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ALBACETE

Hallada una nueva estación de arte rupestre en Hellín

Trabajos de prospección arqueológica en los campos de Hellín (Albacete)

José Iván Suárez

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Parece que vivimos en tiempos imposibles para el asombro y, sin embargo, aún quedan momentos para el descubrimiento. Así ocurre en los campos de Hellín. Sus abrigos todavía esconden señales de su extensa historia. Un equipo de la Universidad Nacional a Distancia (UNED) ha encontrado una nueva estación de arte rupestre durante las labores de prospección. Un hallazgo que no es casual, sino que es fruto de un trabajo planificado e intenso.

“Es lo que tiene intentar descubrir arte rupestre, que la orografía es bastante compleja, llegar a los abrigos, ir examinando las formaciones rocosas; tenemos que echarnos al monte a explorar todas las serranías, aunque también visitamos pequeñas hondonadas y zonas de valle, y allí, normalmente, tratamos de inspeccionar el suelo para buscar cultura material arqueológica para dar más contexto a toda la zona”, así lo cuenta Alexis Armengol, arqueólogo de Hellín y miembro del grupo que viene inspeccionando la zona en los últimos años.

Mónica Solís Delgado, profesora de la UNED y directora del proyecto, explica que “estas prospecciones se hacen en base a sistemas de información geográfica; en base a los abrigos que ya se conocían en la Sierra de la Tienda, en Medio y Cabeza Llana”. Pasar del papel al terreno supone andar kilómetros con enormes desniveles.

Un momento de las prospecciones arqueológicas realizadas en Hellín (Albacete)

Un trabajo duro que se sustenta en la voluntad de recuperación, protección y puesta en valor de este patrimonio. Con este espíritu surge el proyecto 'Arte Prehistórico en el Campo de Hellín', iniciativa que cuenta con el apoyo y financiación de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, la UNED y el Ayuntamiento hellinero.

La idea es organizar todo el mapa de pinturas rupestres que componen esta comarca albaceteña dominada por un hito del paisaje y de la historia: el Tolmo de Minateda. Porque más allá del conocido Abrigo Grande del famoso parque arqueológico, las manifestaciones artísticas prehistóricas se extienden entre riscos y cuevas. Desde el año 2005 vienen sucediéndose una serie de iniciativas especializadas de las que son herederos directos los profesionales que han prospectado en septiembre de 2025.

En estas dos décadas se han dado hallazgos relevantes como el yacimiento de Cueva Blanca. Pasos que han permitido avanzar en el camino de nuevas prospecciones y proyectos posteriores. El equipo actual tiene claro sus objetivos: “Profundizar en el conocimiento integral del arte prehistórico de la comarca mediante estudios tecnomorfológicos y la aplicación de nuevas tecnologías de análisis y documentación, además de completar las investigaciones anteriores. El fin último es que todos los resultados de nuestra investigación favorezcan su comprensión, conservación, difusión y una puesta en valor que revierta en la sociedad”.

Desde 2022, los trabajos de campo se han centrado en la toma de muestras para posteriores análisis de laboratorio y en la prospección de las sierras que hasta ahora no habían sido inspeccionadas. Son la sierra del Candil, la sierra de las Cabras, la Hermana de Hellín, cañada de Vicente, canalizo de Ortuño y canalizo de las Perdices. En este tiempo, se han inspeccionado más de 2.000 abrigos. “Nuestra prospección no es aleatoria, es una prospección integral”, matiza Mónica Solís. Todo queda perfectamente registrado e ilustrado. De hecho, el equipo cuenta con la participación del fotógrafo Javier Pérez González, un especialista en la fotografía arqueológica. Junto a la experiencia, le acompañan objetivos pesados y luminosos, el trípode, el dron… Un aparataje que reproduzca y conserve de la manera más fiel este legado inaccesible.

La arqueología no se limita a los espectaculares descubrimientos. Esa solo es la guinda mediática; en verdad, la relevancia del trabajo se mide en los datos conseguidos y en la capacidad para interpretarlos desde la ciencia. De nuevo, explica Mónica Solís: “Después de estos días de prospección, volcamos todos los datos del GPS, se sacan los desniveles para demostrar sobre planimetría que se han visitado todos los abrigos”. A lo que se añade fotografiar todos los materiales y analizar lo que sea pertinente en el laboratorio. En medio de esta ingente labor, a veces, se logra un hallazgo que copa los titulares de prensa. Confirma la arqueóloga: “Hemos conseguido descubrir una nueva estación rupestre, que no tiene motivos muy significativos, pero, teniendo en cuenta la mala conservación y la erosión, es un hito y tiene potencia estratigráfica. Además, hemos abierto nuevas perspectivas de prospección y parece que vamos a ampliar la carta arqueológica con un nuevo yacimiento”.

Trabajos de captación de imágenes de las pinturas rupestres en Hellín (Albacete)

Los estudios posteriores ofrecerán más datos. Los profesionales tienen que analizar pigmentos o examinar las microfotografías, entre otras técnicas. Después llegarán los artículos científicos. Entre tanto, la controversia por la cronología en el arte levantino sigue abierta entre los arqueólogos. Opina Mónica Solís: “Creemos que el Abrigo Grande de Minateda contiene muchas de las claves para adscribir el arte levantino o bien a los últimos cazadores recolectores o bien a los primeros productores que es la gran polémica que existe con respecto a este fenómeno artístico”.

Preguntamos: ¿Por qué? ¿Para qué las pinturas rupestres? El doctor en Prehistoria y especialista de este tipo de arte, Rafael Maura Mijares, clarifica esta complejidad: “El arte esquemático, probablemente el arte levantino también tenga estas connotaciones, es un arte eminentemente territorial, es decir, los abrigos de arte esquemático, al igual que el levantino, se hacen al aire libre, mantienen una pauta que bordean, de alguna manera, los valles; además, en muchos casos señalan hitos geográficos importantes y característicos de la zona”. Aunque respeta todas las interpretaciones, finalmente dice Maura Mijares: “Mi percepción personal es que el arte rupestre tiene una función fundamental de transmisión intergeneracional de conocimiento, creencias, hechos”. De alguna manera, el territorio se legitima con estos símbolos, resume este miembro del equipo que ha trabajado en los campos de Hellín.

Creemos que el Abrigo Grande de Minateda contiene muchas de las claves para adscribir el arte levantino o bien a los últimos cazadores recolectores o bien a los primeros productores que es la gran polémica que existe

Mónica Solís Profesora de la UNED

Las pinturas del Abrigo Grande de Minateda, las más conocidas de este conjunto, forman parte del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica. Una extensa red de arte prehistórico que desde 1998 es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Se trata de cerca de 800 ejemplos repartidos a lo largo de buena parte del levante español en las que destacan especialmente Nerpio, Alpera o Hellín, en la provincia de Albacete. Las de este último municipio son muy bien conocidas por Alexis Armengol. Sobre el origen de las mismas nos ofrece dos hipótesis arraigadas en la historia de la investigación. Cuenta: “Los pioneros, como Obermaier o Henri Breuil, que eran sacerdotes, aportaban una visión religiosa a los abrigos, decían que eran santuarios. Otra corriente historiográfica más laica, hablaba de una función de conmemoración, como una especie de conjunción de recuerdos”. Interviene Mónica Solís y añade que hay otras teorías que se centran en lo práctico de las pinturas. “Representación de los ciclos reproductivos de los animales o transmisión de información muy práctica, como no cazar a las hembras preñadas”, comenta. 

Profesionales realizando una prospección en el interior de un abrigo en Hellín (Albacete)

En los últimos treinta años el corpus de conocimiento ha crecido. Los medios técnicos han mejorado, avanzan las metodologías, pero, de momento, el gran enigma se mantiene en pie. “El arte es el reflejo de la sociedad que lo crea”, concluye Mónica Solís y no le falta razón. Sobre aquella cultura milenaria aún quedan cuestiones envueltas en la bruma. La Ciencia irá alumbrando en la oscuridad.

Estreno de la pelícuta 'Minateda. Un tesoro a pleno sol“

Mientras tanto, el arte actual también puede ayudar a sentir pasión por el patrimonio. Así ocurre con la película Minateda. Un tesoro a pleno sol, una experiencia cinematográfica dirigida por Marta Ferreras que se estrena el 15 de noviembre en Hellín y en la que han participado unas 200 personas, entre ellas, los arqueólogos Alexis Armengol y Pablo Cánovas. Gracias a esta expresión artística de nuestra modernidad, se recrea el hallazgo de un arte que es orgullo para sus vecinos.

Como hemos visto, el arte rupestre hellinero es más que Minateda, pero acá está el origen de estas misteriosas manifestaciones artísticas hechas con carbón y óxido de hierro. El asombro viene de lejos. En 1929, y con esto acabamos el reportaje, el cronista albaceteño, Ernesto Martínez Tébar, escribía: “Y tras penosa ascensión nos encontramos con el abrigo principal que forman las rocas en lo alto de la montaña (…) que humedecidas ligeramente se nos mostraron en toda su belleza primitiva”.

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