Santander se arriesga a devolver 342.000 euros en ayudas si no pone en marcha la Zona de Bajas Emisiones antes de 2026

Santander dispone de plazo hasta final de año para implantar su Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que inicialmente tendría que haber estado operativa el 1 de enero de 2023. El Ayuntamiento, después de habérselo tomado con calma, ya dispone de los datos medioambientales necesarios para definir la zonificación de su ZBE, la empresa que tendrá que redactar el mismo y también la empresa que tendrá que gestionar el área durante cinco años. Falta la entrega del mapa de ZBE y la ordenanza que regulará estas áreas de acceso restringido al tráfico.

Según ha publicado este martes el diario El País, las ciudades que no tengan implantada la Zona de Bajas Emisiones a final de año no solo se exponen a fuertes sanciones y reintegrar la financiación europea recibida para su implantación, sino que pueden perder las ayudas estatales al transporte público.

Actualmente, el 50% del transporte público en la capital está bonificando, corriendo por cuenta del Ministerio de Transporte el 30% de dicho descuento. Además, ha recibido 342.025,01 euros de fondos europeos para la plataforma de gestión de la ZBE, financiación que pudiera tener que ser reintegrada como ya ocurriera con lo recibido para el fallido aparcamiento subterráneo del Sardinero.

Cuestionado el Ayuntamiento de Santander por elDiario.es Cantabria sobre el estado actual en que se encuentra el proyecto, el Consistorio no ha contestado.

Una vez dispuesta la ordenanza, la implantación puede realizarse en ocho meses, que es el plazo por contrato que asumió la empresa adjudicataria, Estacionamientos y Servicios. Aunque no se descarta que pudiera haber una prórroga si hubiera una voluntad clara de implantar esta medida, los plazos municipales están ya muy apurados para llegar a tiempo.

El concejal de Movilidad, Agustín Navarro, dio cuenta hace meses de cómo Santander ha recibido financiación europea para poner en marcha proyectos de movilidad sostenible. El proyecto global se llama ‘Fomento de la movilidad sostenible, impulso del cambio modal y mejora de la accesibilidad peatonal de Santander’ con el que el Ayuntamiento optó a la segunda convocatoria de fondos europeos en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y le ha supuesto 6.652.302 euros, en donde se incluyen los 342.000 euros antes aludidos.

Contrato adjudicado

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Santander ya adjudicó en marzo de 2024 a la empresa Estacionamientos y Servicios S.L. el servicio de implantación de una plataforma de gestión y control de la zona de bajas emisiones (ZBE) por un presupuesto de 1.623.496,26 euros, de los cuales cerca de la mitad financia Europea

Un par de meses antes, el Ayuntamiento de Santander ya había instalado las nuevas estaciones de calidad del aire que se reparten por diez zonas de la ciudad. Asimismo, WSP-Spain APIA; S.A. resultó adjudicataria del contrato menor para redactar la definición de la ZBE.

El plazo máximo de suministro, montaje y puesta en servicio de la ZBE por Estacionamientos y Servicios es de ocho meses a contar desde la fecha de entrega al adjudicatario del mapa de la zona debidamente aprobado. Por su parte, el plazo de mantenimiento y gestión es de cinco años.

El sistema estará dotado de un conjunto de herramientas que comprueben las restricciones de la ZBE. Para controlar el acceso de los vehículos que circulan por la ZBE, el contrato incluye 20 puntos de control de accesos basados en cámaras inteligentes de lectura de matrículas con sus correspondientes acometidas. La empresa deberá ocuparse también de los equipamientos para comunicar, por fibra óptica, esos tránsitos hasta el CPD (Centro de Procesamiento de Datos) municipal donde se implantarán los sistemas de gestión.

El contrato prevé los servidores del CPD municipal y la plataforma software de gestión de control de accesos; instalación y configuración de la base de datos; integración de las cámaras actuales y de la información de la red de sensores para la monitorización de la calidad del aire y la contaminación acústica; así como una campaña de información al ciudadano sobre el funcionamiento de la futura ZBE.

En Torrelavega

La otra ciudad cántabra que tiene que implantar la Zona de Bajas Emisiones es Torrelavega. La capital del Besaya tiene más adelantados los trabajos que Santander, ya que dispone de ordenanza reguladora, pero sigue ampliando los plazos para hacer efectivas el área de restricciones.

El Ayuntamiento de Torrelavega acaba de ampliar un mes más el periodo sin sanciones de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) para informar a los vecinos y visitantes acerca de las limitaciones de esta área antes de empezar a multar.

La ordenanza reguladora de la ZBE, que se aprobó en Torrelavega en julio de 2024, establecía inicialmente un periodo de adaptación de seis meses sin sanciones que concluyó el pasado 9 de febrero. Este plazo ya se prorrogó una primera vez por tres meses y vencía el 9 de mayo, pero el Consistorio ha decidido volver a ampliarlo 30 días más.