

Etiquetas
stats