Ciudadanos negocia a dos bandas con PP y PSOE para cerrar pactos de Gobierno en 18 grandes ciudades de Andalucía
Semana decisiva para calibrar la estabilidad del pacto de Gobierno PP-Ciudadanos en Andalucía, que se pondrá a prueba de aquí al debate de totalidad de los Presupuestos autonómicos del miércoles. El socio externo que sustenta a este Ejecutivo, Vox, ha presentado una enmienda a la totalidad que amenaza con dejar caer las primeras cuentas de un Gobierno no socialista en 37 años. El día 11 empiezan a constituirse los parlamentos autonómicos salidos de las urnas del 26 de mayo. Y a final de semana, el 15 de junio, deben constituirse todos los ayuntamientos de España, un escenario de presión más para el Parlamento andaluz.
El pasado viernes, las direcciones nacionales de PP y Vox sellaban un acuerdo marco en Madrid para gobernar juntos en un nutrido número de ayuntamientos de grandes ciudades, incluidas algunas andaluzas tan significativas como la capital de Almería, el municipio gaditano de Algeciras o el almeriense de El Ejido. Todas son localidades de más de 50.000 habitantes en las que Ciudadanos esperaba influir como llave de Gobierno, pero sus socios andaluces le han dejado al margen. Ese mismo día, la comisión negociadora de PP y Ciudadanos en Andalucía iniciaba contactos en el Parlamento autonómico para tratar de llegar a acuerdos en otros tantos ayuntamientos, extrapolando así la fórmula que les une en la Junta de Andalucía. Este lunes, Ciudadanos se sentará a negociar con el PSOE con el mapa andaluz por delante.
Los naranjas se presentan como “llave de gobierno” en ciudades de más de 50.000 habitantes donde, o bien el PP o bien el PSOE, necesitan a sus concejales para hacerse con la Alcaldía y gobernar. Ese papel “decisivo” para la gobernabilidad está localizado en 18 de las 29 grandes ciudades andaluzas (de más de 50.000 o 100.000 habitantes): se trata de todas las capitales, excepto Huelva y Cádiz; además de Linares, Benalmádena, Sanlúcar de Barrameda, Torremolinos, Alcalá de Guadaíra, Mijas, El Ejido, El Puerto de Santa María, Roquetas del Mar, San Fernando, Jerez de la Frontera y Algeciras. Los naranjas ya han “perdido” algunos de esos municipios, donde el pacto de PP con Vox bastaba para gobernar sin ellos. Fuentes del partido aseguran que negociar, plaza a plaza, en vez de buscar un “acuerdo marco” con sus socios preferentes del PP puede terminar pasándoles factura, dejándoles relegados en muchos ayuntamientos. El problema es que un acuerdo marco necesitaría apoyarse en Vox en muchas ciudades, y hay un amplio sector del grupo naranja que se opone rotundamente.
De 18 los municipios de más de 50.000 habitantes en los que Cs se dice decisivo, sólo hay uno en el que el voto naranja puede inclinar el Gobierno hacia el PSOE o hacia un pacto a tres con PP y Vox. Se trata de Linares (Jaén), uno de los pueblos con más paro de Andalucía. En el resto, Ciudadanos no está condicionado por una hipotética alianza con la extrema derecha, pero tampoco es determinante en muchos casos. En Sanlúcar, ha ganado el PSOE y puede elegir entre apoyarse en IU, que es segunda fuerza, o en Cs. En San Fernando, el peso de los naranjas para garantizar la gobernabilidad es el mismo que el de Podemos. En Algeciras, el PP se quedó a un concejal de la mayoría absoluta, y ha buscado ese último voto en Vox; en El Ejido, Vox es segunda fuerza, por detrás del PP, pero la extrema derecha ha preferido cogobernar a liderar la oposición, dejando por tanto ese papel a los naranjas. En Mijas, como ocurriera en la legislatura pasada, ha ganado el PP por poco al PSOE, y Ciudadanos tiene la llave para elegir con quién de los dos gobierna.
El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, quiere que la llamada “vía andaluza” se imponga como modelo en las principales urbes del país, sobre todo en las andaluzas. Un pacto de Gobierno PP-Ciudadanos, sustentado desde fuera por Vox. Esta fórmula es posible en tres parlamentos autonómicos y en 20 grandes ciudades, entre ellas, tres capitales andaluzas: Granada, Córdoba y Jaén. Las dificultades emergen de los vetos y las exigencias cruzadas entre Ciudadanos y Vox. Los naranjas no quieren negociar ni cogobernar con la extrema derecha, y ésta no quiere repetir la fórmula del pacto autonómico andaluz, porque se siente un convidado de piedra.
El fácil entendimiento entre la dirección nacional de PP y Vox ha dejado fuera al partido de Albert Rivera en muchos municipios donde se pensaba una fuerza decisiva, y eso ha alimentado la preocupación entre los naranjas por quedar fuera de la plaza más simbólica de todas las que pueden gobernar: el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. La única baza de Ciudadanos para luchar contra su aislamiento -más en unas ciudades que en otras- es la posibilidad de tender puentes a la izquierda con el PSOE. En Andalucía, ésta vía es más fácil, porque ya fueron socios de legislatura en el mandato anterior, y sus dirigentes mantienen una relación más o menos cordial.
El comité negociador designado por Ciudadanos en Andalucía se reunió con su homólogo del PP el viernes, y este lunes lo hará con los negociadores del PSOE que ha elegido la ex presidenta Susana Díaz. Los socialistas van a presionar para que sus antiguos socios se unan a ellos en todos los gobiernos municipales donde la aritmética lo permite, impidiendo así la entrada de Vox en más instituciones de manos del PP. Es una negociación compleja, porque trasciende el marco andaluz, ya que la dirección nacional de Ciudadanos y el propio Rivera hace malabarismos de pactos territoriales para tratar de mantener el equilibrio en una posición de centro liberal. La extrema derecha se lo impide. Los de Vox le mueven la silla para que Cs caiga, definitivamente, del lado derecho. El empujón más potente es la enmienda a la totalidad con propuesta de devolución que, este próximo miércoles, puede hacer caer el primero Presupuesto del Gobierno andaluz de PP y Cs.
Apelar a la inestabilidad y las presiones que desde Bruselas está ejerciendo el Partido Liberal Europeo (ALDE) es la carta que el PSOE va a jugar para convencer a Ciudadanos. En el encuentro de este lunes participará la secretaria de Organización, senadora y parlamentaria andaluza, Mar Hormigo, la secretaria de Acción Institucional, Elena Sumariva, y los parlamentarios Raúl Fernández, por Granada, y Javier Pareja, por Málaga. De la reunión no puede salir un acuerdo cerrado, porque las decisiones deben ser ratificadas antes por la ejecutiva nacional del partido. Existe en Madrid una estrategia de contrapesos en los pactos municipales y autonómicos, que hace pensar que las alianzas en una u otra ciudad andaluza dependen, en parte, de los intereses nacionales de Ciudadanos en otros territorios. Tanto en el PP como en el PSOE se escucha la misma protesta referida a los naranjas, pero también a Vox: “La sensación de que las decisiones no las toman ellos, sino que las toman por ellos desde Madrid”.
Pese a todo, los dirigentes de Cs en Andalucía, con el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, a la cabeza han trasladado a la ejecutiva nacional que multiplicar las alianzas municipales con el PP en Andalucía beneficiará estratégicamente al Gobierno autonómico. Los naranjas tienen a los populares como socios “preferentes”, aquí y en el conjunto del país, y encaran la negociación de este lunes con el PSOE con idea de trazar pactos “excepcionales” donde no sea posible pactar con el PP sin Vox. La debilidad de este planteamiento es que pone en peligro las alcaldías de Granada, Córdoba y Jaén, donde la participación de la extrema derecha es clave para arrebatar el Gobierno local a los socialistas.
Ciudadanos y Vox comparten un juego de amenazas cruzadas que a ratos suena a órdago y a ratos suena a farol. Los naranjas apelan al líder nacional de la extrema derecha, Santiago Abascal, a quien señalan como responsable de “dejar que gobierne la izquierda”, si insiste en presionar para entrar en gobiernos de coalición con ellos y con el PP. Este argumento vale tanto para los pactos municipales como para la actual coyuntura del Ejecutivo andaluz, cuya estabilidad depende de que no prospere la enmienda a la totalidad de Vox contra los Presupuestos para 2019. La portavoz del partido naranja señaló que “no tienen inconveniente” en sentarse a negociar con todas las fuerzas que firmen el decálogo que ha lanzado Cs como base para poder cerrar acuerdos, aunque insistió en excluir a Vox de dichas conversaciones, informa Europa Press.
El PSOE andaluz, por su parte, necesita jugar bien sus cartas para afianzar su músculo en los ayuntamientos donde puede gobernar. Los socialistas han sido la fuerza más votada en 465 municipios, con 368 mayorías absolutas, más que en 2015. El centro de la negociación está en otras 97 localidades donde el PSOE es primera fuerza, pero con mayoría simple, y necesita cerrar acuerdos a derecha e izquierda para garantizarse la Alcaldía. Las plazas más significativas son, por ejemplo, la capital de Granada, donde el PSOE aventaja por 20.000 votos y tres concejales a la segunda fuerza; o en la capital de Jaén, con 5.000 votos más.
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